Australia se quedó de piedra. Sin saber por qué, cierto rubio hermano suyo apareció en su mente. Y después de eso, sólo pudo correr. Basado en el terremoto de Nueva Zelanda, 22/02/11.
~ Fandom: Axis Powers Hetalia.
~ Titulo: Corazonada.
~ Claim: NewAus (Pero es lo más soft de la vida~)
~ Advertencias: Me estoy "inventando" la personalidad de Nueva Zelanda, Wy y Australia (se explica abajo). Aparte de eso, creo que nada.
~ Notas: Basado en el terremoto que sacudió a Nueva Zelanda el 22 de febrero del 2011. Y hablando de eso, si tienen los medios para enviar ayuda, no duden en usarlos.
Tanto Nueva Zelanda como Australia ya fueron dibujados por Hiyamura, pero todavía no han tenido su aparición oficial. Sin embargo, la personalidad de Australia ya está bastante definida por las fans, y es difícil pensar que Hiyamura lo vaya a hacer diferente. En tanto a Nueva Zelanda, no se sabe nada de él, pero por lo que veo en sus bocetos, parece que será un chico dulce, tierno y calmado.
Hablando de eso, ya sé que no se conoce el sexo de Nueva Zelanda, por lo que lo tomaré como un chico (bueno, es que por más que miro los dibujos, me es imposible ver una chica D:)
En tanto a Wy, no recuerdo si ya salió en el comic. En todo caso, esa niña es bastante querida por las fans y se supone que incluso el príncipe de Wy hizo una pintura de ella y Sealand. En mi mente, es un poco tsundere pero algo revoltosa, como su hermano (Australia).
~ Disclamer: Los personajes que aparezcan son de Hiyamura, quien debería darnos un poco más de Oceanía :)
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Las manos le sangraban y las heridas escocían por la suciedad a la que eran expuestas. Podía sentir el olor a sal debido al sudor que bañaba su camiseta y se deslizaba por frente y nariz, empapándole el cabello y estrellándose con cada movimiento en la tierra. Cierto sabor amargo le bailaba en la boca, y aunque intentaba tragárselo, de alguna forma ese sólo movimiento le dolía en la garganta, haciéndolo imposible. Sus ojos ardían, pero prefería esa incomodidad a dejar su trabajo un segundo para limpiárselos.
Porque cada segundo era sagrado.
- ¡Aussie, por favor, te estás lastimando! - La pequeña niña trató de detener su frenesí pero el más alto no tuvo reparos en sacudírsela en un movimiento.
- Siguió en su labor de retirar escombros, sin parar, con la desesperación latente en su rostro. Estaba angustiado, ¿para qué negarlo? Pero no iba a dejar que sus sentimientos obstaculizaran su meta.
- ¡Hermano, escúchame por favor! - el Principado de Wy dio una patada de frustración al piso. No le gustaba ser ignorada, pero tampoco podía presionar al moreno -. ¡No vas a conseguir nada sin ayuda-!
- Shut up! - casi ordenó el castaño - ¡Al menos yo hago algo!
- ¡Creo que sabes bastante bien que varias personas hacen algo!
- ¡Pero no es suficiente, Wy! - Australia no pudo contenerse más. Movido por la frustración, dio un puño contra lo que quedaba de una pared a su derecha. Esta cedió ante el golpe y se derrumbó, tragándolos en una nube de humo momentánea y aumentando la basura alrededor -… no es suficiente.
La morena observó como el mayor se doblaba ante su peso y el de la realidad. Arrodillado en el piso, todavía dio un par de puñetazos a la tierra, hiriendo un poco más sus manos debido a algunos pedazos de cemento afilados y vidrios que yacían por ahí.
Mas no estuvo en esa posición más de dos milésimas, pues casi inmediatamente volvió a su labor de despejar el lugar. Perseverando, aunque sólo lo guiase una mera corazonada, aun cuando no recibía ayuda porque toda estaba repartida por el resto de la ciudad, y a pesar de que las fuerzas ya no le daban para más.
Entonces decidió que era suficiente. Acuclillándose junto a él, empezó a ayudarlo como podía. Australia se sorprendió un momento, pero sólo uno bastante corto, pues al instante retomó la tarea. Sabía que su hermanita no era tan fuerte, y era evidente cómo, si bien se esforzaba por colaborar, trataba de escoger piedras que pudiese cargar y que no la dañasen tanto.
Aun así, lo estaba ayudando. Y la intención era lo que contaba.
Y justo cuando entre los dos removían un pedazo de viga, Wy gritó, prácticamente arrojando la pieza:
- ¡NewZee!
Ambos se lanzaron en pos de los cabellos rubios que se asomaban por entre los residuos de lo que en otro momento fue un edificio. Animados por la esperanza, Australia trabajó el doble de rápido y Wy perdió el miedo a salir herida.
Pronto los cabellos eran una cabeza y la parte superior de una espalda y en ese momento la figura "cobró vida" y se las arregló para salir de donde estaba por si misma. Australia no el perdió tiempo: tomándolo firmemente de los hombros, ayudó al joven a tenderse boca abajo en el pavimento.
En sus brazos, una niña de al menos cuatro años permanecía resguardada a los posibles daños.
Los hermanos se acercaron al chico que pronto identificaron como Nueva Zelanda.
- Pobre criatura - murmuró la trigueña, sin referirse a alguien en específico. Girando un poco al rubio, logró obtener una mejor apreciación de la pequeña que había estado protegiendo: tenía el cabello castaño claro y ondulado, sucio como era de esperarse. De piel ligeramente morena por el sol y ojos claros. Aparte de eso, estaba bien. La tomó de los brazos del joven y la acunó en los propios; pronto la niña estaba aferrada a su cuello y lloriqueaba por un poco de agua -. Iré a que la atiendan. Tú cuida a NewZee, ya los buscaré en el hospital.
- Ten cuidado - comentó la isla más grande, sin embargo, la otra joven ya se perdía en la distancia. Soltó un suspiro que mezclaba el alivio, el cansancio y la alegría.
No pudo evitar pasar una mano por la frente del más joven, retirando algunos mechones dorados - ahora opacos debido al polvo -, ocultó en el gesto una caricia de agradecimiento.
- Hey, Mate - saludó con su ahora restaurada sonrisa.
Acostado en el piso, Nueva Zelanda tardó todavía otro poco antes de abrir con dificultad un ojo.
- Hey… Bro - saludó a su vez la otra isla, aparentemente atontada por el sol que daba de lleno en su cara.
-You had us worried, pal - diciendo esto, Australia se acercó a su hermano. Pasó un brazo de este encima de sus hombros y, sosteniéndolo de la cintura, le ayudó a incorporarse. Recibió varios gruñidos quejumbrosos por parte del otro, pero cuando insinuó que podía llevarlo cargado al estilo "novia recién casada", nada más fue objetado.
Obviamente, se rió de manera abierta por eso.
-I know, sorry - la respuesta llegó finalmente, con un poco de dificultad debido al esfuerzo que el más chico hacía. Después de todo, se había golpeado bastante, además de que el estado de su ciudad y el dolor y preocupación de su gente adicionaba penas e incomodidades -, es sólo que cuando empezó el temblor y vi a la niña. Bueno… no quería que se repitiese… ya sabes, 1931
Sí, Aussie sabía. Vaya que sabía. Otro día que se había llevado un gran susto, una vez más gracias a la isla a su este. Sin embargo, esa vez la niña en los brazos de Nueva Zelanda no tuvo tanta suerte.
Sabía también que en esos momentos, su compañero trataba de tragar un nudo en su garganta.
- Si, lo recuerdo. 3 de febrero - comentó, y el tema se dio por concluido.
~
Esa noche, los tres oceánicos se reunieron en una misma habitación en el hospital. Hicieron algarabía como era su costumbre, Wy corriendo, gritando y regañando a todos por igual, Australia siendo tan ruidoso y extremo como siempre (casi se rompe el cuello tratando de "surfear" con la bandeja del almuerzo sobre el sofá que había ladeado de manera conveniente), mientras Nueva Zelanda se limitaba a reírse y aguantar las bromas de las que difícilmente se podía defender desde su posición, tendido en la cama.
Finalmente se calmaron un poco cuando las enfermeras llegaron a amenazarles con echarlos. Lograron quedarse sólo porque Australia coqueteó con ellas, y Wy y NewZee pusieron esa expresión de total inocencia que de tanta práctica, a la perfección les salía.
Pasaron la noche allí.
Sólo que mientras la niña y el rubio dormían en la misma cama (Wy empujando hasta casi el borde al otro niño, que contrarrestaba el abuso abrazándose cómo podía a ella; así, si se caía, al menos no lo hacía solo), el mayor de los tres se dedicó a hacer varias llamadas a su gobierno y demás hermanos que tenía regados por el mundo.
Hacia bien entrada la madrugada colgó de manera terminante el teléfono. Dedicó una larga mirada a quienes descansaban, sin poder evitar una sonrisa ante la escena (eso sí, jamás la comentaría a Nueva Zelanda, pues seguro se enojaba si le recalcaba su parecido con una niña, especialmente al dormir. Y obvio, tampoco le mostraría las fotos que había sacado de su celular y que copiaría, guardaría y probablemente compartiría con Canadá, Wy e Inglaterra).
Nuevamente sin poder evitarlo, pasó una mano entre las doradas hebras que eran el cabello del otro chico.
Sé que no puedo evitar lo que te pasa, pero puedo ayudarte. Y te ayudaré, siempre, a ti y a Wy, hasta donde pueda e incluso más. Porque nuestro lazo es tan fuerte que - ¿lo sabes? - lo que me guió a ti fue una corazonada.
Y con esa promesa muda en mente, se retiró a descansar él también, en la misma cama y consolidando su fama de "abusador roba espacio supremo" y "ladrón de sábanas".
~
Otro fic de inspiración repentina. Bueno, más o menos, lo que empecé a escribir era bastante diferente pero dado que no quedé conforme, lo borré todo y, al intentarlo nuevamente, salió esto. Me di el gusto de inventarme el apodo de Nueva Zelanda. He leído varios fics en ingles de él, pero nadie le acorta el nombre D: y por Dios, ¡es largo!
Imagino que están enterados del terremoto que ocurrió en Nueva Zelanda.
El 3 de Febrero de 1931 ocurrió el terremoto más mortífero del que se tienen registros en esta pequeña y moe isla. 256 muertos, quién sabe cuántos heridos. No sé por qué lo mencioné pero ya qué~
¿Review? Si lees y no comentas, el koala malévolo de Aussie te va a rapar en sueños D:.