[FAN-FIC] "PLEASE, CALL ME LOVE..."

Jan 06, 2011 21:19

¿ALGÚN COMENTARIO COMO INTRODUCCIÓN PARA ESTA ENTRADA? A decir verdad sip... sólo que me he tardado bastante en actualizar mi fic, pero como en estos días voy a estar libre en casa creo que aprovecahré para avanzar lo más que pueda antes de mi regreso al colegio u.u, además planeo escribir un nuevo fic basado en esta pareja, pero sería algo así como un especial de San valentín que pondré AQUÍ y tal vez en FF.net, depende de como me sienta, porque no todos mis Fics van a dar a esa web ¬¬

Mientras Enjoy este fic que he disfrutado escribir n_n

Autor:ryuzaki_chan93
Título:Please call me love
Parejas/Personajes:Alfred x Arthur
Advertencias:Comedia, yaoi, drama, lemmon
Resumen: America está enamorado de Inglaterra, sin embargo este último no parece querer reconocer lo que su antigua colonia siente hacía él así como así...


CAPITULO 1 y 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4

Capitulo 5:

Inglaterra estaba entre el grupo de países conformado por Francia, los hermanos Italia, Japón, Alemania, Prusia, España, Austria y Hungría. Todos parecían divertirse en aquel bar lleno de música, alcohol y mujeres hermosas, esto último tenía a las dos Italias suficientemente satisfechos, cualquier oportunidad era perfecta para sacar a relucir sus armas de seducción.

-Oye, oye, bella, bésame -le decía Feliciano a una joven que se sentó a su lado en la barra.

Al instante apareció Lovino con nuevos piropos para la chica que se sentía cada vez más alagada por las frases. Sin duda los italianos son los auténticos expertos de las conquistas.

-Mira como esos dos cortejan a esa señorita -le dijo Francia a España -No cabe duda que lo aprendieron de su hermano mayor.

-Ellos no son unos pervertidos como tú -Se rió Antonio llevándose su trago hasta el fondo.

-¿Pervertido? ¿Qué quieres decir? -reclamó el francés.

Al final de la barra Arthur observaba como el cortejo de los Italianos era interrumpido por Alemania y España, quienes lo arrastraron hasta su mesa. España se sentó con una animada sonrisa, a pesar de que Lovino le había pateado una espinilla, mientras que Feliciano no paraba de llorar.
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El desquiciante ruido de su celular interrumpió su juego perfecto, no le quedó de otra más que levantarse y buscar el aparatito ese entre los montones de golosinas que dejó regadas por todo el suelo. Maldecía una y otra vez mientras buscaba, hasta que finalmente lo pudo
encontrar. Inmediatamente reconoció el número, se trataba de Kiku.

-Hello! -Contestó

-Alfred-san, ¡qué bueno que contesta! -Habló Kiku -Espero no molestarlo.

-No, para nada -dijo con sarcasmo.

Kiku entendió el tono con el que Alfred le hablaba, así que se apresuró decir:

-Sólo llamo para invitarlo a beber uno tragos conmigo y las otras naciones...

-Ya dije que no -interrumpió el americano

-Pero usted es el país anfitrión… está quedando mal con nosotros…

-No me importa.

-Y yo que pensaba que loes héroes no defraudaban a nadie -atinó a decir Kiku.

America se quedo callado un momento, después de mucho pensarlo dijo con decisión:

-I’m the hero! ¡Voy para allá! -concluyó colgando.

Alfred salió a toda prisa de la habitación para arreglarse un poco, no tenía ánimo de asistir, pero él era el país anfitrión y no podía quedar mal, aunque lo que realmente le importaba en ese momento era demostrar que sí era un héroe y que no defraudaba a nadie.
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En la barra de aquel bar, un dúo en la barra se aferraba al recuerdo de un par de pequeños que, después de todo, tuvieron que crecer.

-Romano era tan lindo… -decía un español -ahora míralo, ¡ya es todo un hombre! -exclamó señalando a donde estaba el italiano con una hermosa pelirroja.

Al lado del español Inglés intentaba no hacer memoria de lo que había vivido al lado de su ex colonia, sus esmeraldas se habían tornado grises por los nubarrones del recuerdo. El español entendió entonces que no debía indagar más en la herida que empezaba a abrirse, como siempre sucedía, prefirió quedarse callado y siguió bebiendo como si nada, intentando también ignorar a aquel italiano.

-Idiota... -musitó el inglés agachando la cabeza.

-Arthur, ¿estás bien? -preguntó el español.

Y de la nada Arthur empezó a llorar sobre la barra, la verdad esto era lo que su acompañante estaba esperando.

-¿Qué te ocurre, mon amour? -preguntó Francia sentándose al lado de Arthur para abrazarlo.

-Lo mismo de siempre -respondió España.

-Ustedes y su complejo de Edipo, ya no me sorprenden -suspiró el francés.

-¡¿Qué has dicho, wine bastard?! -le reclamó Arthur al tiempo que le jalaba las mejillas a Francis.

-Mira quien lo dice, el que se la pasa acosando a Canadá y a Seychelles -agregó Antonio molesto.

Mientras aquellos tres peleaban, en la puerta del lugar hizo su parición Alfred F. Jones con una sencilla vestimenta, de cual destacaba la misma chamarra de siempre.

Para America fue inevitable no posar sus ojos sobre el escándalo que armaban Francia, España e Inglaterra, sin duda Arthur se había puesto sentimental de nuevo, típico del británico.

-America-san -le llamó Japón invitándolo a su mesa.

-Japón, ¡qué bueno que te encontré! -se alegró el americano, Kiku era el único que parecía estar aun en sus cinco sentidos.

-¿Quiere algo de beber?

-Eh… No thanks… así está bien…

Instintivamente, Alfred giró la cabeza a donde estaba aquel trío, y su sorpresa fue tal al ver que el británico empezaba desnudarse.

-Interesante -dijo Japón sacando una cámara.

-Fuck! -exclamó Alfred poniéndose de pie seguido por el japonés.

Lo primero que se le ocurrió al americano para detener la locura de Arthur fue lanzarse sobre él, y así lo hizo. Ambos cayeron al suelo, el cuerpo del más alto oprimía el de el más bajo, quien ya había empezado a desabrocharse los pantalones.

Todos se quedaron en silencio observando la escena bastante peculiar, por llamarle de algún modo: Arthur semidesnudo con una de sus piernas sugerentemente atrapada entre las piernas de Alfred y este último con la cara entre su cuello y sujetándole las muecas con ambas manos por encima de la cabeza.

-¡Qué hermosura! -exclamó Hungría sacando una cámara para fotografiaros a dueto con Japón, Austria simplemente se cubría la cara con indignación ante el comportamiento de la chica.
Alfred y Arthur habían quedado en shock debido a la impresión que les causaba estar frente a frente y en parte por la impulsiva acción del americano.

-¡Muévete, idiota! -Grito Inglaterra sacudiéndose debajo de America.

El de ojos azules sintió como la pierna del Inglés se movía peligrosamente entre sus piernas y sonrojado se hizo a un lado antes de que las consecuencia fueran en verdad terribles.

-Sorry! -se disculpó el americano.

-No puedo… levantarme -dijo el inglés.

-Es natural -agregó España -estás completamente ebrio.

-¿Cuánto se supone que bebió? -Preguntó Alfred.

-Un vaso de agua y un vaso y medio de ron -respondió España.

Alfred suspiró con fuerza. Arthur, por su parte, se acurrucó en el suelo y se quedó dormido como si nada y las otras naciones empezaron a rodearlo.

-Oigan, ¿Qué hacemos con Inglaterra? -preguntó Gilbert picándole una mejilla.

-Pues es obvio -dijo Austria cruzándose de brazos.

-Sí -respondió Francia -Alguien va a tener que aprovecharse de él, quiero decir, llevarlo al hotel.

-Estoy de acuerdo -intervino Alemania -¿Alguien se ofrece a llevarlo?

De inmediato Francis alzó la mano con una sonrisa bastante pervertida que indicaba sus intenciones, no obstante America se apresuró a levantar al inglés en su espalda y con una tierna sonrisa dijo:

-Yo lo llevaré.

-¿Eh? Eso no es justo, Alfred -reclamó el francés -además yo alcé la mano primero, ¿no es así, Ludwig?

-Bien -dijo el alemán -levante la mano el que esté a favor de que sea America y no Francia quien se lleve a Inglaterra.

Todos levantaron la mano a favor de Alfred sorprendiendo al francés, incluso el propio Inglaterra, aun dormido, levantó la mano.

Alfred salió de aquel bar con Arthur sobre su espalda, ahora sólo debía completar la misión, que era llevarlo al hotel y nada más, no tenía porque hacer otra cosa que no fuera entrar al cuarto del inglés, dejarlo en su cama, quitarle los zapatos y dejarlo durmiendo.

Como pudo sacó las llaves de su auto para poder abrir la puerta trasera y a acomodar a Arthur, quien empezó a reírse entre sueños mientras le echaba su chamarra encima.

-No, me haces cosquilla… ¡Basta, Chelsea!

-¿Chelsea? ¿Quién es ella? -Preguntó Alfred celoso -seguramente está teniendo un sueño de esos… no me extraña de ti, Iggy.

Cerró la puerta para después subir a su asiento, antes de encender el coche se dio un par de topes contra el volante, había jurado no volver a llevar a casa a Arthur por causa de sus borracheras, ¿sólo para eso interrumpió su juego?

-Fuck! Y pensar que ahora podría estar rompiendo mi propia marca en vez de estar lidiando con este borracho -decía maldiciendo su suerte.

Sin más que decir echó a andar el coche rumbo al hotel donde se hospedaba el ojiverde, no imaginaba que tendría que hacer mucho más que ponerlo en la cama, le esperaba una noche muy larga.

fanfiction, joker, usaxuk, hetalia

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