Escrito para
reto_diario Número: 86/86
Título: Almas Gemelas
Fandom: Prince of tennis.
Claim: Niou Masaharu/Yagyuu Hiroshi.
Extensión: 520 palabras
Advertencias: Ninguna
Notas: necesito inspiración. Urgente.
Niou no entendía mucho del amor, y todas esas cosas. Sabía que en un día determinado de febrero (tampoco recordaba cuál era) las chicas se ponían como locas y entre risitas y sonrojos se acercaban a todo espécimen masculino que tuvieran cerca y le regalaban chocolates con alguna patética excusa-que Niou no se molestaba en escuchar, dicho sea de paso. Niou solo miraba un poco a la valiente fémina de turno, tomaba el chocolate, y con una sonrisa de lado se alejaba; a veces también guiñaba un ojo a la afortunada, para cambiar un poco.
Niou tampoco sabía mucho acerca de las almas gemelas, y todas esas teorías de la pareja perfecta. Eso hasta que vio a su hermana cocinando chocolates, bastante más emocionada de lo normal. Cuando Niou se acercó con la intención de tomar algunos sin ser visto, su hermana (casi le corta la mano) le explicó que el 14 de febrero las chicas le obsequian chocolates a los chicos para confesarles su amor.
Era una tradición un tanto estúpida, pensó el peliblanco. Después de todo, él venía recibiendo chocolates desde hace años, y nunca había salido con una de las valientes chicas que le regalaban chocolates en febrero.
Además, ¿almas gemelas? ¿Una chica? Por favor. Primero que nada, Niou no necesitaba de ningún alma gemela. Es decir, era perfectamente independiente, y no necesitaba de ninguna gemela, muchas gracias. Y eso de que su alma gemela debía ser una linda chica que le regalara chocolates, a Niou tampoco le gustaba eso. Los chocolates estaban bien, pero la parte de la chica no. Él no disfrutaba de su compañía, porque entre otras cosas, las chicas eran aburridas y predecibles. No se les podían jugar bromas, porque o lloraban, o se enojaban, o se lastimaban, o algo. Siempre les pasaba algo, siempre estaban sonrojadas, o cuchicheando, o si les decías algo que no les gustaba, rompían en llanto. Y para colmo, con las chicas no se podía jugar tenis.
En cambio, con Yagyuu sí. Con Yagyuu no solo se podía jugar al tenis, sino que también jugaba dobles, y podían hacer el cambio, y ahora que lo pensaba sería muy incómodo tener que hacer el cambio con una chica. Menos mal que Yagyuu no era una de ellas…
Otra cosa buena de Yagyuu, pensó Niou al tiempo que (y a pesar de todas las amenazas de su hermana) devoraba un par de chocolates que había sido capaz de robar de la cocina, era que con Yagyuu, Niou no se aburre. El caballero tiene la capacidad de seguir sorprendiéndolo, a pesar de que Niou lo conoce lo suficientemente bien como para no esperárselo. Y a Niou, Yagyuu le parece mucho más atractivo que las niñas. Y se le pueden hacer bromas, aunque estas casi nunca funcionen; después de todo Yagyuu también lo conoce lo suficientemente bien como para no caer en sus trampas, lo que empuja a Niou a seguir exigiéndose, para poder mejorar.
No, Niou no entiende nada de almas gemelas. Lo único que sabe es que no quiere que Yagyuu encuentre la suya, para que siempre sea completamente suyo.