Por dios... mi mente no se decide sobre quien es protagonista... (?) XDD
Como todo lo relacionado a Vicky me provoca bipolaridad moderada, y quiero aclarar que siento por ella un profundo respeto... Martincito aqui no va a aparecer mas que en una leve mension.
¿Por que hablo de Victoria? Pues ni yo misma lo se... -.- perdonen mi abstracta introduccion.
Fandom: Axis Power Hetalia
Claim: Latin.
Rating: Apto todo publico
Advertencias: No realmente <.<
Notas: In The Falkland War.
Titulo: Los dos igual.
Desde el día que se le había ocurrido hospedar al anglosajón, no se sentía sereno del todo.
Era una sensación aun mas desagradable que la de estar uno mismo en conflicto, y lo recordaba bien… el estar en guerra, con Migue por ejemplo, era totalmente distinto a esto, pero no quería ponerse a pensar ahora.
Arthur jamás le había pedido que entrara el mismo en el conflicto, y a decir verdad no estaba seguro de aceptar esa sugerencia si llegaba a darse el caso. No era su estilo comportarse así, ni aunque fuera él quien lo pidiera.
El conocía bien la situación en la que se encontraba, y podía hasta adivinar más o menos cual era la auténtica situación de Martín. Obviamente también podía hacerse una idea de la opinión que tenía la mayoría de sus vecinos, y sabía que aunque no moviera un dedo en contra de Argentina, el no moverlo a favor era casi igual de condenable para el resto.
Estar a favor o estar en contra, no era lo mismo… pero ahora significaba lo mismo.
¿Acaso era tan malo ser amigo de Inglaterra? El creía que no, pero esa amistad era un problema cuando de pronto, al idiota de Argentina se le ocurría declararle la guerra a Arthur.
Por supuesto que ese rubio europeo se había tomado muy en serio sus tontos impulsos bélicos, y consecutivamente le había pedido su apoyo de una manera que no podía rechazar.
Ahora su casa era una base armada, y toda su gente era un nudo de nervios.
Escucho la puerta abrirse y resoplo frustrado sabiendo muy bien, quien era aquella persona que tenía libertad de ir y venir de su casa con su propia llave… era tan ceremonioso que a veces se sentía fastidiado.
-¡¡Manuel llegue! ¿Estas en casa?
Arthur entro y hecho una mirada al chileno quien tenia un te en sus manos. El rubio sonrió complacido. Sentía rastros de su marca cultural en los gestos de aquel castaño.
Manuel abandono su bebida y se levanto dándole una mirada atenta.
-Mierda ¿Qué weas fue lo que te paso?
Vio como el uniforme militar que el inglés tenía estaba manchado de tierra y sangre, la cual no era mucha pero era visible. También tenía un moretón en su mejilla.
-Ah no te preocupes, no es mía.- Arthur hizo un gesto restándole importancia al hecho.
-¿Hiciste lo que te pedí?- el castaño desvió la mirada y se hizo a un lado dándole paso a una habitación preparada para recibir a alguien mas.
-¿Y pa´ quien es? -
Manuel estaba un poco nervioso, pero en contraste Arthur se veía mucho mejor de lo que esperaba. Se lo veía alegre, un poco excitado posiblemente por la situación… como si una guerra tuviera una significación completamente distinta para él.
- Para ella obviamente.
Manuel sintió un hueco y ese sentimiento de intranquilidad lo ataco nuevamente.
-¿Vai a traerla a mi casa? -
Su tono había mostrado el reproche que no quería admitir. Arthur por otro lado le miro tranquilo, pero sin sonreír ni hacer ninguna clase de gestos.
-Esta en tu sala esperando… además solo será hasta que sea declarada la rendición… solo es cuestión de tiempo… believe me.
“Solo es cuestión de tiempo.” ¿Acaso ya habían derrotado a Martín? ¿Así de fácil?
-Ahora tengo que hacerme cargo de varias cosas… tengo que hablar con Margaret y con mi pueblo, así que estaré ocupado toda la tarde, no te molestare… Así que por favor no dejes que salga, y tú, no dejes entrar a nadie… que nadie se le acerque. Understand?
Arthur le dio espacio y salio de la habitación que Manuel había preparado para Victoria Alcorta.
No le agradaba la idea de tener al objeto de aquella guerra en su propia casa, y en su habitación de invitados, pero no podía hacer nada.
Tenía el sentimiento que provenía de su pueblo. Esta mujer… le provocaría una guerra.
Parte de el esperaba que Argentina viniera hasta su casa y le reclamara por su proceder. Sentía que no era una loca idea, que podría pasar en cualquier momento… otra parte suya odiaba la idea de verse envuelto en todo ese…
-Puta la weá, ni siquiera me importa donde mierda viva esa niña ¿por qué me jodei con eso? no me wei...
Dependiendo de cómo actuara a partir de ahora, podría llevarlo a una guerra o no. Lo cierto es que no la quería en su casa. Era tan frustrante.
Fue al recibidor y allí estaba la “niña de plata” como solía decirle Inglaterra. Vio que tenía un pañuelo con el que se limpiaba un poco de sangre de la cara, y que tenía además un aire a victima terrible. Su molestia dio lugar a la lastima, pero tampoco podía olvidarse que su presencia realmente le generaba un problema. Intento ser más moderado.
-Oye, puedes ponerte cómoda si queri!!... ¿Quieres tomar once conmigo? Luego el Arthy me dijo que te deje tranquila en la habitación así que si queris algo pídelo ahora.
-No necesito nada… Thank you señor Manuel.
Arthur había hecho un buen trabajo con ella. Seguramente pronto dejaría de hablar el castellano completamente y ya no podrían entenderse. Por una parte, eso seria un alivio.
-Yo pensé…
Victoria comenzó a hablar… su voz sonaba casi infantil, y un tanto desesperanzada. Seguramente ella también quería largarse de su casa, después de todo el no se había preocupado por quejarse con Arthur en voz baja.
-Yo pensé que… usted… estaría de parte de Martín.
Si hubiera intentado decir algo mas hiriente de manera intencional, jamás habría podido, y mas aun el hecho de que en ningún momento había dirigido su mirada al joven dueño de la casa.
Manuel se sentó en el sillón y con un gesto le indico que ella lo hiciera también.
-Y yo también pensé que no te darías a Inglaterra tan fácilmente… te juzgue mal.
El sabía que eso había sido hiriente, pero no le importó. Sabia que lloraba cuando se levanto del sillón y camino a paso lento hasta la habitación que había preparado para ella, y también que no saldría por el resto del día hasta que Arthur le ordenara hacerlo, pero no le importó…
También sabia que no era tan simple estar de un lado o del otro… no había necesidad de justificarse con alguien que actuaba igual que él.
Si ella, la adorada mujer de Martín se ponía de lado de Arthur, sus razones tendría…
El por su parte no planeaba ponerse a pensar en reconciliarlos… del mismo modo tenia sus razones y no pensaba desnudarlas frente a nadie.
Ni siquiera frente a si mismo.
Que horrible me siento luego de escribir esto!!!
Vicky tu sufres y sufres, pero en este mundo de hombres, nadie te entiende del todo y aquel que podría intentarlo, esta mas solo que tu. T_____T
Se me da que eres mas parecida a Martín de lo que pensé. Tu en lugar de tener la mascara de la eterna sonrisa arrogante, tienes la mascara de la indolencia, y por dios que te llenaste de hielo durante un buen tiempo.
ORZ me masoqueo escribiendo sobre ti, y a decir verdad redescubro facetas suyas a morir -.-