va sin revisar. Lydia/un montón de gente que no se la merece.
[spoilers generales de lo que va de temporada]La noche antes de que se vaya, discuten y se folla a Jackson en el asiento del conductor. Se le clava el volante en la espalda y no tiene sitio para moverse, pero Jackson es un completo gilipollas, un completo gilipollas y ni siquiera pueden pasar la última noche en paz. Aparca en el arcén y Lydia le baja la bragueta a media discusión, se dejó la ropa interior en casa porque es una chica previsora. Embiste contra él, sin sitio y tapándole la boca para que deje de hablar. Los colmillos de Jackson le rozan la mano y a Lydia le arden los ojos, se sienta sobre él para notarle dentro, físico y allí, en Beacon Hills, y no en el puto Londres. Si fuera Allison quizá habría un cuchillo en su bolso, pero en su lugar es Lydia y lo que hace es tensar los músculos y trazarle los colmillos con la punta de la lengua. La última vez que tuvo unos así de cerca pasó meses llenos de pesadillas. Si cierra los ojos da igual. Los iris azules. Si cierra los ojos, consigue que se queden.
*
Todos son críos que comen de la palma de su mano. Sirven para lo que sirven.
-Se hace aburrido rápido.
Allison bebe de su pajita y se ríe como una niña pequeña. El chico continúa mirándola desde la barra, expectante. Lydia se acuerda de sus dedos torpes y de tener que sujetarle la cabeza entre sus piernas hasta encontrar el punto adecuado con la lengua.
Enarca una ceja.
-Aburrido.
*
La primera vez que ve a Peter es durante el verano. Jackson gruñe y ella se estira el vestido sin darse cuenta. Ni siquiera hablan, pero la presencia de Peter se adhiere a ellos como el moho. Lydia lo nota. Lo nota pegado a su nuca y sonriendo contra su hombro, arrastrándola por el suelo.
Sale de allí contando sus respiraciones, y Allison se va a Europa, y Jackson se va a Londres, y ella se queda allí, con sus sombras.
*
La gente empieza a morir, y nadie le cuenta nada. Si va a estar follándose al enemigo, al menos le gustaría saberlo de antemano. No es que vaya a alterar el resultado, pero quizá altere su preparación al respecto.
Le agarra del cuello y él la empuja contra la camilla de la enfermería, con la falda por los muslos.
Segundo hombre lobo. Los ha tenido mejores.
Aprieta con las manos en su garganta y le clava los pulgares bajo la barbilla, le obliga a sacarse un gruñido de dentro, algo diferente. Más entretenido, y sonríe por fin, acariciándole la mandíbula con las uñas y atrayéndole para morderle los labios.
Después tiene moratones en las muñecas y una anécdota infinitamente más interesante para recordar.
*
La cosa con sus amigos es que al final todo es sangre y muerte, y es terriblemente tedioso.
-Puedes entrenar conmigo, si quieres. -Cariño, muchas gracias, pero ya tengo una actividad que me deja sudada y con el pelo hecho un asco -le lanza un beso desde el porche de su casa y Allison se ríe, se echa la mochila al hombro.
Le siente antes que le ve, como lleva pasando desde hace meses.
Siempre ahí, siempre la sombra.
Le provoca un temblor parecido a la nauseas, cercano a la excitación.
-Todos se largan, pero de ti no me despego.
Peter sonríe, apoyado contra la columna de su porche. No se digna con una respuesta, y Lydia tampoco a mirarle de nuevo.
Retuerce las llaves en la mano hasta que la puerta cede y se da una ducha de hora y media. Cuando mira de nuevo por la ventana sabe que Peter se ha marchado, pero eso no le impide sentirlo en su piel, en cada movimiento que no existe en su casa.
Sueña con cadáveres, sueña con ojos azules. Despierta envuelta en un sudor helado.
[spoilers generales de lo que va de temporada]La noche antes de que se vaya, discuten y se folla a Jackson en el asiento del conductor. Se le clava el volante en la espalda y no tiene sitio para moverse, pero Jackson es un completo gilipollas, un completo gilipollas y ni siquiera pueden pasar la última noche en paz. Aparca en el arcén y Lydia le baja la bragueta a media discusión, se dejó la ropa interior en casa porque es una chica previsora. Embiste contra él, sin sitio y tapándole la boca para que deje de hablar. Los colmillos de Jackson le rozan la mano y a Lydia le arden los ojos, se sienta sobre él para notarle dentro, físico y allí, en Beacon Hills, y no en el puto Londres. Si fuera Allison quizá habría un cuchillo en su bolso, pero en su lugar es Lydia y lo que hace es tensar los músculos y trazarle los colmillos con la punta de la lengua. La última vez que tuvo unos así de cerca pasó meses llenos de pesadillas. Si cierra los ojos da igual. Los iris azules. Si cierra los ojos, consigue que se queden.
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Todos son críos que comen de la palma de su mano. Sirven para lo que sirven.
-Se hace aburrido rápido.
Allison bebe de su pajita y se ríe como una niña pequeña. El chico continúa mirándola desde la barra, expectante. Lydia se acuerda de sus dedos torpes y de tener que sujetarle la cabeza entre sus piernas hasta encontrar el punto adecuado con la lengua.
Enarca una ceja.
-Aburrido.
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La primera vez que ve a Peter es durante el verano. Jackson gruñe y ella se estira el vestido sin darse cuenta. Ni siquiera hablan, pero la presencia de Peter se adhiere a ellos como el moho. Lydia lo nota. Lo nota pegado a su nuca y sonriendo contra su hombro, arrastrándola por el suelo.
Sale de allí contando sus respiraciones, y Allison se va a Europa, y Jackson se va a Londres, y ella se queda allí, con sus sombras.
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La gente empieza a morir, y nadie le cuenta nada. Si va a estar follándose al enemigo, al menos le gustaría saberlo de antemano. No es que vaya a alterar el resultado, pero quizá altere su preparación al respecto.
Le agarra del cuello y él la empuja contra la camilla de la enfermería, con la falda por los muslos.
Segundo hombre lobo. Los ha tenido mejores.
Aprieta con las manos en su garganta y le clava los pulgares bajo la barbilla, le obliga a sacarse un gruñido de dentro, algo diferente. Más entretenido, y sonríe por fin, acariciándole la mandíbula con las uñas y atrayéndole para morderle los labios.
Después tiene moratones en las muñecas y una anécdota infinitamente más interesante para recordar.
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La cosa con sus amigos es que al final todo es sangre y muerte, y es terriblemente tedioso.
-Puedes entrenar conmigo, si quieres.
-Cariño, muchas gracias, pero ya tengo una actividad que me deja sudada y con el pelo hecho un asco -le lanza un beso desde el porche de su casa y Allison se ríe, se echa la mochila al hombro.
Le siente antes que le ve, como lleva pasando desde hace meses.
Siempre ahí, siempre la sombra.
Le provoca un temblor parecido a la nauseas, cercano a la excitación.
-Todos se largan, pero de ti no me despego.
Peter sonríe, apoyado contra la columna de su porche. No se digna con una respuesta, y Lydia tampoco a mirarle de nuevo.
Retuerce las llaves en la mano hasta que la puerta cede y se da una ducha de hora y media. Cuando mira de nuevo por la ventana sabe que Peter se ha marchado, pero eso no le impide sentirlo en su piel, en cada movimiento que no existe en su casa.
Sueña con cadáveres, sueña con ojos azules. Despierta envuelta en un sudor helado.
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