{HaeHyuk/KyuHyuk} Lo que quedo pendiente {Parte 2}

Jul 20, 2013 04:43

Título: Lo que quedo pendiente.
Fandom: Super Junior.
Pareja: HaeHyuk/kyuhyuk.
Género: Romance, angst.
Clasificación: PG.
Advertencia: Broken!HaeHyuk -Aunque en el fic no son pareja en ningún momento, lol-. Creo que mis desvaríos mentales, los cuales escribo, son algo de los que les debo advertir.
Resumen: HyukJae puede ver fantasmas desde que tiene memoria. Nada ha sido fácil en su vida, ser diferente tiene sus desventajas. Él ama en secreto a la persona que siempre estuvo a su lado; pero entonces aparece un extraño fantasma en su vida.
Notas: Esto es la segunda mitad » Primera parte


DongHae ya está harto. Ha sido paciente y ha esperado a que algo cambiara en la mente de aquel chico con esa nueva información, pero aun así sigue viendo a la persona que ama llegar destrozado todas las tardes, azotando la puerta de su habitación y tirándose en la cama para liberar todas las lágrimas que pueda. Incluso a veces llora tanto que se queda dormido y no baja a cenar. Él sabe que llora para no hacerlo nuevamente, pero al parecer no logra su cometido.

Y entonces le escucha decir que el amor es una mierda, que no quiere estar más enamorado de aquel estúpido y a DongHae se le rompe el corazón, literalmente. DongHae nunca, nunca, lo habría hecho llorar de esa forma. Si hubiera tenido la oportunidad de dejarse conocer, le habría demostrado que el amor es una de las mejores cosas que le puede pasar a una persona. Si pudiera, hubiera limpiado cada lágrima y borrado cada rastro de ellas con besos y abrazos, y hubiera creado un amor nuevo con su tibio calor y su gran cariño. Pero DongHae es un fantasma, y los fantasmas son fríos y no pueden dar calor. Entonces DongHae se da cuenta que le queda poco tiempo y no sabe que hacer. Odia verlo sufrir, y como ya no es capaz de demostrarle que lo ama -no de forma física-, sacrificará su amor para que por lo menos sea feliz con la persona que él ama.

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HyukJae puede contar con los dedos de una mano las veces que KyuHyun lo invitó a su casa. El pelirrojo era quien siempre invitaba al menor a la suya, porque a KyuHyun no le gustaba estar en la de él -o eso le había dicho-.

La casa del moreno es grande, mucho más grande que la suya. Es un poco fría, porque ahí solo viven cuatro personas y caben alrededor de diez -por no exagerar y decir que cabrían cincuenta sin problema-.

KyuHyun lo guía escaleras arriba, hasta su habitación. El mayor, las veces que ha entrado siempre la ha visto como ahora: ordenada y limpia. La ventana abierta hace que entre el sol del atardecer, pintando de colores calidos el lugar.

KyuHyun toma el portátil de su mesa de noche y se sienta en la cama, dejando lugar para HyukJae. Éste, con un pequeño nudo en la garganta, se acerca y se deja caer a su lado. Por el silencio que ronda la casa, sabe que están solos. Y eso lo pone aún más nervioso. Fija la mirada en la pantalla, observando que está entrando a una de las tantas páginas de juegos online que le gustan. Están tan cerca que puede escuchar la respiración del menor por encima del tecleo de la portátil. El moreno habla, pero no entiende que es lo que dice porque ha salido en un susurro. HyukJae gira la cabeza para toparse con la mirada absorbente de KyuHyun y sabe que algo está pasando. El aire le pesa, porque cuando KyuHyun lo mira de esa manera parece que le esta desnudando el alma y estudiando cada una de sus reacciones, haciendo que se ponga incómodo. Y quiere desviar la mirada pero no puede, porque la atracción es mucho más fuerte que aquella orden. Hay algo extraño en la mirada de KyuHyun y cuando lo ve morderse ligeramente el labio inferior se da cuenta: está nervioso e indeciso. Son pocas las veces que esas emociones atrapan al menor, porque él es decidido, orgulloso y actúa siempre pensando en las consecuencias y ahora está siendo ahogado por aquellas inquietudes que no van con su personalidad. Pero todos experimentamos cada emoción conocida por el ser humano, aunque sea una vez en la vida. Incluso las más primitivas.

-Me gustas -dice el menor tan repentino y natural, como si fuera algo que debería decir cada día de su vida. Y cuando KyuHyun lo suelta, siente como si una piedra se moviera de un lugar de su pecho y algo encajara donde había un hueco a la perfección, y eso le hace sentir fresco, libre, correcto y por sobre todo, feliz.

-Me gustas, hyung -vuelve a repetir, al no recibir respuesta de parte de HyukJae. Y no va a recibirla, porque el mayor se ha quedado tan sorprendido que apenas y puede terminar de procesar la frase.

KyuHyun lo toma por los hombros intentando que HyukJae no se mueva, pero el pelirrojo no se va a mover. Porque no quiere y porque sus piernas no le responde. Porque está pasmado ahí, con los ojos a punto de salirse de su orbita y si alguien le da una bofetada no la sentiría. Porque KyuHyun se esta acercando a su rostro, y siente su respiración llegar hasta sus labios.

Es mágico cuando une sus labios. Es realista cuando, con esa lengua que tanto vuelve loco a HyukJae, delinea su labio inferior para pedir permiso y entrar a explorar esa cavidad nueva para él. Es delirante cuando ambas lenguas empiezan una batalla, jugueteando e intentando tomar el control. Es fascinante cuando de la garganta del menor sale un gutural gemido. Y luego otro sale de la garganta del mayor.

-Estoy enamorado de ti… -se separa sólo para tomar aire y revelar eso que lleva dentro y en negación tanto tiempo, dejando -si es que puede- aun más inestable al pelirrojo. Vuelven a besarse con más entusiasmo hasta que el aire vuelve a ser necesario- y quiero tener sexo contigo, hyung. Ahora. -y esa sonrisa aparece. La comisura derecha de sus labios se eleva y crea esa sonrisa que lo vuelve loco. Solo la usa en contadas ocasiones, pero siempre hacía acto de presencia cuando se burlaba, cuando cosas perversas pasaban por su mente y cuando algo que le gustaba estaba a punto de suceder. KyuHyun no da tiempo a que HyukJae abra la boca para objetar o aprobar la idea, se abalanzaba sobre él para cumplir con su deseo.

El mayor recibió mucha información para un solo día, así que tampoco puede -ni quiere- hacer mucho para detener a KyuHyun.

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HyukJae no sabe realmente que es lo que sucedió.

Bueno, sabe que hizo… eso. Con KyuHyun. Y recordarlo le hace enrojecer hasta que toda su cara iguala el color de su cabello.

Sabe que KyuHyun lo tuvo que llevar sobre su espalda hasta su casa porque no podía dar dos pasos sin quejarse del dolor, lo cual hizo que el menor se burlara de él por ser tan nena y él lo golpeará por ser tan animal, aunque eso solo hacía reír a KyuHyun, mientras alegaba no creer que al mayor le molestara que fuera un animal en la cama. Y aunque así fuera, eso no evito que volviera a recibir un golpe por parte de HyukJae.

Sabe que cuando estuvieron en frente a su casa, KyuHyun miro a ambos lados de la calle -buscando terceros- antes de besarlo. Esta vez fue más corto pero trajo consigo todas esas mariposas, sintiéndolas revolotear desde el centro de su estomago y expandiéndose por todo su cuerpo hasta llegar a los dedos del pie.

Sabe que KyuHyun no quería separarse, pero después de despedirse más de diez veces con risitas y besos cortos, al final lo soltó y se alejo de él. Lo veía caminando de espaldas esperando que no se tropezara, pero KyuHyun estaba sonriendo y se veía tan feliz como él se sentía que no se dio cuenta cuando doblo en una esquina, perdiéndolo de vista. Afuera, el clima otoñal se podía sentir con la brisa fresca, pero ésta nunca llegaría a calar frío en sus huesos porque aun sentía las tibias manos de KyuHyun sobre él.

Sabe que cuando entro a su casa lo hizo cojeando, haciendo muecas de dolor a cada paso que daba y conteniendo el aliento para luego soltarlo en un bufido. Su madre en cuanto lo vio le pregunto que le había pasado, y el apenado -porque no podía decirle que había tenido sexo con su mejor amigo- solo dijo que se había golpeado, pero que ya le habían revisado -y cómo le habían revisado- y que se encontraba bien -muy bien-.

Y ahora, tirado de espaldas a lo largo de su cama, quiso gritar y puso sobre su cara su almohada, intentando ahogar algún posible ruido que saliera sin permiso. Que estupidez, se sentía como una colegiala enamorada.

-Te ves muy feliz -aquella voz sobresalta a HyukJae, pero no logra asustarlo del todo porque la reconoce de inmediato. Aparta la almohada de su cara, se incorpora quedando sentado y encuentra al fantasma sentado en el piso, cerca de donde él está. Cruza ambas piernas, logrando sentarse en posición india y pone la almohada en su regazo, sus brazos descansando sobre ésta. Una sonrisa se dibuja en su cara, no puede ocultar lo evidente

-Lo estoy.

-¿Que sucedió?

-KyuHyun… -HyukJae no sabe si contarle los detalles o no, pero la expresión que cubre el rostro de DongHae le hace retractarse.

-Oh.

Y la habitación se hunde en un silencio incomodo. El pelirrojo, al pasar los segundos, empieza a percibir un extraño aura que desprende el fantasma y aquello hace que le corran escalofríos por la espalda porque es mucho más frío de lo usual.

-¿Y como vas con… el chico que te gusta? -La pregunta que escapa de los labios del mayor hacen despertar del pequeño transe en el que se encontraba DongHae. Tuerce un poco la boca, haciendo una mueca que demuestra disconformidad.

-Bien, eso creo. Si no me equivoco, ya han dado un paso adelante.

-No te ves muy feliz

DongHae alza una ceja, mirándolo un poco incrédulo- ¿Qué persona estaría feliz al ceder de ésta manera a la persona que ama? -«Touché» piensa HyukJae. DongHae hace un exagerado bufido, haciendo que la situación pierda la tensión que se había instalado por aquel tema- Pero como dije, ya no hay nada que pueda hacer. Solo esto.

HyukJae no puede evitar sonreír, enternecido por el amor que posee aquel espíritu por aquel desconocido.

-¿Y como es? Tú sabes, el chico.

-Es el ser más hermoso de toda la Tierra… -DongHae sonríe con un poco de amor, y fija su mirada en sus manos transparentes- No he tenido la oportunidad de hablar con él antes, pero… se que es una buena persona. Siempre lo veía en la tarde también, paseando con su pequeño perro. Es muy humilde y siempre ayuda a la gente que lo necesita. Es tierno, y realmente despistado e intenta pasar desapercibido la mayoría de las veces, pero cuando entra en mi campo de visión… mi mundo siempre brillaba. Y tiene la sonrisa más extraordinaria que he visto en mi vida, aunque no entiendo porque siempre la oculta detrás de su mano, como si… le avergonzará el tenerla así, porque cuando lo hace se le pueden ver las encías. Creo que eso es muy lindo. Y lo que he observado más, es que siempre demuestra fortaleza porque por dentro es muy débil y tiene miedo de que lo lastimen y dejen de lado nuevamente.

HyukJae ha escuchado cada palabra que ha dicho aquel fantasma, un poco sorprendido. Una idea realmente loca llega a su mente y no llega a callarla. Empieza a reír, y ese “tic” tan característico que posee aparece: su mano cubre ligeramente su boca, para que no puedan apreciarse sus encías rosadas.

-Ja, ¿sabes? Por un momento creí que estabas hablando de mí. Que loco… -Pero el fantasma no está riendo. Lo está observando con un semblante muy serio y el pelirrojo no sabe porque no le causa gracia aquella acotación tan fuera de lugar que acaba de decir. A no ser que…- ¿DongHae?

Y entonces sin decir nada, DongHae desapreció.

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HyukJae estaba confundido, muy confundido.

Además de la plática extraña que había tenido con DongHae y que aun le rondaba por la mente, desde que se había encontrado a KyuHyun en la mañana para caminar juntos a la escuela, había notado que las cosas estaban muy… normales. Se preguntaba si todo no había sido un sueño, mientras observaba de reojo a KyuHyun, quien estaba muy concentrado en lo que el profesor estaba explicando. Ni siquiera le había dirigido una mirada en todo lo que llevada del día. ¡Ni una sola! Luego recordó el dolor de su espalda baja y se indigno aun más. ¡El bastardo ni siquiera le había preguntado si estaba bien luego de haberle roto el culo, de esa forma, la noche anterior! Y luego volvió el miedo a que todo haya sido un sueño, pero estaba seguro que no lo era. Ése dolor no es algo que está imaginando.

-Hyung… -lentamente, y con el ceño fruncido, volteo hacía aquella voz que lo llamaba. KyuHyun estaba parado a su lado, probablemente era la hora de almorzar- vayamos a la azotea -y dicho esto, el moreno volteo para encaminarse hacía aquel lugar. HyukJae, mordiéndose la lengua, se levanto y lo siguió como pudo.

Ante la idea del menor, el mayor se había emocionado un poco. Nunca había gente en la azotea y creyó que, tal vez, KyuHyun quería ir allí con él para estar un rato a solas y… hacer algo, quizás. Y sí, a solas estaban, pero KyuHyun estaba haciendo nada relevante y el pelirrojo se sintió algo decepcionado -y avergonzado, no podía creer que estuviera pensando en hacer eso en aquel lugar público-.

Al terminar sus almuerzos y, quedando bastante tiempo para matar, KyuHyun decidió hacer algo más productivo que solo mirar las nubes. Se acerco a HyukJae hasta bloquear su vista y decidió devorar sus labios, demostrando la ansiedad que había sentido por hacer eso en todo el día. HyukJae, que no es tonto ni lento, correspondió con la misma emoción hasta que el aire de los pulmones había terminado. KyuHyun solo le dio tiempo para dar dos bocanadas cuando ya estaba a la carga otra vez, poniendo una mano en la cintura del mayor y, con un movimiento que HyukJae no vio venir, haciendo que se sentara a horcajadas sobre su regazo, sin dejar de besarlo. El movimiento brusco hace que al pelirrojo le de una puntada y suelte un quejido terminando el beso.

-Siento haber sido tan brusco -suspira KyuHyun sobre el cuello del mayor repartiendo besos, lamidas y mordidas que no dejan marcas mientras que sus manos bailan con destreza por la espalda ajena. HyukJae tira la cabeza hacía atrás dando un mejor acceso al menor, mordiéndose el labio intentando contener los suspiros que quieren salir. El moreno cuela sus manos por debajo de la remera de HyukJae y lo siente temblar debajo de su toque, causando que una corriente recorra todo su cuerpo también. De pronto, HyukJae se tensa y se da vuelta rápidamente.

-¿Que sucede? -Pregunta el menor, aprovechando ese lapso en que se separa de la piel del mayor para recuperar el ritmo de su respiración.

-Nada. No es nada -Un timbre que se oye lejano da aviso a que el almuerzo a terminado y deben volver a las clases de la tarde. KyuHyun se levantó, chasqueando la lengua pero tomó la muñeca de HyukJae poniéndolo de pie y volviendo a besarlo. Solo es un casto beso en los labios, pero hace que ambos puedan sonreírse como tontos. La mano de KyuHyun desciende hasta encontrarse con los dedos de HyukJae y los entrelaza con los suyos, dirigiéndolos a ambos hacia las escaleras para volver al salón. HyukJae no dirá nada, pero está seguro que sintió que alguien los observaba.

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-El otro día… vi uno -KyuHyun soltó aquello mientras iban a su casa. HyukJae y él agarrados de la mano, dedos entrelazados, escondiéndolas del clima otoñal dentro del bolsillo del menor. HyukJae volteo a verlo, con una ceja arqueada y la duda brillando en sus ojos. El moreno sonrió ante la cara del otro, dejando escapar un suspiro formándose una nube de vaho que se evaporo rápidamente. -Un fantasma -aclaró, el pelirrojo freno en seco, mirándolo mientras su cara se trasformaba a una de verdadera preocupación.

-¿C-cómo que viste un fantasma? ¿Te hizo algo?

KyuHyun trato de no sonreír como un niño ante la satisfacción de tener la preocupación del mayor, chasqueando la lengua en su lugar y negando con la cabeza varias veces- Solo me pego un susto de muerte -ironizó, pero el ceño fruncido más la pequeña mueca en los labios del mayor le hicieron dejar de intentar bromear con el tema.

-¿Realmente no te hizo nada? -HyukJae se veía muy desconfiado y aunque KyuHyun le demostrara de mil maneras que no le había sucedido nada, aun así estaría asustado. Claro, él lidia con esto desde hace años y sabe lo que es estar delante de un espíritu enojado.

-No, solo hablamos. Estaba bastante enojado… Y fue bastante curioso: me hablo sobre ti.

-¿De mi?

El moreno solo asintió, recordando cada palabra de aquel espíritu, aun sorprendido de que algo como eso le hubiera sucedido a él- Me dijo que te amaba, pero que no había tenido la oportunidad de decírtelo. Y que quería que fueras feliz... Ah, y que si no te decía mis sentimientos iba a pedir allá arriba -enfatizo alzando su dedo índice y señalando hacia el cielo- que lo dejaran acosarme por el resto de mis días. Fue muy raro. -pero HyukJae ya no estaba escuchando a KyuHyun. En su mente, ahora se estaba formando otra persona, la única que podría haber hecho lo que fuera para verlo feliz.

-KyuHyun… tengo que irme

-Pero, ¿a donde vas? -gritó, pero el pelirrojo ya había dado vuelta sobre sus talones para salir corriendo en dirección a su casa.

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-¡DongHae! -La puerta de aquella habitación apenas iluminada por los últimos rayos del día se encontraba vacía hasta que el dueño hizo acto de presencia. Aquel grito hizo un eco profundo entre aquellas cuatro paredes, rompiendo por unos instantes el silencio que reinaba en aquel lugar. Los ojos del pelirrojo recorrieron cada rincón de su cuarto, la esperanza a flor de piel intentando captar a aquella alma en pena que aun tenía algo pendiente en este mundo. Esa cosa pendiente…

-Hyukkie...

Y aquel tono de voz hizo que un escalofríos recorriera todo su cuerpo, después la pequeña uña del pie hasta la raíz de sus cabellos. Cerca de la cama, aquel ser estaba observándolo fijamente. Y era un poco difícil de explicar, pero HyukJae estaba seguro de que si se sumergía en esa mirada encontraría mucho más que una expresión muerta y vacía.

Un intenso silencio incómodo se instalo y parecía no querer irse. HyukJae esperaba que el fantasma supiera porqué estaba ahí, y DongHae lo sabía. Como tambien sabía que tenía muchas preguntas que responder. Como también sabía que no le quedaba el tiempo suficiente para responder cada una de ellas. El mayor abría y cerraba la boca, no encontrando las palabras para pedir explicaciones a lo que estaba ocurriendo en ese momento. A lo que le estaba ocurriendo a él mismo, en su interior, en ese momento. Lo miro a los ojos intentando transmitir cada una de sus dudas, esperando que el espíritu comprendiera. Éste solo se encogió de hombros, como si tampoco tuviera una respuesta exacta para saciar su intriga y curiosidad.

-Solo quería que fueras feliz, Hyukkie. Y no importaba si no era conmigo. Estuve enamorado de ti desde que te vi, y cada día ese sentimiento iba creciendo más y más. Pero, ¿qué podía hacer? No nos conocíamos. Yo solo era aquel “don-nadie” que te llevaba el periódico cada mañana, y tu eras increíble. Aun lo eres. A pesar de lo que te sucedía, aun así podías sonreír porque tenías a alguien a tu lado. Y yo era capaz de sonreír porque veía lo fuerte que eras cada mañana al salir por esa puerta y enfrentarte a todos tus compañeros que se burlaban de ti por este don que tienes. Este don que tu odias porque te hace diferente a los demás. Éste don que yo amo, porque me permitió conocerte, hablarte y acercarme un poco a ti. Es un don especial y no importa las estupideces que digan los demás, no saben apreciarlo como yo lo aprecio en estos momentos.

DongHae dio varios pasos hacia HyukJae hasta estar a una distancia en la que solo estirando el brazo pudiera tocar al otro y puso la mano en la mejilla del pelirrojo -Me hubiera gustado poder conocerte, hablarte, abrazarte, tocarte y besarte, Hyukkie, como lo hace KyuHyun, pero no podré hacerlo nunca.

-Espera… -El mayor sujeta con fuerza la mano del fantasma, reteniéndola- ¿Lo sientes? Tu mano… siento calor desde ella -Y ambos lo sienten. Se sienten. HyukJae siente un tibio calor desprendiendo del cuerpo de DongHae y éste siente un extraño cosquilleo por todo el cuerpo, uno muy agradable. De pronto su cuerpo helado se sienta más agradable para él mismo. En la mano que le sujeta HyukJae siente una pequeña opresión y es por la fuerza que está ejerciendo el otro. Asombrado, esperanzado y sintiéndose vivo por última vez, intenta dar alcance a la mejilla del pelirrojo con su otra mano y puede sentirlo. La piel suave del otro debajo de la yema de sus dedos y empieza a sentirse completo.

-Esto es…

-Extraño. Es la primera vez que me sucede.

DongHae suelta a regañadientes la mano del mayor, pero solo para seguir tanteando todo el cuerpo ajeno, sin poder creerlo aun- Puedo tocarte... Y sentirte…

HyukJae desvía la mirada hacía sus manos, ambas enredadas y apretando sus dedos. Sonríe avergonzado mientras una pequeña risa se escapa. Esta sonrojado y mordiendo su labio inferior y DongHae tiene que contener esas enormes ganas que está reteniendo desde hace tiempo- Si, puedes hacerlo…

-Hyukkie…

-¿Si?

-¿Puedo besarte? -HyukJae abre los ojos, sorprendido. Quiere decir que no, porque KyuHyun y él están juntos y sería raro besar a DongHae -quien es un fantasma-, pero la mirada intensa junto al tono de suplica y añoranza con el que hizo tal petición hacen que asienta sin darse cuenta. Y en menos de un segundo está siendo besado.

Las manos del fantasma lo toman por las mejillas. Es extraño, no va a negarlo, porque es calido a pesar de ser DongHae. Y se siente bien, a pesar de que no es KyuHyun y es alguien que no conoce y por quien no siente nada -o eso es de lo que trata de convencerse-. El beso empieza despacio, como si DongHae tanteara el terreno. Una leve presión es la que ejerce, esperando que HyukJae no lo aparte de su lado y rompa esa burbuja de magia que se ha creado alrededor de ambos. Se separa y ve a HyukJae con los ojos cerrados y sonríe porque se ve hermoso así como está y le gustaría estar vivo en este momento. Vuelve a acercar sus labios a los del pelirrojo, esta vez tomando el labio inferior y succionándolo. HyukJae siente la lengua húmeda y caliente de DongHae y contiene un gemido. Ahora si se siente extraño, porque esa lengua está caliente y urge por entrar en su boca para jugar con la suya. Y él le esta dando permiso. Ambas lenguas se encuentran y el mayor, por extraño que parezca, se siente en casa. Siente que traiciona a KyuHyun, pero le pide perdón en silencio porque sabe que no podrá parar ahora. Las manos de ambos viajan a través del cuerpo ajeno y DongHae se siente en la gloria porque puede sentir a HyukJae acercarse más. Lo esta sintiendo. Sus manos se enredan en la cintura delgada del pelirrojo y las de éste en el cuello del fantasma. Sus lenguas siguen batallando, aunque HyukJae no pone mucho empeño por liderar dejando que DongHae lo haga. A los oídos de DongHae llegan los pequeños suspiros del mayor y sabe que pronto tendrá que separarse, porque HyukJae aun está vivo y necesita del oxigeno para seguir viviendo. Un pensamiento egoísta de no dejarle respirar se cuela por dos segundos en su mente, pero sabe que nunca podría hacerle aquel daño a la persona que más ama. No quiere, pero se separa lentamente del mayor, haciendo que ese momento tan irreal llegue a su fin. HyukJae está inhalando y exhalando por la boca, como si hubiera corrido una maratón y se le dificultara respirar. DongHae sonríe y lo atrae nuevamente hacia el, juntando sus frentes y ambos cierran los ojos automáticamente. Desliza una mano desde la cintura del pelirrojo hasta la mano y la toma delicadamente.

-DongHae… -susurra débil HyukJae, intentando aun que su respiración vuelva a la normalidad- estas frío.

-No puedo quedarme más tiempo…

-¿Qué? -HyukJae abre automáticamente los ojos luego de oír eso, pero DongHae aún los tiene cerrados- No, espera… DongHae, siento no haberme dado cuenta de que- -pero el fantasma pone un dedo en sus labios, aun hinchados, y HyukJae siente esa parte hormiguear

-Está bien Hyukkie, no tienes la culpa de nada. Yo lo siento, por haber dejado que estos sentimientos queden como la única cosa que me queda pendiente hacer aquí… -se queda unos segundos en silencio, y una pequeña sonrisa de agradecimiento surca en su cara- pero ahora que lo pienso, no estoy tan arrepentido. Adiós Hyukkie.

HyukJae queda estático y mudo. Cada extremidad de DongHae se va haciendo más y más transparente, hasta que no se llegan a ver. La imagen que aun queda grabada en la cabeza de HyukJae es la sonrisa de DongHae, una sonrisa de felicidad. Y los ojos, expresando un amor profundo que incluso la muerte no pudo destruir ni hacerle olvidar.

Y DongHae volvió a desaparecer. Pero está vez, para siempre.

pareja: kyuhyuk, fanfics: oneshot, pareja: haehyuk, fandom: super junior, género: angst, advertencias: broken!haehyuk, clasificación: pg, género: romance

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