Jan 25, 2008 15:22
Sobre mi caída
Era un día soleado, llevaba puesto un pantalón blanco y llevaba muchas cosas, y como si fuera poco tenía mis zapatos altos. Así que era de esperar que caería. Y así fue, a 8 minutos de caminar caí, caí con todo mi peso y prácticamente estuve echada un buen rato en la pista (si hubiera pasado un carro a toda velocidad, no lo estaría contando). Mis manos evitaron que mi cabeza choque el piso y mis rodillas también amortiguaron el golpe. Me levanté esperando que nadie se riera de mí, felizmente estaba sola, o eso creí. Yo pensé que si llamaba a alguien me iba a auxiliar, pero no se fue así, así que caminé hacia mi destino... sola... cojeando... con todas las cosas encima. Me asusté un poco cuando salía sangre de mi brazo, pensé que mis rodillas también estarían sangrando por que las sentía así, además vi. una gran mancha negra en el lugar de mis rodillas en el pantalón.
Cuando llegué se me puso crema para golpes, mis rodillas solo se golpearon, me ardía mucho cuando pasaba el alcohol por ahí, me ardió más cuando lo pasaban por mi brazo con sangre.
Al día siguiente, mis rodillas, a pesar de varias untadas de crema para golpes, estaban negras, no mucho pero si evidenciaban la caía, mi brazo parecía cicatrizar.
A la semana mis rodillas volvieron a su color natural, pero el brazo seguía evidenciando el suceso.
El brazo sigue con una marca, cada vez va desapareciendo, pero estoy segura que con el tiempo no habrá rastro de ese penoso incidente.
Moraleja: Siempre es bueno tener una crema para golpes cerca, pero es el tiempo, que puede ser lento o rápido para algunos, el que en verdad cura todo.