Por la boca muere el pez
2.- Por la boca muere el pez
Fandom: House M.D
Personaje: A. Cameron
Para la comunidad Retos_a_lacarta
Escrito por: Syry (princess_syry)
Advertencias: Posibles Spoilers.
Come On. (Vamos xD)
Se consideraba sincera. De hecho, y demasiado, iba con la verdad por delante y no le gustaba la mentira. Sin embargo, si podía herir, callaba. No mentía... del todo. Sólo ocultaba la verdad por un bien mayor. A veces, por ello, creía que no era tan sincera.
Allison Cameron apreciaba la verdad, las cosas claras y sin dobleces. Le gustaba que la trataran y tratar con cariño y respetando los deseos ajenos y, si se podía, propios. O al menos, eso fue hasta que, hacía tres años, entró a trabajar con el mejor doctor del Princeton: Gregory House.
Era un gran capullo que le había enseñado mucho de la vida, de la verdad y de la mentira. La vida y la muerte iban de la mano, era un recuerdo constante en la mente humana. La verdad y la mentira eran dos caras de una moneda, nunca sabes cuál duele más. Pero sí la que hace más daño. Y sin embargo nos aferramos a las mentiras.
Cada cual crea una propia, suya, e inigualable. Ya sea sobre tus gustos, sobre qué esperas de la vida, sobre de quién estás enamorada, mentimos para gustar o satisfacernos.
House mentía en el hecho de no sentirse solo.
Wilson mentía cuando decía que amaba a alguien, pues su corazón está ocupado por unos ojos azules y una sonrisa lobuna.
Foreman mentía cuando decía que no eran amigos.
Chase mentía... no sabe en qué, pero sabe que miente.
Y ella miente sobre casi todo su pasado. Sobre sus miedos e inquietudes. Sus esperanzas. Su amor. Cameron mentía sobre todo aquello que implicase sentimientos, jugarse todo a una carta y darte cuenta de que es más posible perder que ganar. Mentía cuando decía que no quería algo más con Chase.
¡No era tan fácil decir la verdad! No era fácil. No le gustaba aceptar que dejaba la luz encendida porque sentía miedo en un piso tan grande y vacío. No le gustaba decir que si se quedaba hasta tarde en el hospital, era porque así cenaría en compañía. No podía soportar la idea de decirle a Chase que lo amaba y perderle poco después.
Pero lo que más odiaba, con todas sus fuerzas, era no saber cambiar.
Su vida era una construcción de mentiras que le gustaría no usar, pero es como el efecto dominó, cae una y le siguen las demás. Estaba harta, cansada de su vida, e todo lo que le rodeaba. Deseaba gritar la verdad sin importarle los demás, deseaba correr a la deriva sin temor a chocar.
Deseaba poner su corazón en manos de alguien, sin miedos o dudas, entregarse más de lo que ha hecho nunca. Desea sentir eso que todos parecen conocer, ¡incluso House! Y ella aún no sentía del todo. Lo más cercano era lo suyo con Chase pero, ¿Cómo iba a saberlo?¡Nunca había amado, por el amor de Dios!
Se sentó frustrada en su sofá de color rosa, en el comedor pintado de color crema, envuelta en una manta de color canela, y mirando sin ver una televisión de plasma de cuarenta y ocho pulgadas. Suspiró cansada.
Ciertamente hoy la gente hablaba de más. Todo eran mentiras.
Total, por la boca muere el pez.
Ya le llegaría su oportunidad.
O eso esperaba.
Finite