A los 30 viviré con una renta que apenas podré pagar, bien en Madrid o en una urbanización de las múltiples a los alrededores de Londres. Viviré sola, claro, e intentaré seguir viviendo de escribir aunque no me dé ni para comer.
Habré vivido unos años en París, dos o tres, donde me habré cortado el pelo 'a la francesa' y habré tenido una relación
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Tal vez no seamos los mejores, tal vez ni siquiera lo hagamos demasiado bien, pero intentamos crear cosas a partir de nuestra imaginación, a partir de todo aquello que nos rodea, y cuando terminamos cada una de esas cosas que creamos, ya sea un dibujo, unas lineas sobre un papel, o cualquier otra cosa, nos sentimos satisfechos y “felices” a nuestra manera.
Probablemente por ese motivo, no haya nada mejor que poder dedicarnos en nuestra vida a crear algo, cualquier cosa u obra es válida, porque nada puede hacernos sentir más afortunados, a pesar de que económicamente estemos más o menos valorados. Posiblemente ese sea el gran privilegio que la vida nos concedió tan sólo a unos pocos, y eso nos permite olvidar o afrontar con más calma el resto de circunstancias adversas que nos rodean...
El viajero sin destino
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