Dec 27, 2004 02:19
Me duele la rodilla.
Bien, no es del todo extraño que ésto me suceda, pero la sensación de hoy es completamente nueva.
No sabría cómo explicarlo, no es sólo el dolor, sino la impresión de
que no puedo estirar totalmente la rodilla sin percibir un 'pequeño'
choque o montura de los ligamentos.
Hasta ahora no tendría por qué estar muy preocupado, pero me ha dado
por recordar por qué tuve que esperar 6 meses para operarme en su día.
Se suponía que estaba en edad de crecimiento, por lo que no me podían
operar, si no, una vez operado, al crecer, el injerto no daría más de
sí y rompería.
Por eso esperé.
Me dieron dos alternativas:
Primer médico: 'No dejarás de crecer hasta los 19 años, por lo que no podrás operarte hasta esa edad.'
Segundo médico (de mayor prestigio y reconocimiento): 'Viendo la
radiografía, tus perspectivas de crecimiento no son muy amplias, por lo
que en 6 meses podrías ser operado.'
Yo quería jugar al fútbol, y cuando con 15 años te dicen que debes
esperar hasta los 19 para volver a hacerlo... duele. Y te agarras a
cualquier otra posibilidad.
Una vez operado, había que pensar en las consecuencias.
La primera de ellas era la evidente rehabilitación. Dura, pero inevitable.
La segunda era que pudiese crecer algo. Según el médico tenía un margen
aproximado de unos 2 centímetros (supuestamente estirar más el injerto
lo acabaría rompiendo), pero que era difícil que creciese más, y ya
utópico pensar el sobrepasar esos 2 centímetros.
Hechos:
Al operarme medía 1'779 (1'78, vamos).
Actualmente mido 1'81.
Diferencia: 3 centímetros.
Creo que ahora podréis intuír por qué tengo 'cierto' temor.
Espero que sólo sea de salir a correr con este mal tiempo...