Autora:
riathaFandom: Harry Potter
Pareja: Ginny/Luna
Rating: G
Notas: Escrito para
30vicios; no me convence en absoluto, pero si no la publico moriré.
Como si estuviera bajo los efectos de un Petrificus Totallus o un Silencio.
Así es como se siente Luna cuando se trata de sus sentimientos.
Luna (la dulce y soñadora Lunática) jamás ha sido capaz de explicar lo que siente. De hecho, ni siquiera lo ha intentando alguna vez.
Sus sentimientos no son claros ni para ella.
Sabe lo que siente cuando se trata de Ron (es un sentimiento de calidez, la seguridad de la sonrisa honesta y las pecas en la cara, Ron es Gryffindor en estado puro; es como la parte de ella que habla de lealtad e impulsividad, la parte que ruge cuando lleva el sombrero de león a los partidos de Quidditch).
Cuando se trata de Harry, en cambio, aunque también siente calor en el pecho (porqué él fue el primer amigo de verdad que tuvo, el primero que no la juzgó al conocerla, porqué Harry es el que los va a salvar a todos y quizás pierda su vida (o algo más) en el intento, pero sigue luchando) también hay un vacío que grita Ginny (y quizás no debería ser ella la que gritara).
Con Neville todo es fácil; siente que puede ser ella misma, puede dejarse llevar, y se siente cómoda al lado de alguien que parece haber sufrido tanto como ella. En cierta forma, Neville es un poco igual que ella, es todo dulzura y candidez, y Luna se siente con él como supone que uno se debe sentir con un hermano.
Con Hermione en cambio, todo es un poco más confuso. Está ese sentimiento de camaradería que da el hecho de haber combatido hombro con hombro en el Departamento e los Misterios; pero también está el tono irritante con el que habla cuando algo no le es conocido (y Luna no entiende porqué le molesta tanto no saber algo, cuando para ella está claro que lo mejor es cuando descubres algo por primera vez).
Como la primera vez que vio realmente a Ginny, todo rojo Gryffindor y pelo Weasley (y a Luna no se le ocurre una combinación mejor), y ojos marrones abiertos constantemente, y manos pequeñas (“nobody had such small hands, not even the rain”) que mueve constantemente al hablar. Así que, cuando se trata de Ginny todo parece más confuso y caótico, y quizás sea por la propia personalidad de Ginny, que es un poco como un remolino que te absorbe y no te deja respirar porqué todo va rápido, y cuando te quieres dar cuenta estás tan dentro del huracán que no puedes salir (y ni siquiera quieres salir).
Y siente un vuelco cuando Ginny se apoya en su hombro y nota su olor envolverla, y Luna se encuentra deseando hundir la nariz en el pelo rojizo, y juntar su boca con el cuello pecoso; pero sabe que no debe y tampoco sabe porqué, y joder, ya empieza incluso a hablar como ella.
Extrañamente, es con ella con quien puede quitarse la mordaza y decir te quiero: le dice eres mi mejor amiga, te quiero, Gin.
Y es verdad, sólo que no es verdad del todo aunque tampoco sea mentira (porqué cuando no hablas sobre algo no es exactamente una mentira), y por alguna razón, incluso cuando se quita la mordaza (un poco) le parece seguir sintiendo un peso en el estómago y no está muy segura de que no esté más relacionado con el pelo y el olor de Ginny que con seguir callando (que también).