Álbumes para una cuarentena. Parte 7.
Quede apuntado como muestra de mi estado mental en el día de hoy que había titulado el post de hoy - Álbumes para una pandemia, en vez de cuarentena. Ocho días ya confinados en casa, en los que ni siquiera he salido a la compra por miedo a estar contagiada y poder expandir el virus. Los días se suceden entre altibajos, algunos muy buenos como el de ayer, y otros reguleros tirando a malos como el de hoy. No sé si será falta de sueño, posibles efectos de la hipotética infección, o simplemente, el cansancio mental acumulado que nos empieza a pasar a todos factura, pero no estoy yo muy católica, que se suele decir.
Haciendo honor a este estado un poco surrealista, he decidido poner un álbum también algo surrealista. So Red The Rose, de Arcadia. Llevaba días viéndolo mientras organizaba los discos de la colección, y hacía tanto tiempo que no lo escuchaba que ni me acordaba de él.
Arcadia fue uno de los proyectos paralelos que llevaron a cabo varios de los miembros de Duran Duran durante el hiato que tuvieron en 1985. Mientras que John y Andy se fueron del lado rockero con Power Station, por su parte Simon, Nick y Roger explotaron su lado más artsy y esotérico y sacaron un álbum bajo el nombre de Arcadia, que Nick en años posteriores dio en llamar "el disco más pretencioso del mundo."
El caso es que recuerdo que cuando descubrí este álbum me gustó mucho su sonido atmosférico, y su aire misterioso teñido de estética ochentera. Hoy la verdad es que me ha hecho bastantes aguas, aunque tiene canciones que merece la pena salvar como el single debut Election Day, Goodbye Is Forever o Rose Arcana en la que se distinguen unos coros inconfundibles de Sting.
No deja de ser lo que fue, un álbum experimental de los miembros más leídos de Duran Duran que necesitaban un respiro después de la avalancha de éxito de los cuatro años anteriores. Una rareza sólo para fans. Un disco raro para un día raro.
So Red The Rose