realmente no tiene mucho, es más drabbles sueltos, así que imagino que lo completaré/reescribiré.
Después de la luna llena, Tom es agresividad diluida. Le queda el cansancio y el ardor de músculos y los gruñidos desde la base de la garganta. Hal se lo bebe entero, desnudo encima del colchón y lleno de arañazos, barro y sangre reseca. “Date una ducha,” murmura. Ensucia las sábanas, ensucia el colchón, ensucia la camisa de Hal cuando le engancha de la nuca.
Hal tiene el pulso de Tom bajo la lengua y sería tan sencillo. Parte de él lo quiere. Acabar con eso. Con los dos.
-Ducha -contra su garganta.
Tom gruñe, y se echa hacia atrás. Se deja caer contra la cama como un adolescente contrariado, y Hal sacude la cabeza y se limpia la mano contra las sábanas de Tom.
*
Hal reordena toda la cocina mientras Alex coloca las botas sobre la mesa. Toda la mugre que pueda arrastrar es sobrenatural, pero eso no significa que sea higiénico. Se coloca una revista sobre las rodillas y se entretiene viendo cómo limpia durante diez minutos.
-¿Necesitas algo?
Sacude la cabeza y sonríe para sí misma. “Nah, estaba acordándome de una cosa.”
Hal no pregunta, y duda que quiera saber. Tom baja a saltos por las escaleras y tiene que contenerse para no poner los ojos en blanco y distribuir regañinas por toda la casa.
Alex se ríe de nuevo, se muerde el labio inferior, y Tom roba cereales de la despensa. Aún tiene restos de cansancio en el rostro.
Coge los guantes y abre el grifo de agua caliente, frota el mismo plato durante quince minutos.
*
Alex se autoproclama dueña del ordenador. “No puedo creer que no hayáis visto Jungla de Cristal, se os van a caer las bragas.” Hal pone los ojos en blanco y a su lado Tom cabecea contra el respaldo. Se estira de cualquier manera, haciendo que su camiseta se descoloque y separa las piernas como si no hubiera nadie más en la habitación. Si Hal fuera de los que habla de aquellas cosas, no sabe si escupiría veneno o balbucearía. Quizá una mezcla de las dos.
Tom irradia calor, mucho más que una persona normal. La última vez que Hal tocó a un humano… Bueno.
Alex se deja caer a su lado, una figura que no pesa en el colchón, templada contra su hombro. “Tendríamos que verla en Navidad, pero no sé si celebráis la Navidad. ¿Explotamos en llamas o algo así?”
-Creo que no hay peligro -aparta la mirada del cuello de Tom, donde sabe que la sangre hierve.
Alex le da una palmada en la rodilla, y Tom se reacomoda en su rincón. Le golpea con el gemelo, se acurruca como un cachorro buscando refugio y se inmiscuye en su espacio. Nota la mirada de Alex en la nuca cuando se estira y se tensa sobre los cojines.
Reply
Después de la luna llena, Tom es agresividad diluida. Le queda el cansancio y el ardor de músculos y los gruñidos desde la base de la garganta. Hal se lo bebe entero, desnudo encima del colchón y lleno de arañazos, barro y sangre reseca. “Date una ducha,” murmura. Ensucia las sábanas, ensucia el colchón, ensucia la camisa de Hal cuando le engancha de la nuca.
Hal tiene el pulso de Tom bajo la lengua y sería tan sencillo. Parte de él lo quiere. Acabar con eso. Con los dos.
-Ducha -contra su garganta.
Tom gruñe, y se echa hacia atrás. Se deja caer contra la cama como un adolescente contrariado, y Hal sacude la cabeza y se limpia la mano contra las sábanas de Tom.
*
Hal reordena toda la cocina mientras Alex coloca las botas sobre la mesa. Toda la mugre que pueda arrastrar es sobrenatural, pero eso no significa que sea higiénico. Se coloca una revista sobre las rodillas y se entretiene viendo cómo limpia durante diez minutos.
-¿Necesitas algo?
Sacude la cabeza y sonríe para sí misma. “Nah, estaba acordándome de una cosa.”
Hal no pregunta, y duda que quiera saber. Tom baja a saltos por las escaleras y tiene que contenerse para no poner los ojos en blanco y distribuir regañinas por toda la casa.
Alex se ríe de nuevo, se muerde el labio inferior, y Tom roba cereales de la despensa. Aún tiene restos de cansancio en el rostro.
Coge los guantes y abre el grifo de agua caliente, frota el mismo plato durante quince minutos.
*
Alex se autoproclama dueña del ordenador. “No puedo creer que no hayáis visto Jungla de Cristal, se os van a caer las bragas.” Hal pone los ojos en blanco y a su lado Tom cabecea contra el respaldo. Se estira de cualquier manera, haciendo que su camiseta se descoloque y separa las piernas como si no hubiera nadie más en la habitación. Si Hal fuera de los que habla de aquellas cosas, no sabe si escupiría veneno o balbucearía. Quizá una mezcla de las dos.
Tom irradia calor, mucho más que una persona normal. La última vez que Hal tocó a un humano… Bueno.
Alex se deja caer a su lado, una figura que no pesa en el colchón, templada contra su hombro. “Tendríamos que verla en Navidad, pero no sé si celebráis la Navidad. ¿Explotamos en llamas o algo así?”
-Creo que no hay peligro -aparta la mirada del cuello de Tom, donde sabe que la sangre hierve.
Alex le da una palmada en la rodilla, y Tom se reacomoda en su rincón. Le golpea con el gemelo, se acurruca como un cachorro buscando refugio y se inmiscuye en su espacio. Nota la mirada de Alex en la nuca cuando se estira y se tensa sobre los cojines.
Reply
Se me ha quedado mucho el detalle de querer morderle y acabar con los dos a la vez, me parece algo un detalle muy IC e interesante.
Me ha encantado <3
Reply
Reply
Reply
Leave a comment