Te pierdo todo el tiempo.

Aug 23, 2008 11:06

Hoy he visto tu cuerpo flotando en la piscina. Te veía boca abajo y tu pelo era una mancha. Tenía curiosidad sobre cuál sería la expresión de tu cara así que me metía en el agua y buceaba hasta estar debajo de ti. Por fin veía tu cara; y me mirabas alta, preciosa; y tu pelo era una mancha. Cuando por fín veía la expresión de tu cara me quedaba más tranquilo y desperté. Tu no estabas flotando boca abajo en la piscina pero tampoco dormías al otro lado de la cama, así que me asusté y lloré porque además era mi cumpleaños (yo sé cuán sofisticada es la desgracia). Lloré hasta la cocina y allí vi tu nota amarilla dándome los buenos días. Te habías ido a trabajar y quise agradecerte por teléfono tu pequeño detalle, porque estaba muy asustado y porque, por un momento, creí que te había perdido.

Quise agradecértelo y te llamé; pero nadie cogía el teléfono del bar.... Llamé cada tres minutos, durante hora y media, y el aire parecía negarse a pasar por mis pulmones y yo creo que casi me revienta el pecho. Cogí el coche el coche y arranqué sin darme cuenta de que seguía en pijama. Conduje a 150 km/h por pleno centro de la ciudad golpeándome la cabeza contra el volante por no acompañarte todos los días a todos los sitios. Me bajé del coche llorando y, llorando, pregunté al encargado dónde se encontraba la camarera más guapa del barrio. Él me recordó que esta era tu hora libre y empecé a sudar vergüenza porque me ví esclavo de lo-que-podría-pasar y eso te hace sentirte tan seguro como un camión cisterna sobre un precipicio sujeto, tan solo, por un hilo de costura. Sudé vergüenza y escondí mi cara entre las manos y, llorando todavía, grité, como poseido, que porqué coño nadie, en este bar, es capaz de descolgar el puto telérfono. El encargado intentó tranquilizarme, que allí la música siempre está muy alta. Me dijo que no me preocupase porque prometía no contarte nada de esto, que tu no sabrías que, por un momento, creí que te había perdido.

Cuando llegué a casa decidí darme un largo baño de agua caliente para descansar mi angustia. Estaba muy cansado, y como me sobraba angustia me relajé sin prisa hasta quedarme dormido.

Hoy te he visto a un metro del suelo colgando del viejo árbol de nuestro jardín y tu cuerpo era como el viento. Tenía curiosidad sobre cual sería la expresión de tu cara así que caminé sin torcer los piés ni un poquito, hasta tenerte de frente. Caminaba recto y por fín veía tu cara.; me mirabas alta, preciosa; y tu cuerpo era como el viento. Cuando por fín veía la expresión de tu cara me quedaba más tranquilo y desperté. No estabas colgada del árbol pero miré el reloj de la cocina y hacía ya media hora que deberías haber llegado. Me caigo al suelo llorando y, llorando, me levanto.

Entraste por la puerta como un rayo fluorescente y me puse gafas oscuras para no cegarme de nuevo, para que no vieses que estaba llorando porque, otra vez, por un momento, creí que te había perdido.

Ahora cierra los ojos y piensa solo en sitios preciosos. Ahora tienes que dormir mucho, por los dos. Yo me quedaré despierto todo el tiempo para que la desgracia no se enrrede entre tu pelo; como una mancha. Me quedaré despierto porque, además, tengo curiosidad sobre cuál será la expresión de tu cara. Tu solo tienes que dormir mucho, y darme muchos besos en la playa y en los sitios con árboles, para que no veas como te observo. Para que no te des cuenta de que creo que te pierdo todo el tiempo.

rescatando cosas de desdealaska

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