Jun 22, 2008 18:10
Nyaa~ Hace tiempo que no ponía algo acá x3. El fic es algo viejito, pero lo pongo de todas maneras. Prontamente estaré subiendo más historias, porque las tengo en mi pc pero les hace falta una releída para revisar que todo esté en orden. Estoy en periodo de experimentación, así que esperen muchos pairings en el futuro x3 (y acepto sugerencias xD).
Ah, es un drabble, así que no esperen demasiado xD
Título: A palabras necias.
Pairing: Hibari/Tsuna.
Rating: Para todas las edades :D
Al entrar al salón de clases, supo que algo andaba mal porque todo el ruido que lo caracterizaba antes de comenzar las clases desapareció. De un momento a otro, todos habían callado y dirigido sus miradas a Tsuna, que permaneció inmóvil bajo la entrada sin comprender qué sucedía.
Kyoko se acercó a él luciendo a la vez indecisa y apenada, y antes de que Tsuna pudiera preguntarle qué pasaba, ella se le adelantó.
-Tsuna-kun, ¿es cierto… lo que dice el rumor?
El joven Vongola pestañeó, sin entender.
-¿E-Eh? ¿Rumor, de quién?
Kyoko abrió la boca, pero antes de que pudiera decir algo como respuesta, se escucharon pasos acercándose ruidosamente. Al instante siguiente, Gokudera apareció en el salón, jadeando.
-¡Décimo! El rumor… no puede ser verdad, ¡¿cierto?!
Tsuna lo miró con confusión, completamente ignorante respecto al rumor que claramente lo involucraba. Sea cual sea, no podía ser bueno. Un escalofrío recorrió su espalda, mientras contestaba con voz temblorosa:
-N-No sé de qué estás hablando, Gokudera-kun.
-Hahaha, sabía que Tsuna no tenía nada que ver -exclamó Yamamoto entre risas, mientras aparecía bajo el umbral de la puerta-. No le hagas caso a los rumores, supongo que hablan porque te tienen envidia. Seguro que a Hibari tampoco le importará.
-¡¿Hibari-san?! -chilló Tsuna comenzando a entrar en pánico. No importaba qué rumor era, si estaba involucrado Hibari tenía la certeza de que no le saldría gratis. Al menos no a él, aún cuando no tuviera nada que ver en el asunto-. No entiendo, ¿qué dice ese rumor?
-Ah, nada muy importante, de todos modos -respondió con afabilidad-. Algo sobre tú y Hibari en un baño.
-¡¡¿EH?!!
Tsuna quedó inmóvil, cual estatua de mármol, con la boca tan abierta que cualquier hubiera pensando se que le había desencajado a causa del grito. ¿Él y Hibari? ¡¿En un baño?! Ni siquiera se sentía con ganas de indagar más en el rumor, porque tenía la certeza de que no le agradaría enterarse de más detalles.
Oh, Dios, Buda o quién sea. Estaba en problemas. Grandes problemas.
Un murmullo comenzó a oírse, y los alumnos que se habían agolpado a la entrada del salón (y que Tsuna no había visto debido a su reciente ataque de pánico) comenzaron a hacerse a un lado.
Oh, Dios. Oh, Dios.
Hibari apareció entre la muchedumbre, empuñando los tonfas y con una mueca de ira contenida que hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Tsuna. Estaba en colosales problemas.
-Hey, Hibari parece enojado -indicó Yamamoto con una amplia sonrisa. Gokudera le dirigió una mirada envenenada por haber hecho una observación tan estúpida-. Y yo que pensé que los rumores no le afectaban.
-Hi-Hibari-san, es un error. ¡No tengo nada que ver en esto! -exclamó Tsuna poniéndose pálido, sabiendo que sin importar lo que diga, nada lo salvaría de lo que venía a continuación.
Hibari blandió sus tonfas amenazadoramente y dijo con voz sorprendentemente tranquila, pero aún así, aterradora:
-Pequeño herbívoro, haré que te arrepientas de haber nacido.
1827,
hibari,
tsuna,
escritor/a: shirapika