LUCIUS MALFOY

Nov 26, 2005 22:45

Lejos de Londres, en un castillo olvidado por todos, donde los Mortifagos habían hecho su cuartel de operaciones, donde muchas veces Lucius se había sentido solo, preparando a las nuevas fuerzas de magos tenebrosos, escondido de los Aurores y lejos de Azkaban, ahora el sitio era distinto, gracias a los nuevos planes de su Amo, el Patriarca Malfoy podía ir y venir a placer, atacando y causando confusión, ahora ya podía sentirse vivo y luchando por una causa que el consideraba la única real y por la que valía pelear…

Ya hacía tanto que no se sentía tan vivo, apenas y podía controlar su respiración, la emoción lo embargaba cada vez que de su varita salía un crucio hacía su víctima los gritos de dolor de la Auror eran música para él, quizás porque se imaginaba que era alguna de las Tonos, la que se retorcía de dolor, aunque la joven frente a él distaba de serlo, pero por le momento le bastaban estaba seguro que tendría la oportunidad de asesinar muy lentamente a esa asquerosa Sangre Sucia, quizás así el poco comprometido con la causa Mortifaga de Arman volvería a sus cabales.

Si, Lucius sabía que su primo aun tenía esa enferma obsesión por Nhymphadora Tonks, su desagradable sobrina política, no lo podía entender, sabía que no era cualquier cosa lo que Arman sentía por la Auror de ridículos colores en el cabello, de ser así, bastaría con una Imperius y obtendría lo que quisiera de ella, no sería la primera vez que sucediera, recordaba como de más jóvenes él y Arman lo hacían con mujeres Muggles a diestra y siniestra sólo por placer.

Lucius sabía la respuesta a ese por qué, pero en su mente no lo podía aceptar, un Malfoy enamorado de una Sangre Sucia, y peor aun, de una mal nacida Tonks, de una familia a la que consideraba, y no sin fundamento, sus enemigos, los que poco a poco se habían convertido en su Némesis, principalmente Andrómeda, pero ahora, Nhymphadora lograba hacer que le hirviera la sangre tanto como la madre. Sólo con pensar eso gritaba con más fuerza la maldición Cruciatus en contra de la joven; que a todas luces se veía que era nueva como Auror, los Mortifagos más inexpertos la capturaron sin problemas y aun con la tremenda cantidad de Veritaserum que ingirió obligadamente, apenas y habló de los planes del Ministerio, planes que Lucius ya sabía con antelación. Pero de cualquier forma, ver sufrir a alguien de dolor por su mano lo revitalizaba.

Lucius sabía que su Amo, por fin le había permitido mostrarse más en los ataques e incluso era él quien personalmente se hiciera cargo de preparar y llevar a cabo los ataques sistemáticos para demostrar el poder de los Mortifagos, además de dejar en claro que el Ministerio no podría con ellos; no podía evitar molestarle estar lejos de sus negocios, ya que si algo le gustaba tanto como aplicar un Crucio a sus víctimas, era poder ver como sus deudores se arrastraban implorando, así demostraba su superioridad, pero su Amo había sido contundente, él dejaría todo por ser un fiel siervo de la causa Mortifaga, así que debía poner sus negocios en manos de Arman, ¿quién más?, y aunque Arman era un brillante administrador, Lucius era un Malfoy, confiar no estaba en su naturaleza, por lo que sabía que había hecho bien en mandar a vigilar a su estúpido primo todo el tiempo. Ahora a Lucius sólo le quedaba esperar que las enseñanzas de Bellatrix hicieran de Draco alguien que comprendiera la responsabilidad de llevar la Morsmordre en el brazo izquierdo y que no se convirtiera en una sombra de su agria esposa, que con el simple hecho de pensar en ella le provocaban nauseas y un nudo en el estómago; ya que lo único bueno de haberse casado con ella era el mantener la alcurnia de los Malfoy, por lo menos ahora no tenía que lidiar con ella, ya que se contentaba con gastar la fortuna de la familia en sus banalidades y mantener contentos a sus jóvenes amantes, de lo que últimamente había desarrollado una preferencia por los jugadores de quidditch, más a razón de la adquisición familiar de los Appleby Arrows para beneplácito de sus deseos carnales.

-¡Crucio! -el grito ahogado de la pobre chica apenas era audible, ya después de varias horas de tortura, casi desmallada por el dolor, para el patriarca Malfoy ya no era entretenido martirizarla si no existían los gritos de dolor y de clemencia.

-¡Aveda Kedavra! -la luz verdosa que emanó de la varita y se precipito en la pobre bruja quitándole la vida, ilumino por algunos segundos la habitación que apenas estaba alumbrada por la luz de la chimenea.

Lucius esbozó una leve sonrisa dando la espalda al cadáver a la vez que se acomodaba la cabellera, ahora sólo bastaba organizar el siguiente paso, sería un gran golpe al Ministerio, más ahora que no había Ministro de Magia elegido, y si Arman no acataba las órdenes esta vez………no importaba que fuera su primo…………él era sustituible, sólo deseaba no tener que hacerlo.

-¡Aghh! -el Ardor en el brazo……el Amo llamaba, seguro quería ultimar detalles……
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