Supernatural....The road so far
Antes de empezar con este post, reconozco que tengo mi LiveJournal muerto de asco, algo que yo ya misma predije cuando lo creé, así que estoy convencida que esta entrada la leerá… ¿alguien? Pero, necesito desahogarme y que mejor que sitio que este, ¿no?
Estoy segura de que este post va a ser extralargo y para que no quede como lo que es (posibles desvariaciones sin sentido) voy a dividirlo en tres partes: antes, durante y ahora. Si alguien lo termina, tendrá mi eterna gratitud y cariño y le daré un ibuprofeno por leer todo esto:
ANTES (o lo que es lo mismo, razones por las que no veía Supernatural)
Siempre me he considerado una persona friki, en mi adolescencia me gustaba el manga (aún lo sigue haciendo, aunque en menor medida), me enganché perdidamente a Harry Potter (era la típica que iba el primer día que salía el libro para devorarlo), me leí el Señor de los Anillos (antes de que salieran las películas) y en mi cabeza aún resuenan las bandas sonoras de las películas de Disney (no queráis saber como disfruté cuando fui a Eurodisney), entre otras cosas.
Nunca había sido mucho de ver series, hasta que, por el 2009 “Lost” llegó a mis manos. Esa fue la primera serie a la que realmente me enganché, devorándome las cuatro primeras temporadas en un tiempo record. Se podría decir que Lost me hizo darme cuenta de el poder que una serie podía tener en mí y sí, fui una de las que se levantó a las 7 de la mañana (si no recuerdo mal) para ver el último capítulo en directo. Los parones eran una tortura, fue cuando la palabra spoiler empezó a significar mucho más que una palabra y yo veía escotillas y quería ver a Sawyer paseando por la calle.
Lost fue la primera, pero no la última, a partir de aquí, comencé a ver todo un abanico de series en VO como Heroes (Zachary Quinto/Sylar es….), How I meet your mother, The Big Bang Theory, Glee, Anatomía de Grey (todas tenemos un pasado xD)… un no parar. Hasta que, poco a poco, fui abandonando las que ya no me llamaban la atención o que se habían terminado. Después descubrí el slash, descubrí el Drarry, comencé a escribir y digamos que el tiempo libre lo dosifiqué en otras cosas, quedándome sólo con dos series: Once Upon a Time y HIMYM.
Hacía tiempo que sabía que Supernatural existía, pero, una parte de mí (¿la más sensata?), se repetía que eran muchas temporadas y que si empezaba a verla, era más que probable que me pasara como con Lost. Así que, seguí en mis trece de negación.
Hasta que, en diciembre del año pasado pasaron varias cosas que me hicieron cambiar de opinión. ¿El destino? ¿Cas quería que lo viera? ¿Fumo cosas malas? Aeren, que cuando encuentra un fic chulo viene rauda y veloz a decírmelo, me habló de Diario de un universitario de Flexikuki y fue cuando descubrí a Jensen y Jared. Y que GRAN descubrimiento. Tras ese fic vinieron Feels like home y THAT face stroking thing WE do de Taolee, apareció Misha y entonces… mi cabeza definitivamente hizo el mágico click, la autonegación desapareció y me faltaron días para pedirle a un compañero de trabajo todas las temporadas de SPN. Y comenzó la locura.
DURANTE (o lo que es lo mismo, SPN en vena)
Haber visto cuatro temporadas de Lost en tiempo record, que queréis que os diga, eso curte a una persona en cuanto a series se refiere, así que con ese entrenamiento a mis espaldas, las maratones de SPN han sido coser y cantar.
Comencé a ver la primera temporada un 28 de diciembre, justo cuando empecé vacaciones y acabé de ver el último capítulo de la octava el 6 de febrero. No he hecho las cuentas, y no lo hagáis por mí xD, pero sí, he ido a una velocidad cósmica. Pero no hay nada como una planificación, fines de semana en casa porque la crisis es muy mala y que a mi cabeza no le daba la gana de escribir nada (eso también ha sido un factor importante).
Durante estas semanas, mi fanatismo (si es que se le puede llamar así), ha ido incrementándose paulatinamente, se podría decir que ha sido como ver una película extralarga. El haber visto SPN de golpe me ha dado la oportunidad de ver como han ido evolucionado Dean y Sam y como ha ido cambiando la historia desde las primeras temporadas a las que nos encontramos ahora. Si algo bueno tienen las series, sobre todo las que son tan largas, es ver como los personajes (y actores) van creciendo conforme va pasando el tiempo. Y no me refiero sólo a como le ha crecido el pelo a Sam (¿se lo cortará alguna vez? xD), o lo jodidamente guapo que está Dean, no, es mucho más. Ha sido como extrapolar un libro a una dimensión muchísimo más grande, ha sido como montarse en el Impala y disfrutar de ese viaje junto a ellos, con una sonrisa en la cara y dejando que Dean me lleve allá donde a él le de la gana (Dean, soy tuya, ¿lo sabes?).
Sé que me estoy dejando a un personaje, pero es que Castiel se merece un punto y a parte. Antes de llegar al primer capítulo de la cuarta temporada, sabía quien era, había leído fics Misha/Jensen y una parte de mí sabía que iba a ser un personaje que me iba a gustar y esta vez no hubo autonegación, esta vez hubo una confirmación al cien por cien, porque desde el primer momento que ese ángel hizo su aparición estelar a mí ya me traía loca (en muchos sentidos). Castiel ha sido un personaje que se ha ganado un gran rincón en mi corazón, de esos a los que les coges un cariño increíble y no quieres que les pase nada, algo muy iluso por mi parte porque en esta serie nadie está a salvo. Si he disfrutado de la evolución de Sam y Dean, la de Castiel me ha fascinado, lo he pasado muy muy mal en algunos momentos (y que no hace falta que mencione), he entendido sus acciones y lo que le llevó a hacer ciertas cosas, pero siempre he tenido la convicción que de las cosas malas se aprenden muchas cosas y Cas no sería el Cas que vemos ahora sin todo eso.
En realidad los tres, porque Supernatural tiene muchas cosas y una de ellas es la superación y no rendirse jamás. Personalmente no sé si podría pasar por todo lo que pasa Dean o Sam, y no me refiero a ir al infierno o que un demonio se adueñe de mi cuerpo, sino a todas esas perdidas que van teniendo por el camino, a esas decisiones tan complicadas, a esas vidas tan jodidas que llevan. Que sí, es ficción, y estaréis pensando, esta mujer se lo está tomando muy a pecho… y sí, es más que probable que tengáis razón, pero a mi esta serie me alegra, me distrae, y me hace feliz… ¿Qué más se puede pedir? (a parte de un Misha y un Jensen en la cama, of course)
Y pensar que me estaba perdiendo todo esto…
Me he dejado una cosa en el tintero y ha sido el Destiel. Igual que con Castiel, sabía que sería un pairing que me gustaría, pero no me imaginaba que me iba a enamorar tanto como lo ha hecho. Las que me conocéis sabéis que sobre todo escribo y leo Drarry y Thorky, pero el Destiel se ha ganado fácilmente un gran espacio en mi corazón. Es difícil conseguir explicar lo que es esta pareja para mí… Si por separado me gustan Dean y Castiel, juntos es… como una explosión. Desde el primer momento que Castiel aparece, tanto a Dean como a mí, ese ángel ya nos ganó el corazón y conforme han ido pasando capítulos no ha hecho más que afianzarse, hasta esta temporada en la que estoy en una nube (a ver cuanto nos dura). El Destiel se disfruta, se saborea, pero, no nos engañemos, se sufre y mucho, tanto por Cas como por Dean, pero como he dicho, creo que ha habido algunas cosas necesarias (no todas) para estar en el punto que nos encontramos ahora. El Destiel ha conseguido que se me quede una cara de idiota que no os podéis imaginar, me han regalado momentos que os prometo que me han hecho sonreír sola cuando estaba en el metro camino del trabajo, y supongo que en el fondo todo se reduce a eso, a un regalo totalmente inesperado, que son los que
más te llegan, los que más feliz te hacen. ¿Y quien soy yo para rechazarlo?
AHORA (o lo que es lo mismo… desintoxicación)
Y ahora… ¿qué se supone que tengo que hacer? Afortunadamente todavía hay capítulos en emisión y espero y deseo que haya más temporadas, pero ahora, ahora, es cuando viene otra etapa. No sólo de estar al día y ver un capítulo por semana (a ver como paso yo el mono de ver capítulos cada noche), también de navegar por tumblr sin miedo a encontrarme un spoilers, de leer y leer Destiel, intentar escribir alguno y empaparme de todo este fandom que es enorme y al que he entrado de cabeza y sin frenos.
Ahora es el momento de seguir sentada dentro del Impala, acompañando a Sam, Dean y Castiel en ese largo camino que recorren. Y si de vez en cuando Dean y Cas me dejan mirar un poquito de esa historia que hay entre los dos, pues eso que me llevo ^^
Estoy segura de que este post va a ser extralargo y para que no quede como lo que es (posibles desvariaciones sin sentido) voy a dividirlo en tres partes: antes, durante y ahora. Si alguien lo termina, tendrá mi eterna gratitud y cariño y le daré un ibuprofeno por leer todo esto:
ANTES (o lo que es lo mismo, razones por las que no veía Supernatural)
Siempre me he considerado una persona friki, en mi adolescencia me gustaba el manga (aún lo sigue haciendo, aunque en menor medida), me enganché perdidamente a Harry Potter (era la típica que iba el primer día que salía el libro para devorarlo), me leí el Señor de los Anillos (antes de que salieran las películas) y en mi cabeza aún resuenan las bandas sonoras de las películas de Disney (no queráis saber como disfruté cuando fui a Eurodisney), entre otras cosas.
Nunca había sido mucho de ver series, hasta que, por el 2009 “Lost” llegó a mis manos. Esa fue la primera serie a la que realmente me enganché, devorándome las cuatro primeras temporadas en un tiempo record. Se podría decir que Lost me hizo darme cuenta de el poder que una serie podía tener en mí y sí, fui una de las que se levantó a las 7 de la mañana (si no recuerdo mal) para ver el último capítulo en directo. Los parones eran una tortura, fue cuando la palabra spoiler empezó a significar mucho más que una palabra y yo veía escotillas y quería ver a Sawyer paseando por la calle.
Lost fue la primera, pero no la última, a partir de aquí, comencé a ver todo un abanico de series en VO como Heroes (Zachary Quinto/Sylar es….), How I meet your mother, The Big Bang Theory, Glee, Anatomía de Grey (todas tenemos un pasado xD)… un no parar. Hasta que, poco a poco, fui abandonando las que ya no me llamaban la atención o que se habían terminado. Después descubrí el slash, descubrí el Drarry, comencé a escribir y digamos que el tiempo libre lo dosifiqué en otras cosas, quedándome sólo con dos series: Once Upon a Time y HIMYM.
Hacía tiempo que sabía que Supernatural existía, pero, una parte de mí (¿la más sensata?), se repetía que eran muchas temporadas y que si empezaba a verla, era más que probable que me pasara como con Lost. Así que, seguí en mis trece de negación.
Hasta que, en diciembre del año pasado pasaron varias cosas que me hicieron cambiar de opinión. ¿El destino? ¿Cas quería que lo viera? ¿Fumo cosas malas? Aeren, que cuando encuentra un fic chulo viene rauda y veloz a decírmelo, me habló de Diario de un universitario de Flexikuki y fue cuando descubrí a Jensen y Jared. Y que GRAN descubrimiento. Tras ese fic vinieron Feels like home y THAT face stroking thing WE do de Taolee, apareció Misha y entonces… mi cabeza definitivamente hizo el mágico click, la autonegación desapareció y me faltaron días para pedirle a un compañero de trabajo todas las temporadas de SPN. Y comenzó la locura.
DURANTE (o lo que es lo mismo, SPN en vena)
Haber visto cuatro temporadas de Lost en tiempo record, que queréis que os diga, eso curte a una persona en cuanto a series se refiere, así que con ese entrenamiento a mis espaldas, las maratones de SPN han sido coser y cantar.
Comencé a ver la primera temporada un 28 de diciembre, justo cuando empecé vacaciones y acabé de ver el último capítulo de la octava el 6 de febrero. No he hecho las cuentas, y no lo hagáis por mí xD, pero sí, he ido a una velocidad cósmica. Pero no hay nada como una planificación, fines de semana en casa porque la crisis es muy mala y que a mi cabeza no le daba la gana de escribir nada (eso también ha sido un factor importante).
Durante estas semanas, mi fanatismo (si es que se le puede llamar así), ha ido incrementándose paulatinamente, se podría decir que ha sido como ver una película extralarga. El haber visto SPN de golpe me ha dado la oportunidad de ver como han ido evolucionado Dean y Sam y como ha ido cambiando la historia desde las primeras temporadas a las que nos encontramos ahora. Si algo bueno tienen las series, sobre todo las que son tan largas, es ver como los personajes (y actores) van creciendo conforme va pasando el tiempo. Y no me refiero sólo a como le ha crecido el pelo a Sam (¿se lo cortará alguna vez? xD), o lo jodidamente guapo que está Dean, no, es mucho más. Ha sido como extrapolar un libro a una dimensión muchísimo más grande, ha sido como montarse en el Impala y disfrutar de ese viaje junto a ellos, con una sonrisa en la cara y dejando que Dean me lleve allá donde a él le de la gana (Dean, soy tuya, ¿lo sabes?).
Sé que me estoy dejando a un personaje, pero es que Castiel se merece un punto y a parte. Antes de llegar al primer capítulo de la cuarta temporada, sabía quien era, había leído fics Misha/Jensen y una parte de mí sabía que iba a ser un personaje que me iba a gustar y esta vez no hubo autonegación, esta vez hubo una confirmación al cien por cien, porque desde el primer momento que ese ángel hizo su aparición estelar a mí ya me traía loca (en muchos sentidos). Castiel ha sido un personaje que se ha ganado un gran rincón en mi corazón, de esos a los que les coges un cariño increíble y no quieres que les pase nada, algo muy iluso por mi parte porque en esta serie nadie está a salvo. Si he disfrutado de la evolución de Sam y Dean, la de Castiel me ha fascinado, lo he pasado muy muy mal en algunos momentos (y que no hace falta que mencione), he entendido sus acciones y lo que le llevó a hacer ciertas cosas, pero siempre he tenido la convicción que de las cosas malas se aprenden muchas cosas y Cas no sería el Cas que vemos ahora sin todo eso.
En realidad los tres, porque Supernatural tiene muchas cosas y una de ellas es la superación y no rendirse jamás. Personalmente no sé si podría pasar por todo lo que pasa Dean o Sam, y no me refiero a ir al infierno o que un demonio se adueñe de mi cuerpo, sino a todas esas perdidas que van teniendo por el camino, a esas decisiones tan complicadas, a esas vidas tan jodidas que llevan. Que sí, es ficción, y estaréis pensando, esta mujer se lo está tomando muy a pecho… y sí, es más que probable que tengáis razón, pero a mi esta serie me alegra, me distrae, y me hace feliz… ¿Qué más se puede pedir? (a parte de un Misha y un Jensen en la cama, of course)
Y pensar que me estaba perdiendo todo esto…
Me he dejado una cosa en el tintero y ha sido el Destiel. Igual que con Castiel, sabía que sería un pairing que me gustaría, pero no me imaginaba que me iba a enamorar tanto como lo ha hecho. Las que me conocéis sabéis que sobre todo escribo y leo Drarry y Thorky, pero el Destiel se ha ganado fácilmente un gran espacio en mi corazón. Es difícil conseguir explicar lo que es esta pareja para mí… Si por separado me gustan Dean y Castiel, juntos es… como una explosión. Desde el primer momento que Castiel aparece, tanto a Dean como a mí, ese ángel ya nos ganó el corazón y conforme han ido pasando capítulos no ha hecho más que afianzarse, hasta esta temporada en la que estoy en una nube (a ver cuanto nos dura). El Destiel se disfruta, se saborea, pero, no nos engañemos, se sufre y mucho, tanto por Cas como por Dean, pero como he dicho, creo que ha habido algunas cosas necesarias (no todas) para estar en el punto que nos encontramos ahora. El Destiel ha conseguido que se me quede una cara de idiota que no os podéis imaginar, me han regalado momentos que os prometo que me han hecho sonreír sola cuando estaba en el metro camino del trabajo, y supongo que en el fondo todo se reduce a eso, a un regalo totalmente inesperado, que son los que
más te llegan, los que más feliz te hacen. ¿Y quien soy yo para rechazarlo?
AHORA (o lo que es lo mismo… desintoxicación)
Y ahora… ¿qué se supone que tengo que hacer? Afortunadamente todavía hay capítulos en emisión y espero y deseo que haya más temporadas, pero ahora, ahora, es cuando viene otra etapa. No sólo de estar al día y ver un capítulo por semana (a ver como paso yo el mono de ver capítulos cada noche), también de navegar por tumblr sin miedo a encontrarme un spoilers, de leer y leer Destiel, intentar escribir alguno y empaparme de todo este fandom que es enorme y al que he entrado de cabeza y sin frenos.
Ahora es el momento de seguir sentada dentro del Impala, acompañando a Sam, Dean y Castiel en ese largo camino que recorren. Y si de vez en cuando Dean y Cas me dejan mirar un poquito de esa historia que hay entre los dos, pues eso que me llevo ^^