Jan 04, 2010 05:35
No estoy segura si estos días de vagaciones realmente me han servido de algo. Quiero decir, además de dormir hasta la hora que quiero, evitar doparme con aspirinas y demás estimulantes legales XD, vaciar mi mente con pelis e internet, diseñar iconos que no llevan a ninguna parte, comer como si fuera la última vez y seudo organizar el depa, realmente se me han ido como agua y no siento que realmente haya descansado.
Es una sensación de vacío muy peculiar. Como que desperdicié el tiempo y, cuando lo tuve, me la pasé de malas. Me arrepiento mucho de haber aceptado, por ejemplo, ese viaje al centro del país. Me arrepiento muchísimo de haber participado en las comidas de año nuevo y navidad. Hubiese querido estar sola, sin tener que preocuparme por limpiar los platos y la mesa y etc.
Al parecer varias cosas que me había propuesto se fueron al traste: todavía no hay forma de arreglar las cortinas. No he comprado el banco para mi restirador, ergo, no dibujé nada.
Ni hablar de planear clases. No no no.
Lecturas... voy a una tercera parte de El samurai, estoy a un capítulo de terminar el interminable Oliver Twist, no retomé -y debo hacerlo- las Crónicas Mexicanas. Estoy a punto de comenzar (y devorar, de ser posible) Fundación.
No escribí nada. A lo sumo releí unos viejos cuentos que me siguen pareciendo demasiado buenos para mi nivel actual. No entiendo ahora de dónde pude sacar tanta precisión. Si quisiera escribir eso de nuevo, estoy segura que no podría llegar ni a la mitad. Además no he concluído MI y no estoy segura de tener ánimos para seguirla en enero. Estoy totalmente estancada ay, estancada. Bloqueo: here we go.
Musicalmente ha sido todo lo contrario. Me he revolcado entre notas, estilos y melodías interesantísimas como gato en el rayo directo del sol. Por ahí vamos bien. Al menos.
Para mi fortuna ya comienzan a verse los frutos de las resoluciones de año nuevo: amistades nuevas, inconcebiblemente afines, que me entusiasman y estimulan la neurona dormida de la socialización. Oh well.
Quiero creer que al no aceptar de nuevo ésa materia de primer año con los chicos salvajes, mis horarios volverán a estabilizarse, al igual que mi equilibrio personal. No más estrés. Ojalá los nuevos alumnos de literatura en la escuela 1 se comporten al nivel, porque estoy segura que éste cuatrimestre será el de más sesudas conversaciones en clase. Estoy decidida a dejarlos con el ojo cuadrado en las clases.
Además de eso, se supone que voy a tomarme en serio lo del japonés. He venido parloteando que aprenderé japonés en menos de 5 años... desde hace 5 años...
Hasta ahora no había sentido verdaderamente lo inútil que resulta admirar una cultura de la que no puedes entender el idioma. Si el idioma es la esencia de la espiritualidad, ¿cómo carajos pienso que puedo decir algo al respecto de ellos si ni siquiera me he tomado la molestia de aprender su idioma? He actuado irresponsablemente, pero debo modificar eso. No me tomará más de los 5 años que había dicho, y así como han pasado ésos, seguro pasan los otros -tendrán que pasar- pero al cabo de un tiempo seré capaz de leer y escribir y hablar y comunicarme con ellos. De entender realmente lo que me gusta. De otra manera es una mentira.
La última mitad del 2009 fue rara. Por fin, luego de dos fallidos intentos, estoy tranquilamente en un espacio casi perfecto que me deja ser. Me lo he tomado a juego y tengo que modificarlo.
Bla bla.
karma,
nada,
mi vida,
ocio