Jun 27, 2007 21:08
"Lo que más le da miedo es la noche, cuando nadie puede distraerla de sus preocupaciones ni se puede escapar con un tocho de formularios que firmar, o con unos cuantos médicos con quien discutir. Un momento de tranquilidad y reflexión que puede convertirse en el más duro infierno. Son unas horas de retiro, que sólo le sirven para mortificarse más. Justo cuando se tiene que ir del trabajo, y se queda a solas consigo misma… En ese momento le vienen todas las cosas que ha hecho hoy, o que debería haber hecho, o que no… y la gente con la que ha hablado, las oportunidades perdidas, las palabras que no pueden volver a rectificarse, y le agobian, le muerden, le arañan, le impiden dormir. La fachada de una persona segura de sí misma se derrumba cuando entra en casa y se pasa las noches dando vueltas en la cama hasta conciliar el sueño. ¿Y si hubiera dicho esto? ¿Y si me hubiera callado en esta situación? ¿Y si ahora no puedo hacer lo que todos esperan de mí… y si ahora… - Y nunca se atreve a finalizar la frase - … decepciono?
Pero ahí está él, con sus comentarios irónicos que no hieren más de lo necesario, palabras leves que no aumentan su carga nocturna. Risas. Peleas.
Y la sensación no estarse equivocando a cada paso cuando él merodea cerca.
Y el sabor agridulce en la boca de ella al saber que lo único por lo que la respeta es por la verdadera persona que es. Ni su cargo, ni lo que aparenta.
Y la felicidad de sentir que no espera más de lo que puede dar, pero tampoco menos.
Y la tranquilidad de admitir que no es perfecta y ser aceptada.
Cuddy, te preocupas por todo, y no te quedas contenta hasta que no lo has hecho perfecto. Pero las cosas no son perfectas. Eso te convierte en una jefa muy buena, pero también en una persona infeliz…"
house,
30vicios