Dec 26, 2008 04:39
Un dolor en las cejas me hizo despertarme y levantarme de muy mala leche, mis piernas fueron sin sentido pataleando a cualquiera que estuviese encima de mi cama. Me lleve una mano a la frente que me escocía, al momento me encontré ahí como un idiota buscando las cejas, dónde siempre han estado. Los muy hijos de puta me habían depilado las cejas mientras dormía, una putada más para mí, además de que me trataban como a un jodido bicho raro, añadámosle que no tenía cejas, en ese momento ya parecía extraterrestre.
Ya desde un principio debería haber pensado bien las consecuencias de permitirme un viaje de fin de curso, y mas cuando Ramón y Penélope habían preferido ir por su cuenta a Amsterdam, aunque tampoco era nadie para irme entrometiendo en lo que mas tarde pasó entre ellos. Los envidiaba, si, obviamente eran mis mejores amigos, pero yo no era el mas importante ni de asomo para ninguno de ellos dos, Ramón solo tenía ojos para Penélope, y esta para este. Y ahí estaba yo, apunto de pegarme un tiro, sin cejas, ni voluntad, ni orgullo, ni autoestima y realmente sin amigos a los que les importase una mierda.
. . .