Y seguimos con otra reseña de un libro que terminé recientemente, que he de decir, por cierto, que fue un regalo de mi novio por mi cumpleaños =) Hablamos de...
Temblor, de Maggie Stiefvater.
Cuando el amor te hace temblar en otoño es mejor que el invierno no llegue nunca: las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas.
Hace años Grace estuvo a punto de morir devorada por una manada de lobos. Inexplicablemente, uno de ellos, un lobo de intensos ojos amarillos, la salvó. Desde entonces todos los inviernos Grace se asoma al bosque y, desde la distancia, lobo y chica se observan.
Cuando llega el calor, la manada desaparece y, con ella, “su lobo”. Pero este año, Grace deseará que el invierno no llegue y que el otoño dure para siempre. Ha conocido a un chico, se llama Sam. Es un tipo normal, salvo por sus ojos.
Son de un extraño color amarillo.
Y así comienza la gran aventura de Grace Brisbane, una chica estudiosa, reservada y pragmática que, después de haber sido atacada siendo una niña por una manada de lobos, acaba obsesionada con ellos. Es más, termina por sentir adoración hacia ellos. Parece mentira después de todo lo que le ocurrió.
Por suerte, e inexplicablemente teniendo en cuenta de que hablamos de animales irracionales, uno de los lobos la salvó antes de que fuera devorada por sus congéneres. Desde entonces, Grace ya no sólo siente admiración por los lobos. También siente amor por uno de ellos. Por él, su salvador, "su lobo".
¿Quién no la llamaría loca al oírla decir que está enamorada de un lobo? ¿De un animal? Cualquiera.
Desde entonces, espera impaciente la llegada del invierno para poderles ver de nuevo, para poder verle a él, ya que con la llegada de la primavera la manada parece desaparecer por completo.
Todo esto parece ser muy idílico, muy puritano, parece estar impregnado de inocencia.
Pero la vida de Grace da un giro de ciento ochenta grados cuando fortuitamente descubre la verdad que ha estado oculta delante de ella durante tantos años: los lobos no son lobos normales y corrientes. Son licántropos.
Y su lobo tampoco es un cualquiera. Tiene nombre. Y es Sam. Un chico de unos preciosos ojos amarillos.
Su relación comenzará como si se tratara de dos imanes que se atraen sin remedio. Dos personas que no podían estar con nadie más que fuera el otro, y desgraciadamente todo se torcerá cuando empiecen las desapariciones
Si parecía poco para estos dos jóvenes, la historia se complicará aún más cuando Grace descubra la terrible verdad que asola a la vida de un licántropo, y es que con el frío logran su transformación...Llegando en algunas ocasiones a no poder volver a ser humano por mucho que vuelva el calor.
Grace siempre ansiaba que llegara el invierno. Aquello significaba poder verle a él.
Ahora su inminente llegada sólo presagia una cosa: perderle.
Temblor es una historia de amor pero no edulcorada, de las que pueden pasarte a ti o a mi. De dos personas que, si bien son muy distintas, se complementan. Se ayudan, se apoyan, se entienden.
Es una historia sobre cómo desgraciadamente puedes perder lo que más quieres o necesitas una vez que has logrado conseguirlo.
No podría decir del personaje de Sam nada más que cosas buenas. Es un chico sincero, tranquilo y dulce, rebosante en su interior tanto de amor como de dolor. Su durísima infancia marca su existencia y su propia visión de sí mismo. Le falta autoestima. Pero para eso está Grace =) Una chica que, por cierto, ha sido de mi agrado ya que no se corresponde con el típico perfil de Mary Sue al que estamos acostumbrados. Es una chica con determinación y que sabe lo que hace. Aquí el que tiene problemas emocionales es nuestro pobre Sam.
Lo mejor:
-La historia entre Grace y Sam. Nada de cursiladas o diálogos pasados de azúcar -aunque hay alguno en momentos puntuales que hemos de saber perdonar-. Su historia es como la de dos jóvenes enamorados, sin más. Además el hecho de que ya sintieran cosas el uno por el otro de antemano evita ciertas situaciones desesperantes del enamoramiento (como es el poner cara de tonto y/o hacer comentarios estúpidos).
-Sam. Es una ricura de chico, yo al menos he sentido mucha empatía hacia él. Debe ser horrible tener una vida como la que él ha tenido, ya no sólo por el hecho de sus traumas infantiles, sino por saber que cualquier día como humano puede ser el último. Saber que puedes perderte para siempre.
-El cuidado de la edición. Da gusto que publiquen libros tan bien cuidados y con tanto detalle. Tanto la portada como la contraportada es a color con un dibujo precioso de un bosque nevado en relieve. Lo mismo ocurre con las letras.
Y ya no hablemos del interior del libro, donde la marcación de las páginas también va a color junto con algunos dibujos de árboles alrededor de los márgenes.
-El curioso hecho de que al comienzo de cada capítulo la autora te ponga los grados que hace de temperatura. Cuando se acerca al final ¡a más de uno nos habría encantado tener un buen calefactor para Sam!
-El libro está escrito desde la perspectiva tanto de Sam como de Grace. Ahora ya sabemos qué es lo que pasa por la cabeza de cada uno y cómo viven su historia.
Lo peor:
-Aunque en ciertos aspectos es algo positivo el hecho de que los protagonistas ya sintieran algo en uno por el otro antes de comenzar la historia, por otra parte se echa de menos un poco de la primera fase de su relación. Ellos ya pasan al noviazgo en cuanto tienen ocasión.
-En mi opinión se tarda un poco en entrar en el meollo del asunto, lo que es el nudo de la historia. Quizá a lectores más impacientes pueda instarles a que dejaran la lectura.
En resumen, un libro que si bien te gusta la fantasía, el romance y los lobitos no puedes perderte.
La prosa de Maggie es muy fácil de seguir y comprender. Su lenguaje es sencillo y cargado de comentarios irónicos y mordaces. No tardarás nada en leértelo (quizá debería haber puesto esto en los inconvenientes...)
"La miré.
Yo era un fantasma del bosque, silencioso, inmóvil y frío. Era la encarnación del invierno, una criatura hecha de viento helado.[...] Hasta que al fin, la chica bajó del porche y dejó la primera huella en la nieve del patio.
Me quedé quieto. Estaba allí mismo, casi a su alcance, y , al mismo tiempo, a mil kilómetros de distancia."
Próximamente...un clásico y otro que no lo es tanto...
Orgullo y prejuicio de Jane Austen.
Traición de Scott Westerfield.