Jul 29, 2008 05:43
Me enamore de tu foto, y en base a eso te escribí una historia, no puedo negarlo, eres guapo, pero no fue eso lo que me atrajo, lo que robo mi atención en realidad fueron esos ojos, tenias esa mirada llena de melancolía, pero de la buena, donde se extrañan los mejores momentos de la vida, y semidibujada en tu boca una sonrisa, de esas que implican que has luchado con la vida pero que te encuentras satisfecho.
La foto era un poco vieja, más que vieja algo perjudicada, parecía que una tempestad hubiese pasadole encima, y luego pensé que quizás las fotos eran como sus dueños, y aprendí a tomar con filosofía lo roto de algunas puntas.
La foto era color, eso conquisto un poco más mi animo, nunca he apreciado las fotos a blanco y negro, ¿Qué sería nuestra vida sin color? Siempre es bueno estar con alguien que acepta el sabor visual del momento.
Me llevas muchos mas años, eso es verdad, pero no lo pude evitar, cuando tus ojos clavados en ese pedazo de papel se encontraron con los mios, me enseñaron de la vida más que mil consejos tontos, comprendí de la alegría, y de la tristeza, y de como la vida con la lucha y con la fuerza no se rompa ni se deja, no se olvida, pasa el tiempo y se añeja.
Escribirte la historia no fue fácil, tuve que hacer justicia a las canas, a las arrugas llenas de sabiduria y a los ojos que me enamoraron a primera vista, a la sonrisa algo cansada pero llena de vida, tuve que hacerte una historia que al igual justificara mi enamoramiento, no podía confesarle a nadie más que me había enamorado a primera vista, ¿que pensarían ellos de mis locuras? ¿que pensarían? tacharían nuestro amor de superficialidad, no serian capaces de entender que tus ojos y los míos se hablaron en tantos idiomas desconocidos.
En la parte de atrás traía una fecha que decidí tomar como tu cumpleaños, ese mismo día a media noche me fui a la concha acústica de la ciudad y te cante “Feliz cumpleaños” , la gente nos veía como locos, pero te miraba a ti, no era momento de pensar en extraños.
Me preguntaron tantas veces donde te conocí, encontré la foto en la calle, así que hablaba de como nuestro encuentro fue casual pero necesario, el mundo nos cito la misma tarde bajo el mismo algarrobo, todos siempre preguntaban donde estabas y como la foto era tamaño pasaporte hablaba de como habías tenido que viajar, pero antes de irte me dejaste ese recuerdo conmigo, sales en la foto con un traje, pero sin ser demasiado serio y estirado, aprendí que tu vestimenta era digna de un escritor.
Me acompañaste en los momentos más difíciles y me regalaste las palabras más dulces, compartíamos los mismos gustos, excepto en lo literario, como buen escritor de repente te gustaban textos medio agrios.
Unos meses después que me canse de esperar tus visitas, de oír tus pretextos, de esperar tus llamadas y tus cartas, entonces decidimos romper, le saque una fotocopia a la fotografía y sin más la queme, ¿qué mejor fin para nuestro dramático encuentro?
Nadie volvió a preguntar por ti, pero yo guarde junto a mi propio pasaporte tu vieja fotografía, ¿quien quita que un día regreses? necesitare la foto para recordarte, y para contarte quien eres.
No lo olvides, tus ojos los he amado.