[One-shot] º Touch Them (Parte 1)

Sep 01, 2009 03:28

Título: Touch Them.  
Fandom: KAT-TUN y Nishikido Ryo. 
Parejas: Ryoda, Jinda. 
Género: Angst, romance, drama, fluff... todo eso y más, no se lo pierda! xD
Fanfiction Rating: NC-13 (Creo ._.)
Resumen: Jin sabe la verdad sobre Ueda, y quiere salvarlo. 
Nota(s) de la Autora: Bien, no es de mis parejas favoritas, pero quise hacer feliz a alguien especial 8D 
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenecen, cualquier parecido con la vida real es mera coincidencia. (Siempre quise decir eso 8D) 
Gracias especiales: gracias por pasarlo a computadora Avi~ ♥ 
Dedicatoria: Para Avi, fue su regalo de cumpleaños porque ama el Ryoda,  aunqe no se por que no lo hice Maruda xDDD Bueno, ama a Ueda i adora a Jin... eso explica todo xD.

Touch Them
Parte 1



¿Harto de que se burlase de él? Oh sí...

Ryo no se dio la vuelta cuando salió de la habitación. Jamás miraba hacía atrás, eso venía con el paquete de Nishikido Ryo.
No es que él esperase un trato especial, pero, ya que Ryo lo miraba de forma especial...le hubiese gustado algo de... ¿qué? ¿Piedad?
No, la piedad no estaba en el diccionario del moreno.

Se había dicho muchas veces, que llorar no ayudaría en nada... Se había dicho muchas veces, que suplicarle tampoco serviría de nada.
Bueno, se había dicho tantas cosas.
Aún así, no llevaba una vida terrible. Soportar, de vez en cuando, las intromisiones de Nishikido en su plantel de felicidad, no lo afectaba casi, o, por lo menos, no tanto como antes. Había aprendido a convivir con ello bastante bien...Claro que eso no quería decir que llegase el día en que lo disfrutase.

Cuando escuchó la puerta cerrarse de un portazo, se arrastró hasta sus ropas, y observó el daño hecho.

“Era mi favorita...”. Los rastros de una remera negra con plateado resbalaron de sus manos. Tomó su jean y se lo puso moviéndose con cuidado. También posicionó sus borsegos y optó por ponerse su campera sobre su torso desnudo, ¿Qué remedio?

Cuándo estaba por dirigirse a la puerta, su celular comenzó a sonar alarmándolo. Al verlo se sorprendió levemente, era extraño que esa persona lo llamase.

-¿Kame?-contestó .
-Ueda ¿Dónde estás?- preguntó
-Estoy en...- abrió rápido la puerta y salió afuera- en la calle, camino a mi casa. ¿Sucede algo?
-¿Con quién estás? -dijo en respuesta.Tatsuya juraba que estaba algo enfadado.
-¿Qué con quién...? ¡Estoy solo!
-¡No me mientas!

Eso era extraño

-Kame ¿Qué te sucede? ¡No estoy mintiendo! -escuchó un resoplido del otro lado del auricular.
-Tenemos que hablar- ésta vez sonaba aburrido, como si en realidad no tuviese la intención de hablar con él.
-¿S-sobre qué?
-Ven a la casa de Jin.
-¿Cómo?- le entró un espasmo de pánico ¿Jin? ¿Por qué justo a su casa?
-Que vengas a la casa de Jin...te esperamos acá...- y colgó.

“Esperamos...?” Eso quería decir que Kame no estaba solo.... Pero se le antojaba ridículo ¿Qué querían conversar? Su comportamiento con ellos era el mismo de siempre, no había razón para una “charla”.
A menos que...amenos que ellos supieran...supieran...
Tragó saliva mientras paraba un taxi y se subía dándole la dirección de Akanishi.

“Akanishi”. Se le erizó la piel...sí sólo hubiese un modo de que él no le causase toda esas emociones... todos esos sentimientos que lograban que cuándo Ryo lo poseía y lo lastimaba, dejándolo tirado y dolido, él pudiese sonreír, sonreír, sonreír y sonreír.
Se sentía morir al recordar que Nishikido no permitiría que él fuese feliz...que hubiese otro...que estuviese con Jin.

Se bajó del auto y tocó timbre. Kame apareció al instante abrigado hasta la nariz. Sinceramente, aunque no estuviese con su remera puesta, no había sentido nada de frío, en realidad, ya no sentía muchas cosas. Se sorprendió al comprobar que a su alrededor había nieve, blanca y brillosa, y que al respirar, su aliento se transformaba en vaho ¿De verdad hacía tanto frío?
Entró y siguió a Kame hasta la habitación de su compañero. No pudo evitar mirar todo con atención para guardarlo íntegro en su memoria.
Al entrar, su corazón dio un vuelco al ver a Jin tirado en su cama. Era una naturalidad  ecepcional y le sentaba realmente bien al joven.

-¡Io! -saludó él sentándose en la cama, mirándolo.
-Bueno, hasta aquí llegó mi bondad por ti Akanishi.- dijo Kame.

En ese momento, Ueda notó que, en realidad, su amigo estaba listo para irse.

-Gracias Kame.-se limitó a decir.
-Cuándo quieras. Adiós Tat-chan!-y tomó su morral sin miramientos.
-Pe-pero...- y se fue. Dónde quedó el "Tenemos que hablar"?

Algo aturdido miró a Jin, quien seguía acostado, con sus brazos detrás la cabeza. Tenía puesto un simple jogging y un buzo de entre casa.

-Quítate la campera- le ordenó de repente.
-Ah?!- Acto contrario, apretó las manos más fuerte sobre la base de su capucha.
-Ponte cómodo, quítate la campera, aquí adentro no hace frío.
-Pe-pero...no, estoy bien! No es necesario...- pero el repentino movimiento del otro lo cortó. Jin se había incorporado de repente sobresaltándolo. Ueda tubo que mantener la respiración por unos segundos, ya que se había acercado mucho, y lo estaba mirando demasiado serio.
-J-Jin?
-No sabes mentir Tat-chan...
-Eh?
-Estás transpirando, quítate la campera.
-No quiero!- chilló y se levantó de la cama.

Su amigo lo miró sin alterarse, pero junto sus manos y las llevó a su mentón, y apoyó los codos en sus rodillas.

-Sábes quién es mi mejor amigo?

Era una pregunta extraña, lo desconcertó por completo, pero, Jin solía ser así de extraño, aunque, francamente, estaba asustandolo.

-Yamashita- le respondió brevemente.
-Y sábes quién es el segundo mejor amigo de él?

La seriedad con la que estaba empleando las palabras le dejó en claro que no se trataba de un chiste,  sin embargo le parecian preguntas totalmente irrelevantes.

-Etto...no sé...Ikuta-kun?

Jin negó.

-No se te ocurre nadie más? Y no hablo de Shirotan. (N/A: Tenía que meterlo xD ♥).

Ueda frunció el seño confundido. Pensó un momento, y de repente recordó  que Yamapi era muy amigo de...

No reaccionó a tiempo para ocultar el jadeo de terror que se escapó por su boca.
El morocho hizo una mueca y se levantó de la cama.

-Opino que es de muy poca clase que él lo haya contado así como así, aunque estuviese ebrio. Yamapi vino casi volando a contarme.

Ueda había comenzado a temblar, y tuvo que aferrarse a la cómoda que tenía a su derecha para no terminar en el suelo.

-Por qué no nos dijiste nada?- no obtuvo respuesta. Miró mejor al rubio, que, más pálido que nunca parecía al borde del desmayo.-Tat-chan? Estás bien?
-Me castigará.- dijo sin aliento- Creerá que yo te lo conté...no debes hablar de eso!- gritó sumamente histérico, tomándolo de las muñecas.
-Pero, estás loco? Pretendes que no haga nada? Tengo que matarlo!
-No! No!! Por favor Jin...tienes que guardar el secreto...Kame lo sabe? Se lo dijiste?- preguntó aterrado.

Akanishi lo miró preocupado. La simple mención del asunto hacía que perdiera la cordura, qué era exactamente lo que Ryo le había hecho?

-No se lo dije a nadie...tienes que calmarte -y lo llevó de nuevo a su cama, dónde lo obligó a sentarse.
-Deberías sacarte la campera, o cuando salgas a fuera tendrás frío.- Jin tomó del cierre y comenzó a bajarlo, pero Ueda le apartó la mano de un manotazo.
-Estoy bien.- refunfuñó.

Akanishi frunció el entrecejo ¿Qué ocultaba? Estaba cansado de que le ocultase cosas, y ésta vez, obtendría respuestas. Lo pensó dos veces, hasta decidir qué sería mejor...
Ueda cavilaba taciturno mientras pensaba en lo que haría si Ryo se enteraba de que Jin lo sabía, hasta que sintió un fuerte jalón y su campera se abrió de par en par.
El morocho apreció, con sorpresa, que no llevaba remera debajo de su abrigo. Pero, más lo pasmó la cantidad de marcas y cicatrices que se extendían a lo largo de su torso. Había unas rojizas alrededor de sus pezones, como marcas de mordidas. Y unos morados, también negros, en sus costillas, perfilando lo que., seguramente, fueron golpes bien dados. Además tenía rasguños que iban de su clavícula, hasta su ombligo. Agradecía no poder verle la espalda. Era como ver un campo de batalla.

Jin convirtió sus manos en puños e intentó calmar los temblores que lo sacudían. Mordía fieramente su labio inferior, mientras un breve gruñido escapaba de su garganta.
Ueda reaccionó luego de un minuto entero, y se volvió a cerrar la campera.

-No se lo digas a nadie! No se lo cuentes a Yamapi!- dijo mientras comenzaba a sollozar muerto de miedo.

Pero su amigo no le contestó, y cuándo lo hizo, sólo pudo articular palabras entre gruñidos.

-Por qué...no nos dijiste...? -escupió.- Cómo...se te ocurrió...dejar que ésto avanzara?

Entre el llanto, intentó replicar.

-No tienes...no tienes idea.- Y un ruido muy fuerte le hizo pegar un salto. Jin había agarrado su velador y lo había estrellado contra la pared, logrando que quedasen semi a oscuras.
-No, no la tengo.- Graznó
-No puedes enojarte conmigo! Amenazó con lastimarlos a ustedes, a ti! Dijo que te haría pagar si yo me negaba!

Eso lo descolocó por varias razones. Su compañero daba a traslucir una ingenuidad digna de un niño... advirtió que el miedo jugaba un partido importante en su manera de pensar.

-¿Cómo se te ocurre creerle? ¡Estaba jugando con tu inocencia! ¿Hacernos daño? Y no se te ocurrió salvarte con tal de...
-¡Me dijo que te haría lo mismo a ti!- Lo interrumpió.- ¡Me dijo que te haría sufrir el doble que a mí! Y yo no podía vivir con la idea de que él...de que él...- Y quebró definitivamente su autocontrol, comenzando a llorar desconsoladamente.

Ya no importaba si Jin se enteraba de sus sentimientos, ya no importaba si le correspondía o no. Acababa de decir cosas prohibidas, y Ryo no se lo perdonaría. Había logrado mantener a salvo a Jin todo lo que había podido. Fue error suyo, después de todo, haber demostrado debilidad ante la mención de él. Pero, no había podido evitarlo...

Sintió unos brazos acogedores que lo acercaban a un cuerpo suave y tibio. Y un par de manos la comenzaron a acariciar el pelo.

-¿Lo hiciste por mí?- le susurró.- Todo este tiempo...lo hacías para protegerme?

Ueda sintió un escalofrío que se fundió con un repentino calor en su estómago. Sólo pudo asentir. Y sintió cómo la calma se iba apoderando de él.

-Eres un tonto...no tenías que... tú... no hacía falta.

Lo separó para mirarlo a los ojos. Y en ese momento, Jin supo, que la persona que estaba enfrente suyo, era la más maravillosa y leal que había conocido jamás.

-No vas a preguntarme por qué? Por qué te protegí tanto? -inquirió Ueda.
-No. Sé que cuando estés listo, tú me lo vas a confesar.

Y le sonrió.
El mayor no reaccionó enseguida ¿Eso qué quería decir? ¿Akanishi ya sabía sus sentimientos?
El chico supo interpretar la confusión en el rostro del rubio.

-Perdóname, pero, cuándo Yamapi vino ayer a contarme, tenía que cerciorarme de que era verdad, así qué...- explayó por su rostro una mueca de culpa- forcé la cerradura de tu locker, y leí tu diario. (N/A: en todos mis fics, los diarios intimos siempre estan en los lockers del vestuario de la J.E. se dieron cuenta? xD)

Inmediatamente el temor usurpó el cuerpo de Tatsuya una vez más.

-Todo?- dijo en un hilo de voz.
-Bueno, sí, porque tenía que encontrar algún comentario que me indicase si era verdad...

Deseó que, en realidad, todo eso fuese una pesadilla. No había “comentarios” en su diario...sino que estaba explayando todo el sufrimiento que Ryo le provocaba, el dolor y la vergüenza. Además, también había escrito los detalles de lo que pensaba de cada miembro, en especial de él.

“Cuando lo miro, siento algo inhumano, algo que va más allá de todas estas trivialidades...amor se queda chico”. Recordaba esa frase, la había escrito a lágrima viva...

Y de esas había miles, y Jin las había leído todas.

-Lo siento, pero estaba tan asustado...que tenía que cerciorarme!

“¿Asustado?” De nuevo sus expresiones le transmitieron sus pensamientos al otro.

-Pero ¿Qué piensas? ¿Que no me importas? ¿Que no eres nadie para mí?

Ueda creyó que si su corazón latía más rápido aún, moriría de un síncope.

-No dejes que Nishikido te cambie la perspectiva del mundo... vales mucho más de lo que crees; no importa que te haya dicho él.

Le gustaba tanto, sostuvo con fuerza el antebrazo de Jin, el cual no había soltado desde el abrazo.

-Ya, ya, no te preocupes, él no volverá a hacerte nada, te lo juro.- le dijo serio mirándolo a los ojos.

Como la gota que desborda el agua de una copa, Tatsuya no lo soportó más. Suspiró abatdo de tantos pensamientos y revelaciones.  Lo miró directo a los ojos, sabía que podía leerle el pensamiento, se acercó a su rostro y cerrando los ojos de manera sepulcral, lo besó...
Jin no lo apartó, y lo correspondió, tomándolo de la cintura firmemente, queriendo dejarle en claro que esas mismas manos no lo volverían a soltar nunca más.

“¿Harto de que se burlasen de él? Oh, sí.”

Pero, eso ya no importaba en lo más mínimo. Ahora, en ese instante, sólo importaba Jin, Jin, y todo lo que eso implicaba.

Continuará...

Owarii~
Les gustó? Yo creo que se me fue la pinza y me emocione destruyendo al pobre de Tat-chan ;o;
Pero, conste que Avi dijo: HACELO SUFRIR!... así que, yo obedecí XD
Creo... que esta bien el rating qe le di, no? Cualquier cosa me avisan =)

Me quedó muy largo, así que lo partí a la mitad, y en unos días les posteo lo que sigue, que advierto desde ya... es muy doloroso xD
Si alguien tiene ganas de que su humor se valla al caño... debe, sin duda, leerlo xD

Bien, me voi!

Coment or die >8D

[pareja]: ryoda, [oneshot] kat-tun, [pareja]: jinda, [oneshot] crossover

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