Dec 07, 2006 16:30
A veces uno tiene ramalazos optimismo antropológico (será que me estoy volviendo políti... digooo, gilipollas) y se empeña en llevarse bien o trabar algunos lazos con cierta persona en particular, aún a sabiendas de que no es buena idea y una pérdida de tiempo. Y aún así se intenta, sabiendo que es un error, por cierta buena voluntad y cierta estupidez soñadora que le dan al menda de vez en cuando.
Pero claro, al final la realidad pesa más y en ese momento uno decide pasar de perder el tiempo y el esfuerzo y mandar a cierta persona a la porra. Y aún por encima uno se siente culpable por no haber llegado a buen puerto.
Pero es que da igual, hay gente que parece que nunca cambia o, al menos, hasta que ocurra algo significativo.
Y, por otro lado, uno piensa en alguien riendo y decide que no le gustaría estar con alguien así, cosa que ya sabía, pero había olvidado, a causa del frío, el viento, el hambre y las tortas.
Pero no. A tomar por culo. Desde luego, tengo que aprender a ser mucho más cabrón y, sobre todo, a no perder el tiempo con causas perdidas. Lo siento, pero hay gente que no merece la pena. (Y reconozco que puede ser recíproco y mucha gente piense que yo no valgo la pena. Es normal, no todas las piezas del puzzle encajan entre sí).
Así que.... patada. (Al menos durante otra porrada de años)
vidilla