15. Leer
Fandom: Harry Potter
Pairing: Ginny/Luna
Rating: PG
Notas: Para malena-sama, que me ha hecho un dibujo de Teresa de Claymore que es EL AMOR. 200 palabras justas.
Cuando se miraban a los ojos, el mundo se paraba a su alrededor y todo parecía de repente más lento y silencioso, y a Luna no le hacía falta que Ginny dijera nada.
Lo sabía sin palabras.
Lo leía en sus ojos.
Y no sabía muy bien qué quería decir eso, pero suponía que algo quería decir.
Porque podía leer sus labios contra los de ella, podía desenmarañar entre los mechones de pelo pelirrojo lo que fuera que Ginny estaba pensando, podía rozarle con los dedos la palma de la mano y leer sus líneas con el índice, adivinando con el pulgar contra la piel pecosa del dorso lo que ésta quería decir, la besaba en la mejilla y el calor de la piel le hablaba contra los labios.
Entre ellas, nunca había silencio.
No hablaban mucho, cierto. Quizás porque en los tiempos que corrían las palabras eran peligrosas , quizás porque no les hacían falta.
Se leían una a la otra lengua contra lengua.
A Luna nunca le hizo falta que Ginny le dijera que la quería, lo leía ella misma.
(Y ahora se pregunta si alguna vez supo leerla correctamente)
En vista de los resultados, supone que no.
Pairing: Ginny/Luna
Rating: PG
Notas: Para malena-sama, que me ha hecho un dibujo de Teresa de Claymore que es EL AMOR. 200 palabras justas.
Cuando se miraban a los ojos, el mundo se paraba a su alrededor y todo parecía de repente más lento y silencioso, y a Luna no le hacía falta que Ginny dijera nada.
Lo sabía sin palabras.
Lo leía en sus ojos.
Y no sabía muy bien qué quería decir eso, pero suponía que algo quería decir.
Porque podía leer sus labios contra los de ella, podía desenmarañar entre los mechones de pelo pelirrojo lo que fuera que Ginny estaba pensando, podía rozarle con los dedos la palma de la mano y leer sus líneas con el índice, adivinando con el pulgar contra la piel pecosa del dorso lo que ésta quería decir, la besaba en la mejilla y el calor de la piel le hablaba contra los labios.
Entre ellas, nunca había silencio.
No hablaban mucho, cierto. Quizás porque en los tiempos que corrían las palabras eran peligrosas , quizás porque no les hacían falta.
Se leían una a la otra lengua contra lengua.
A Luna nunca le hizo falta que Ginny le dijera que la quería, lo leía ella misma.
(Y ahora se pregunta si alguna vez supo leerla correctamente)
En vista de los resultados, supone que no.