El sábado 21 se celebraba en todo el mundo (o en la parte en donde se venden discos) el Día Internacional de las tiendas de discos, más conocido como Record Store Day. Además, en Madrid, al mismo tiempo, se celebraba la Feria Anual del Disco.
El año pasado mi participación en el Record Store Day se limitó a ir a Radio City a comprar un vinilo de Beach Boys para apoyar el evento y aprovechar el 10% de descuento que se aplica a todas las compras. Pero este año era el primero en que algunos de los lanzamientos exclusivos que se realizan para este día iban a llegar a nuestras tiendas de discos, así que había que aprovechar.
Desafortunadamente, ninguna de las piezas a las que les había echado el ojo - específicamente el 7" de Beach House con el tema Lazuli y el 12" de Arcade Fire con los remixes de Sprawl II y Ready to Start- estaban disponibles, y si lo estuvieron, yo no las ví.
Sin embargo, el día supuso una celebración total de los discos - mis objetos favoritos del mundo -, las tiendas de discos - esos sitios que a veces se pasan de sagrados - y también, de los amigos con los que compartes locura y a los que no tienes que dar explicaciones porque son iguales o peores que tú.
Llevaba tiempo sin hacer compras importantes - el último LP que compré fue El Camino de The Black Keys y eso fue ya en febrero - por falta de presupuesto más que nada. Lo bueno es que esta abstinencia me permitió ayer tener un buen presupuesto para gastar en algunas cositas que llevaba tiempo queriendo agenciarme.
El día comenzó con el primer EP de las Dum Dum Girls y el álbum de Yuck, que compré en Commercial Records por la mañana. Por la tarde fuimos a la Feria del Disco, y allí me hice con dos discos que me han gustado toda la vida, pero que nunca había llegado a tener originales, Surrealistic Pillow de Jefferson Airplane y Hotel California de los Eagles. Hasta ahí todo normal y el presupuesto controlado. El problema fue cuando ví el libro sobre Brian Wilson y los Beach Boys, Bendita locura, detrás del cual llevaba desde que lo ví cerca de 2006 en la Fnac.
El alto precio de los libros de música siempre hace que me eche para atrás en seguida, así que siempre que me acordaba de él lo iba dejando y dejando. Pero ayer estaba en plena euforia musical, consumista y tenía suficiente dinero en el bolsillo como para hacerme con él. Así que cayó. El presupuesto se me disparó un poco, y puede que tenga que quedarme unos cuantos fines de semana en casa para recuperarme y poder comprarme todos los lanzamientos de primavera - Best Coast, Beach House, The Heartbreaks -, pero bueno, aburrida no voy a estar, desde luego.
Hoy os dejo con unas cuantas canciones para representar los discos que han pasado a engordar mi colección.
#378 - Yuck - Suicide Policeman
Uno de mis discos favoritos de 2011, y una de mis nuevas bandas favoritas. Después de 3 conciertos, estoy deseando volverles a ver. Sé les compara con muchos grupos de ahora, pero sinceramente, no creo que nunguno de ellos esté a la altura de Yuck en lo que a uso del ruido y la distorsión para crear atmósferas se refiere. Y, además, construyen canciones pop que son capaces de sostenerse sin ningún muro de sonido.
#379 - Dum Dum Girls - Catholicked
Una de las primeras canciones que llamaron la atención sobre las Dum Dums. Casi las prefiero ahora, con más empaque y mejor producción, pero el encanto de sus primeras grabaciones es innegable. Además de que esta canción hace gala de una profundidad poco común en este género.
#380 - Eagles - Life in the Fast Lane
¡¡Temarraco!! Siempre me imagino conduciendo por autopistas interminables cuando escucho a los Eagles. Muchas son las canciones de rock sureño, folk-rock, americana y, como lo suelen llamar, dad rock que estoy escuchando en los últimos meses. Es curioso que, por fin, haya entrado algo más en los 70, después de haber venerado los 60 hasta la obesión.