mood:
nostalgic
Cuando una piensa en Irlanda, piensa en verde, piensa en naranja, en cerveza y pelirrojos. Piensa en música, en rock, pop y celta. Piensa en un país que las ha pasado putas, que ha vivido, al igual que nosotros, el tener que emigrar para poder labrarse un futuro mejor. Ahora los que se fueron están volviendo.
Estás allí y te da la sensación de que en cualquier momento te van a hablar en español, la cercanía, la amabilidad, las calles regadas de música te hacen sentirte como en casa. Parece mentira que U.K esté tan cerca. Que el Excuse Me autoritario se sustituya siempre por un Sorry tímido.
He pasado unos días en Dublín con
zumodemelon y chica, he venido enamoradísima de la irish people
Decir que pelirrojos no es que haya muchos. Los hay, por supuesto, pero abundan más los castaños claros con ojos claros, todos muy guapos.
Llegamos a las 10 de la noche del sábado, hora local. Nos bajamos del bus que nos traía del aeropuerto en O'Connell St. una de las calles más anchas de la ciudad, nada más llegar el Spire de Dublin, una especie de pilar cilíndrico de 3 metros de base, 120 m de alto y un pico de 15 cm.
Parece el centro de reunión de los jovenes donde quedan para salir de fiesta. Impresionante la de gente que había.
La verdad es que al llegar me decepcionó un poco, no sé exactamente por qué, supongo que como todos tenemos unas ideas preconcebidas de como va a ser un sitio antes de ir, pero lo que uno cree no tiene porque ser lo que es realmente. Creo que ver tantísima juventud con sus mejores galas me shockeo. Y ver que el rio Liffey es taaan pequeño por la zona de O'Connell también me impacto.
El hostal era un pedazo de pestiño auque estaba muy céntrico, pero dormir con 10 tíos NO mola nada. Roncan. Mucho. Al menos el último día pudimos dormir con otras chicas, sólo eramos cuatro en la habitación y no había ni un ruido ni medio. La oferta hostelera irlandesa/inglesa deja un poco que desear, muy caro si no compartes habitación con cantidad de unknows. Claro que, si tienes sueldo, esto te importa un pito.
De día la cosa ya es muy diferente, cielos nublados con ganas de llover, recuerdan a los cielos ingleses. Casas pequeñas de máximo 4 pisos, cada uno de una forma, un color. Incluso el Liffey adquiere connotaciones que de noche se pierden en la oscuridad.
O'Connell Bridge:
El Liffey:
Al otro lado del Liffey, en la zona sur, el Temple Bar, zona donde hace años nadie quería estar ni trabajar, pero que poco a poco adquirió caché y ahora es un barrio dedicado al ocio y al arte. Músicos cantando, mimos y montones y montones de pubs con música en directo. Tomarse una pinta de Guinness escuchando música tradicional irlandesa, la panacea.
Y es que esta ciudad es una gran cantera de grupos de éxito. U2, The Cranberries, The Corrs, Snow Patrol, The Devlins, Sinead O'Connor etc... La ciudad se enorgullece de ello y hay cantidad de aspirantes a ser los próximos en dar el salto. Hay un tour sobre las Rock Stars, sus principios, los sitios emblemáticos donde actuaron por primera vez o donde trabajaron, cada sitio estaba marcado con un disco de vinilo
El bar en el que The Cranberries tocaron por primera vez:
O el famoso estudio de grabación de Windmill Lane donde U2 grabó sus primeros discos:
Sus pintadas son totalmente características.
Ya que se está en Dublín, creo que la visita obligatoria es ir a la Guinness StoreHouse en Crane St. al quinto pino pero oye, no todos los días te enseñan como fabrican una de las mejores cervezas del mundo. Parece ser que es la atracción turística de la ciudad, al menos fue donde más concurrencia vimos de los sitios en los que estuvimos. Entrar es caro, 14€ los adultos, 9,5€ con carnet de estudiante, pero al acabar la visita en el Gravity Bar te invitan a una pinta. No ves la fábrica, pero si te enseñan como es el proceso de fabricación. 7 plantas, con forma de un vaso de cristal.
La fábrica:
El Gravity Bar, con una vista panorámica de todo Dublín a tus pies.
El puerto a lo lejos:
En pocos sitios creo que sepa mejor que en el lugar de fabricación. Aaaaaaaaaah, un verdadero placer líquido.
Allí la Guinness está en TODOS los sitios
Y leprechauns también, ya sabes, el señor bajito de barba pelirroja con muy mala uva que cuida un caldero de oro al final del arco iris.
Como somos así de flipadas, nos cogimos el DART (tren de cercanias) y fuimos a Killiney, que parece ser que es el sitio donde reposan las celebrities tales como Bono, Edge y demás. Una verdadera gozada que el tren vaya por la costa donde puedes ver el Mar de Irlanda a tu izquierda.
Preciosísima la playa de Killiney, de piedra y con un agua helada.
Sobre esa colina de la foto anterior está la casa de Bono, que tiene a The Edge de vecino. Como cualquier fan flipao que se precie, fuimos a ver si encontrabamos la casa del susodicho. Lo cierto es que fue increiblmente sencillo, no tiene perdida ninguna. Por fotos de otros fans sabíamos como eran las puertas de su casa. Láminas grabadas con letra a mano, un Everything You Know Is Wrong te da la pista de que es el sitio adecuado, una referencia a las niños, a ladrones y un grabado en francés con la letra que parece ser de sus hijas. Y sip, las puertas de KaBono tienen mogollón de mierda.
Parece ser que es sitio habitual de peregrinaje de un fan de U2, allí estaban también otras chicas que no tardaron en irse cuando llegamos. Decidimos subir un poco por si veíamos la casa de The Edge, y ante la obviedad que un chamizo de piedra cutre y de obras no era decidimos bajar, bueno... la caguetas de
zumodemelon se puso nerviosa. Mientras mirabamos la placa con la dirección de la calle y sopesabamos en mandar una carta al señor Hewson with Love y yo me dedicaba a divagar, la pequña Vio decidió hacer conexión visual con el señor Bono sin ni siquiera advertime de su presencia. Yep, apareció un Mercedes acojonante del cual yo sólo vi el culo, y se metió en la parcela de las puertas anteriormente citada. Sólo vi un cacho de jardín y un segurata de 2 m, todo de negro y con pinganillo vigilando la puerta. La verdad es que la pedorra de mi compañera de viajes podría haber dado una voz, pero resultó ser de las fans que se quedan congeladas en el sitio, mutis, roja como un tomate y flipando. Y si, yo en la parra con mi lalala, estimado Paul Hewson, Mr. Bono, lalalala, hasta que viene la otra soltando "Tía, era Bono, era Bono, le has visto? Era Bono, me ha mirado y ha sonreido!!!!!!!!!1" Todo esto nerviosa perdida. Mercedes de lujo con gente dentro que se mete en su casa, a ver quien coño va a ser sino...
Nota a Violeta: Vaya mierda de capacidad de reacción que tienes, ya podrías ser de las fans histéricas que chillán, gritan, se desmelenan y se vuelven locas a ver a sus idolos. Nada, opta por el mutismo ¬¬. Que de putadas me haces, perra. /nota
Había un sitio, ya en Dublín, donde el tío no podía ser más friki de U2, tenía cantidad de rarezas y de excentricidades, y piratería!! Cd's de los conciertos de Vertigo Tour a 20€!, pero si lo ha sacado de la mula! ¬¬
Pero el cabronazo tenía una guitarra firmada por todos:
Había un Hard Rock, pero no entramos, jeeeeeeeeeeeeee... y encima estaba la Trabant del Zoo Tv, pero donde sí estuvimos fue en un parecido, pero más ambientado a los grupos irlandeses, el Capitan Americas. Ambiente de comic mezclado con autografos, fotos, merchandising firmado de celebridades.
Y sip, pone Tanks.
Y the Corrs (love):
El hotel Clarence, del que U2 son dueños, y donde en su azotea se grabó el videoclip de Beatiuful Day, a orillas del Liffey. Donde tienen una carta astronómicamente cara y unas tarifas para pernoctar abrumadoras. No parece que sea uno de los hoteles más caros de Dublín ¿verdad?
Y esta es la tienda para sordos por la que el señor Hewson tiene el alias que tiene. Pasamos por allí la tira de veces para ir al hostal hasta darnos cuenta de que eso era lo que era.
Y ya en cuestiones turísticas, la Christ Church Cathedral, en la que si hay misa no puedes entrar a no ser que digas que vas a ella y te tienes que quedar TODA la misa, conecta con una especie de museo temático sobre la historia de Dublin, Dublinia, un poco rollo.
Y la St. Patricks Cathedral, con jardines verde irlandés. Nada más entrar, pagando, cantidad de souvenirs. Las sillas para escuchar el sermón tienen unos cojines tejidos, para poner el culo, donde en el reverso viene el nombre de la tipa que lo fabrico. Lo cual no tengo claro si quiere decir que esa silla y ese cojín es de esa señora, que tiene la vez dada o es simplemente como un derecho de autor. Y como no, andamio, ya estaba tardando.
En Merrion Square se encuentra la estatua de Oscar Wilde, o como los dublineses lo conocen, "El maricón sobre el peñasco"
Las típicas casas georgianas, con sus puertas de colores:
Además del Irish Breakfast (salchichas, morcilla, huevos, bacon) probamos el Irish Coffee:
Demasiado para mí. Dos dedos de whisky. Uff.
Y ya a la vuelta y sobre el aire, con dolor en el alma pero maravillada por haber conocido una ciudad con tanto encanto, Dublín:
Es una ciudad que te llega, serán las pintas de Guinness, la música... pero te deja unas ganas de volver que no son ni medio normales.
Vaya parrafada, así no se me olvida.