[FAN-FIC] "PLEASE CALL ME LOVE"
Autor:ryuzaki_chan93
Título:Please call me love
Parejas/Personajes:Alfred x Arthur
Advertencias:Comedia, yaoi, drama, lemonade
Resumen: America está enamorado de Inglaterra, sin embargo este último no parece querer reconocer lo que su antigua colonia siente hacía él así como así...
CAPITULO 1
Capitulo 2
La horas pasaron y Alfred no regresaba, todos empezaron a preocuparse, era la primera vez que Alfred Jones no pasaba la noche en la mansión. Arthur, por su parte, hacia hasta lo imposible por disimular la enorme preocupación que lo consumía en ese momento.
-Idiota, ¿Dónde te metiste? -Musitó mientras bebía una copa de ginebra -¿No crees que estas muy grande para hacer tus rabietas?
Arthur se embriago al instante, bastaron dos copas más para tirarlo al piso y no despertar hasta al día siguiente cuando Alfred regreso a casa. El americano fue recibido en las cuadras donde se disponía aguardar su caballo por el mayordomo de Arthur, Ryan.
-¡Qué bueno que regreso sano y salvo, señorito! -Dijo el hombre mientras ayudaba a bajar al muchacho -Todos estábamos muy preocupados por usted, en especial mi Lord.
-¿Enserio?-pregunto Alfred sonrojado
-Sí, mi Lord incluso me pidió que le subiera una botella de ginebra a su recamara para calmar sus nervios.
Al escuchar esto Alfred salió disparado a los aposentos de Arthur. Sus ojos casi se llenaron de lágrimas al ver a Arthur tirado en el suelo. Se coloco a su lado para intentar despertarlo, se acerco un poco a su rostro para sentir su respiración y muy lentamente pegó su oreja a su pecho.
-Creo que está bien -suspiró Alfred -Pero tampoco es bueno que te quedes en el piso.
Alfred cargo al inglés entre sus brazos y lo depositó con suavidad en la cama, se veía tan sereno mientras dormía, ante los ojos de Alfred Arthur era el ser más hermoso del mundo.
-Voy a quitarte esa ropa incomoda para que descanses -dijo Alfred poniéndose de pie para sacar el pijama del chico.
Regresó al lado de su hermano para cambiarlo de ropa. Cuando empezó a desabrocharle la camisa se encontró con u valle de piel blanquísima, sus manos se vieron invitadas a acariciar ese pecho, no le quedó más remedio que obedecerlas y satisfacer su capricho. Tal como lo había imaginado, la piel de Arthur era tan suave como el pétalo de una flor.
Al sentir las manos frías de Alfred sobre su cuerpo Inglaterra abrió los ojos de golpe.
-¿Qué diablos haces? -preguntó Arthur visiblemente molesto.
El inglés vio las manos de su hermano sobre su pecho lo cual le hizo retroceder un tanto confundido; sus ojos dejaron de mostrar enojo, sus mano empezaron a sudar y su mente empezó a buscar un sin fin de justificaciones para las traviesas manos de su hermano.
-¡Idiota! ¿Por qué haces eso? -le cuestionó Arthur mientras se cubría el pecho con la camisa.
-Eso es porque tu piel es muy suave -Fue lo único que el joven pudo responder, además esa era la verdad.
Arthur se sonrojó violentamente.
-No… no digas esas tonterías, mocoso malcriado -dijo Arthur mientras se volvía a abrochar la camisa -Y ya puedes salir de aquí.
-¿Eso es todo lo que me dirás?
-¿Y qué otra cosa quieres que te diga? ¿Quieres que te reprenda como a un niñito que se escapa de su casa? Lo siento, pero ese no es mi estilo.
Arthur se levantó de la cama sin mirar al chico frente a él, su propósito era abrir la puerta para que saliera de una buena vez, sin embargo antes de que pudiera alcanzar la perilla Alfred lo alcanzó para arrinconarlo contra la pared.
-Arthur ¡escúchame! -Exigió América -Yo realmente necesito que me escuches.
-¡No quiero oír tus excusas! ¡Sólo vete! ¡Vete de mi cuarto!
-Inglaterra, deja de ser tan necio -dijo Alfred pegándose al cuerpo del oji-verde para aprisionarlo aun más.
-¿Qué te pasa? Actúas muy extraño.
-Anoche lo adivinaste… dijiste que estaba enamorado y eso es lo que me pasa.
-¿Y por qué te desquitas conmigo? -pregunto Inglaterra empujando a Alfred para escapar.
-¿Quieres saber quién es el afortunado?... eres tú… te amo Arthur.
Sin decir más Alfred aprisiono el delicado cuerpo de Arthur entre sus brazos. El inglés abrió sus esmeraldas de par en par, todavía no terminaba de procesar las palabras que el joven acababa de pronunciar cuando ya tenía sus labios sobre los suyos.
Alfred finalizo el beso sólo para escuchar la respuesta de Arthur, este solamente bajo la mirada y dijo:
-Estás equivocado.
-¿Qué dijiste?
-Tú simplemente estas confundiendo tus sentimientos de gratitud con sentimientos de
enamoramiento…
-¡No!
-A tu edad eso es muy normal…
-¡No! ¡Yo conozco mis sentimientos! Es por eso que…
-¡Suficiente! Detén esta comedia antes de que me enoje más.
Alfred fue rechazado inminentemente, lo entendió todo. Liberó a Arthur de su prisión y abandonó el cuarto como quería, su corazón se había partido en miles de fragmentos que difícilmente serían restaurados.
Una vez fuera de la habitación el americano sintió las lagrimas correr por sus mejillas.
-No importa lo que digas Arthur, no me rendiré, haré que me veas como algo más que un hermano.
Continuará…
Título:Please call me love
Parejas/Personajes:Alfred x Arthur
Advertencias:Comedia, yaoi, drama, lemonade
Resumen: America está enamorado de Inglaterra, sin embargo este último no parece querer reconocer lo que su antigua colonia siente hacía él así como así...
CAPITULO 1
Capitulo 2
La horas pasaron y Alfred no regresaba, todos empezaron a preocuparse, era la primera vez que Alfred Jones no pasaba la noche en la mansión. Arthur, por su parte, hacia hasta lo imposible por disimular la enorme preocupación que lo consumía en ese momento.
-Idiota, ¿Dónde te metiste? -Musitó mientras bebía una copa de ginebra -¿No crees que estas muy grande para hacer tus rabietas?
Arthur se embriago al instante, bastaron dos copas más para tirarlo al piso y no despertar hasta al día siguiente cuando Alfred regreso a casa. El americano fue recibido en las cuadras donde se disponía aguardar su caballo por el mayordomo de Arthur, Ryan.
-¡Qué bueno que regreso sano y salvo, señorito! -Dijo el hombre mientras ayudaba a bajar al muchacho -Todos estábamos muy preocupados por usted, en especial mi Lord.
-¿Enserio?-pregunto Alfred sonrojado
-Sí, mi Lord incluso me pidió que le subiera una botella de ginebra a su recamara para calmar sus nervios.
Al escuchar esto Alfred salió disparado a los aposentos de Arthur. Sus ojos casi se llenaron de lágrimas al ver a Arthur tirado en el suelo. Se coloco a su lado para intentar despertarlo, se acerco un poco a su rostro para sentir su respiración y muy lentamente pegó su oreja a su pecho.
-Creo que está bien -suspiró Alfred -Pero tampoco es bueno que te quedes en el piso.
Alfred cargo al inglés entre sus brazos y lo depositó con suavidad en la cama, se veía tan sereno mientras dormía, ante los ojos de Alfred Arthur era el ser más hermoso del mundo.
-Voy a quitarte esa ropa incomoda para que descanses -dijo Alfred poniéndose de pie para sacar el pijama del chico.
Regresó al lado de su hermano para cambiarlo de ropa. Cuando empezó a desabrocharle la camisa se encontró con u valle de piel blanquísima, sus manos se vieron invitadas a acariciar ese pecho, no le quedó más remedio que obedecerlas y satisfacer su capricho. Tal como lo había imaginado, la piel de Arthur era tan suave como el pétalo de una flor.
Al sentir las manos frías de Alfred sobre su cuerpo Inglaterra abrió los ojos de golpe.
-¿Qué diablos haces? -preguntó Arthur visiblemente molesto.
El inglés vio las manos de su hermano sobre su pecho lo cual le hizo retroceder un tanto confundido; sus ojos dejaron de mostrar enojo, sus mano empezaron a sudar y su mente empezó a buscar un sin fin de justificaciones para las traviesas manos de su hermano.
-¡Idiota! ¿Por qué haces eso? -le cuestionó Arthur mientras se cubría el pecho con la camisa.
-Eso es porque tu piel es muy suave -Fue lo único que el joven pudo responder, además esa era la verdad.
Arthur se sonrojó violentamente.
-No… no digas esas tonterías, mocoso malcriado -dijo Arthur mientras se volvía a abrochar la camisa -Y ya puedes salir de aquí.
-¿Eso es todo lo que me dirás?
-¿Y qué otra cosa quieres que te diga? ¿Quieres que te reprenda como a un niñito que se escapa de su casa? Lo siento, pero ese no es mi estilo.
Arthur se levantó de la cama sin mirar al chico frente a él, su propósito era abrir la puerta para que saliera de una buena vez, sin embargo antes de que pudiera alcanzar la perilla Alfred lo alcanzó para arrinconarlo contra la pared.
-Arthur ¡escúchame! -Exigió América -Yo realmente necesito que me escuches.
-¡No quiero oír tus excusas! ¡Sólo vete! ¡Vete de mi cuarto!
-Inglaterra, deja de ser tan necio -dijo Alfred pegándose al cuerpo del oji-verde para aprisionarlo aun más.
-¿Qué te pasa? Actúas muy extraño.
-Anoche lo adivinaste… dijiste que estaba enamorado y eso es lo que me pasa.
-¿Y por qué te desquitas conmigo? -pregunto Inglaterra empujando a Alfred para escapar.
-¿Quieres saber quién es el afortunado?... eres tú… te amo Arthur.
Sin decir más Alfred aprisiono el delicado cuerpo de Arthur entre sus brazos. El inglés abrió sus esmeraldas de par en par, todavía no terminaba de procesar las palabras que el joven acababa de pronunciar cuando ya tenía sus labios sobre los suyos.
Alfred finalizo el beso sólo para escuchar la respuesta de Arthur, este solamente bajo la mirada y dijo:
-Estás equivocado.
-¿Qué dijiste?
-Tú simplemente estas confundiendo tus sentimientos de gratitud con sentimientos de
enamoramiento…
-¡No!
-A tu edad eso es muy normal…
-¡No! ¡Yo conozco mis sentimientos! Es por eso que…
-¡Suficiente! Detén esta comedia antes de que me enoje más.
Alfred fue rechazado inminentemente, lo entendió todo. Liberó a Arthur de su prisión y abandonó el cuarto como quería, su corazón se había partido en miles de fragmentos que difícilmente serían restaurados.
Una vez fuera de la habitación el americano sintió las lagrimas correr por sus mejillas.
-No importa lo que digas Arthur, no me rendiré, haré que me veas como algo más que un hermano.
Continuará…