Aug 04, 2007 14:16
bueno pues nada.......que ya se me va apsando poco a poco el bajoncillo y tal y ayer me dio x escribir algo.
es mi primer AU asi q x favor no seais muy criticas........ espero q os guste
besazos
Estaba de paso por NY intentando atraer a nuevos clientes para la nueva agencia que abrimos hace un mes en la ciudad. Para mi sorpresa tenia una cita con ejecutivo de Niké que quería una campaña a nivel nacional en una galería de arte. Según me había comentado Cinthya el ejecutivo era dueño de la pequeña galería e inauguraba la exposición de un artista nuevo ese mismo día y le había parecido una buena idea encontrarnos en la inauguración.
Cuando entre en la galería un joven con una lista se me acerco:
- ¿Su nombre por favor?
- Kinney, Brian Kinney.
- De acuerdo Sr. Kinney, el señor Davison le esta esperando espere que voy a buscarlo.
Mientras esperaba al Sr. Davison no pude evitar fijarme en las obras colgadas. Estaba mirando una obra apasionante, con fuerza, con garra, cuando:
- Sr. Kinney. Soy Jack Davison. Encantado de conocerle.-dijo mientras me estrechaba la mano.
- Igualmente.-conteste devolviéndole el saludo.
- ¿Le gusta? - pregunto señalando el cuadro.- Tiene por titulo Sonrisas, y estamos haciendo una subasta silenciosa para apoyar la investigación contra el sida.- añadió, cualquiera diría que me había citado en la galería para venderme una obra de arte en vez de para cerrar la negociación de la cuenta.
- Si la verdad que me ha atraído bastante. Tal vez más a delante haga mi puja.
- Por supuesto. -de repente se giro cuando el joven de antes le toco el hombro y señalo una pareja que le saludaba desde la otra punta de la galería.- discúlpeme Sr. Kinney, ya sabe negocios. Prometo estar en breve con usted.
- No se preocupe seguiré mirando los cuadros para ver si me interesa alguno
Estaba contemplando un lienzo enorme en el que se podía ver Central Park. De repente un joven rubio y muya tractivo se puso a mi lado a contemplar el lienzo con una copa de Champán en la mano.
- No sabe usted como pesa el condenado. Justin Taylor, encantado.- se presento con una sonrisa, una de esas sonrisas que muy poca gente posee capaz de iluminar todo NY en sus días más grises.
- Brian Kinney.-conteste.- son muy buenas sus obras Sr. Taylor.
- Muchas gracias, pero hágame el favor de tutearme.
- Claro Justin, siempre y cuando tu hagas lo mismo.- dije mirándole de arriba abajo. Realmente era atractivo, rubio, complexión juvenil.
- ¿Le apetece una visita guiada?
- Por supuesto, no todos los días se tiene la suerte de que el artista te explique sus obras.
Tras pasearnos toda la galería y oír todos los comentarios del artista acerca de sus obras Davison apareció:
- disculpe la espera Sr. Kinney. Espero que haya disfrutado de la exposición en mi ausencia.
- Como para no hacerlo cuando es el propio artista el que te la enseña.- dije echándole una mirada de complicidad a Justin.
- Me alegro. También espero que haya pujado por algún cuadro, no olvide que es para una causa benéfica.-dijo sonriendo.- ahora si quiere pasamos a mi despacho para firmar los papeles de la campaña.
- Claro.-le conteste maldiciendo dentro de mí por no poder pasar más tiempo con el artista.
Tras un buen rato en el despacho de Davison salimos de nuevo a la galería. La mayor parte de la gente se había marchado ya.
- Justin, ¿como ha ido la subasta?-pregunto Davison
- Muy bien, la verdad mejor de lo que esperaba.- contesto el artista, y tras ello se giro hacia mi con una gran sonrisa y añadió.- Sr. Kinney enhorabuena, es usted propietario de Sonrisas así que cuando quería puede darle su dirección al chico que esta en la mesa de la entrada para que se la mande dentro de dos semanas cuando acabe la exposición.
- Perfecto Sr. Taylor.- dije sin poder evitar sonreír.- apuntare mi dirección donde usted diga.
Cuando estaba dándole mi dirección al joven de la entrada note como alguien me tocaba el hombre.
- Brian, vamos a ir a tomar unas copas para, ya sabes, celebrar lo bien que ha ido la exposición.- me dijo el rubio con una de sus sonrisas.
- Claro, por que no, todavía no he tenido demasiado tiempo para conocer la noche neyorkina.
- Perfecto entonces iré pidiendo los taxis.
Entramos en una discoteca, para mi fortuna gay. Me acerque a la barra a pedir una copa, me la estaba bebiendo cuando me gire a la pista vi al joven rubio rodeado de tíos cachas, muy follables la verdad, cuando pensé que el joven artista tenia un sex appeal inexplicable, me ponía cachondo simplemente mirándole. Sin darme cuenta nuestras miradas se cruzaron, y el rubio comenzó a contonearse culo prieto hacia donde yo estaba. Quitándome la copa de las manos dijo:
- ¿lo estas pasando bien Brian?
- Si la verdad que no me esperaba que la fiesta en la Gran Manzana fuera tan…………digámoslo así…….entretenida.
- Me alegro. La verdad no sabía si te ibas a encontrar cómodo en este ambiente.
- ¿Por qué no iba a estarlo?- le interrogue con la mirada, y antes de que me contestara que pensaba que era el típico hetero, felizmente casado y con una tropa de crios le dije.- soy dueño de la discoteca gay mas rentable de Pittsburg.
- No sabia que tu……..vamos que creía que eras………-dijo sonrojándose.-en fin que mejor si no es así.- añadió dedicándome un guiño.
Tras estar un par de horas bailando en la mitad de la pista con el rubio, y tras estar todo ese tiempo haciendo esfuerzos por no coger al rubio y llevármelo lejos, tras tirarme todo el tiempo muy cachondo debido a los roces de nuestras caderas, el artista se acerco a mi oreja y me susurro:
- si te apetece no vivo lejos de aquí.- casi me corro cuando me lo dijo y separo su cabeza de la mía mordiéndose el labio inferior.
- La verdad.- vacile un poco.- me encantaría conocer mas encantos de esta ciudad.- el rubio no pudo evitar sonreír al oír mis palabras y sin poder evitarlo le devolví la sonrisa.
Una vez en su apartamento, los besos se volvieron intensos, suaves, calidos……… excitantes. Sin darme apenas cuenta Justin comenzó a desatarme la camisa. Entre caricias el rubio comenzó a bajar lamiendo todo mi torso, y concentrándose primero en los pezones, y luego en el ombligo. Antes de darme cuenta mis pantalones se habían deslizado por mis piernas hasta los tobillos y Justin tenia sus labios rodeando mi erección.
Tras unos cuantos preliminares Justin se dio la vuelta y extendiéndome un condón levanto las caderas para dejarme claro cual quería que fuera mi próximo paso. Sin pensármelo dos veces rasgue el envoltorio y puse el preservativo en mi pene. Tras extender un poco del lubricante por la apertura del Rubito le penetré. Fue intenso, lleno de gemidos, sin duda uno de esos polvos que me costaría olvidar. Justin se levanto y giro la cabeza haciendo la penetración mas profunda y besándome calidamente los labios. Sin darme cuenta mi mano comenzó a bajar por sus abdominales llegando a su pene. Acaricie la punta de su pene un par de veces y entre gemidos Justin se corrió en mi mano. No pude evitar correrme cuando note como su agujero se estrechaba alrededor de mi pene debido a las convulsiones que Justin tubo cuando llego al orgasmo.
Tras pasarnos toda la noche follando y tras haber dormido un par de horas me desperté. Mire a mi lado y vi su cara, sin duda la cara de un ángel, levante y tras vestirme entre en la cocina. Rebusque al lado del teléfono en busca de una hoja y cuando la encontré escribí:
Gracias por la noche, sin duda será difícil de olvidar.-no me podía creer que estuviera escribiendo esto pero la verdad es que esa noche había notado que nuestros cuerpos se complementaban como piezas de un rompecabezas sin terminar hasta la fecha.- y me encantaría repetirla, esos i en mi terreno.
Perdóname por irme así pero mi vuelo sale a las 15:00 y tengo que pasarme por el hotel antes. Será un placer que me lleves en persona el cuadro a Pittsburg, tienes mi dirección. Si no solo tienes que preguntar en Liverty Ave. Por Babylon.
Brian
Le deje la nota sobre la mesita de noche al lado del lubricante y salí del apartamento sin hacer mucho ruido.