(no subject)
wii ya acabe!!
Fandom:Gravitation
Claim: Suichi/Yuki
Extension: palabras
Reto ley del hielo
juroq ue intente que fuera comico, pero como siemrpe uqe trato de escribir comedia me salio mas fluff que comico, so... culpen a Yuki que es otro mas de los cursis de closet XD
Comienza un lunes, siente un escalofrió cuando Shuichi pasa de largo, sin hacer ninguna señal de reconocimiento, no hay abrazo de oso, ni beso de las buenas noches, ni cena, ni nada, pero no se preocupa, esta acostumbrado a los berrinches del pequeño, después de todo, lo que el necesita ahora es paz y tranquilidad para escribir y si del baka de su amante se lo proporciona, de una manera o de otra, el no va a reprochárselo y muy satisfecho se encierra en su estudio, con una buena provisión de cerveza y cigarros.
Inmerso en su trabajo, no le da más importancia al asunto.
El martes por la tarde mientras se estira, nota que por segunda vez consecutiva, el departamento esta en silencio, demasiado silencioso considerando que vive con un músico amante del escándalo, es en ese momento que se da cuenta, algo anda mal, ha pasado mas de veinticuatro horas en completa calma y soledad, un nuevo escalofrió lo recorre.
Descarta sus temores, seguro Shuichi esta en NG, y él, bueno el suele ser paranoico.
Por desgracia la teoría de la paranoia se va a la mierda cuando llega el miércoles y su pelirrosa amante lo ignora olímpicamente sentado del otro lado de la mesa, de hecho mira a través de el como si fuera transparente, joder. Siempre es el quien escucha con gesto impaciente un relato no solicitado de las aventuras de Bad Luck, pero hoy hay silencio, así que empieza a hablar el, habla de su novela sin terminar, suelta un comentario sobre ir de compras, incluso le sirve una taza de café, que “accidentalmente” se derrama en su mano y maldice por lo bajo, sale de la habitación por que no soporta el frio, siente que hay hielo alrededor, y eso lo desquicia.
+
El jueves se puede resumir en una palabra: Infierno, al parecer para Shindou no es más que una pared o un mueble más, y detesta esa sensación, para su disgusto se descubre extrañando el ruido y la cursilería, y por supuesto el sexo.
Esta convencido de que la razón tras el comportamiento de Shuichi es alguna estupidez y da por sentado que tarde o temprano (o mas bien cuando la abstinencia lo desquicie) se le pasara el berrinche a su pequeño amante.
+
Detesta a Sakuma Ryuichi, lo odia a morir, y se da cuenta de ello el viernes por la noche, cuando entra con un brazo sobre los hombros de SU amante, ambos ríen y por supuesto ambos lo ignoran, ni un jodido buenas noches o con permiso o algo, se pasea por SU casa como si el no existiera.
Colérico, aplasta el cigarro en el cenicero y se levanta dispuesto a 2 cosas:
1.- Sacar a Ryuichi de su casa (o matarlo, lo que suceda primero)
2.- hacer hablar a Suichi.
Se yergue en su metro ochenta y seis de estatura y todo dignidad se dirige a la habitación del pelirrosa, listo para usar su afilada lengua para terminar con la situación, que ya pasa de ridícula.
Un instante antes de que la puerta le golpee la nariz, una sonrisa y el estúpido conejo rosa agita su brazo como despedida.
+
Si la manera mas efectiva de callar a Shuichi es besarle, piensa Yuki un tanto harto de ser ignorado, es también una manera de soltarle la lengua bastante efectiva, así que felicitándose por su inteligente idea se sienta a esperar que su amante haga acto de presencia, el cigarrillo en la boca, una lata de cerveza en la otra, y alguna chorrada en el televisor.
No tiene que esperar mucho, el pequeño arroja al sillón la chaqueta y camina a la cocina, que es de hecho el lugar perfecto para acorralarlo.
Shuichi esta lavando platos, así que se sitúa detrás de el y lo abraza, besa suavemente el cuello expuesto y siente mas que escucha el suspiro que se le escapa al pequeño.
La victoria esta cerca se dice a si mismo.
Pero un golpe con el trapo de cocina lo aleja, no solo uno si no una docena mas bien.
+
Aunque no es un pervertido, esta acostumbrado a tener una vida sexual bastante activa, le sobran dedos de la mano para contar las veces que ha dormido solo desde que viven juntos, y todas han tenido que ver con alguna gira.
Así que observa con una mueca la cama vacía y pone música fuerte para llenar el silencio y levanta el teléfono dispuesto a sacarle a Nakano las razones que tiene su pequeño amante para ignorarlo.
Al final esta frente a la puerta del apartamento de Hiroshi, con una estúpida rosa roja en la mano, toca y espera, siente un temblorcito, cuando finalmente abren, encuentra los ojos violetas de su amante, tiene el cabello alborotado y apenas si contiene un bostezo y una sonrisilla se le escapa, muy a su pesar.
Hay un discurso en su cabeza lo ha ensayado todo el camino, se disculpará por cualquier estupidez que haya podido ofender a Shuichi, ofrecerá una ofrenda de paz, y entonces todo volverá a lo que el llama normalidad.
Escucha una carcajada suave, emitida sin duda alguna por el dueño de la casa antes de que la puerta le golpee la nariz por segunda vez en menos de una semana.
+
Es lunes y esta solo, se sienta en la mesa, observa a su alrededor, suspira y saca un cigarrillo, lo enciende con parsimonia y alza la vista sin ver nada en especifico, es entonces cuando repara en el calendario que su amante tiene pegado al refrigerador, hay una fecha encerrada con muchos corazoncitos, en el caos de tinta rosa, se distingue una oración en letra diminuta, sabe que la anotación es obra de Shuichi y antes de leer la inscripción sabe también de que se trata.
Antes de salir de nuevo con mil excusas en la cabeza, el celular en una mano y las llaves del auto en la otra se pregunta, si una semana bajo la ley del hielo será castigo suficiente por haber olvidado su aniversario.
Fandom:Gravitation
Claim: Suichi/Yuki
Extension: palabras
Reto ley del hielo
juroq ue intente que fuera comico, pero como siemrpe uqe trato de escribir comedia me salio mas fluff que comico, so... culpen a Yuki que es otro mas de los cursis de closet XD
Comienza un lunes, siente un escalofrió cuando Shuichi pasa de largo, sin hacer ninguna señal de reconocimiento, no hay abrazo de oso, ni beso de las buenas noches, ni cena, ni nada, pero no se preocupa, esta acostumbrado a los berrinches del pequeño, después de todo, lo que el necesita ahora es paz y tranquilidad para escribir y si del baka de su amante se lo proporciona, de una manera o de otra, el no va a reprochárselo y muy satisfecho se encierra en su estudio, con una buena provisión de cerveza y cigarros.
Inmerso en su trabajo, no le da más importancia al asunto.
El martes por la tarde mientras se estira, nota que por segunda vez consecutiva, el departamento esta en silencio, demasiado silencioso considerando que vive con un músico amante del escándalo, es en ese momento que se da cuenta, algo anda mal, ha pasado mas de veinticuatro horas en completa calma y soledad, un nuevo escalofrió lo recorre.
Descarta sus temores, seguro Shuichi esta en NG, y él, bueno el suele ser paranoico.
Por desgracia la teoría de la paranoia se va a la mierda cuando llega el miércoles y su pelirrosa amante lo ignora olímpicamente sentado del otro lado de la mesa, de hecho mira a través de el como si fuera transparente, joder. Siempre es el quien escucha con gesto impaciente un relato no solicitado de las aventuras de Bad Luck, pero hoy hay silencio, así que empieza a hablar el, habla de su novela sin terminar, suelta un comentario sobre ir de compras, incluso le sirve una taza de café, que “accidentalmente” se derrama en su mano y maldice por lo bajo, sale de la habitación por que no soporta el frio, siente que hay hielo alrededor, y eso lo desquicia.
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El jueves se puede resumir en una palabra: Infierno, al parecer para Shindou no es más que una pared o un mueble más, y detesta esa sensación, para su disgusto se descubre extrañando el ruido y la cursilería, y por supuesto el sexo.
Esta convencido de que la razón tras el comportamiento de Shuichi es alguna estupidez y da por sentado que tarde o temprano (o mas bien cuando la abstinencia lo desquicie) se le pasara el berrinche a su pequeño amante.
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Detesta a Sakuma Ryuichi, lo odia a morir, y se da cuenta de ello el viernes por la noche, cuando entra con un brazo sobre los hombros de SU amante, ambos ríen y por supuesto ambos lo ignoran, ni un jodido buenas noches o con permiso o algo, se pasea por SU casa como si el no existiera.
Colérico, aplasta el cigarro en el cenicero y se levanta dispuesto a 2 cosas:
1.- Sacar a Ryuichi de su casa (o matarlo, lo que suceda primero)
2.- hacer hablar a Suichi.
Se yergue en su metro ochenta y seis de estatura y todo dignidad se dirige a la habitación del pelirrosa, listo para usar su afilada lengua para terminar con la situación, que ya pasa de ridícula.
Un instante antes de que la puerta le golpee la nariz, una sonrisa y el estúpido conejo rosa agita su brazo como despedida.
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Si la manera mas efectiva de callar a Shuichi es besarle, piensa Yuki un tanto harto de ser ignorado, es también una manera de soltarle la lengua bastante efectiva, así que felicitándose por su inteligente idea se sienta a esperar que su amante haga acto de presencia, el cigarrillo en la boca, una lata de cerveza en la otra, y alguna chorrada en el televisor.
No tiene que esperar mucho, el pequeño arroja al sillón la chaqueta y camina a la cocina, que es de hecho el lugar perfecto para acorralarlo.
Shuichi esta lavando platos, así que se sitúa detrás de el y lo abraza, besa suavemente el cuello expuesto y siente mas que escucha el suspiro que se le escapa al pequeño.
La victoria esta cerca se dice a si mismo.
Pero un golpe con el trapo de cocina lo aleja, no solo uno si no una docena mas bien.
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Aunque no es un pervertido, esta acostumbrado a tener una vida sexual bastante activa, le sobran dedos de la mano para contar las veces que ha dormido solo desde que viven juntos, y todas han tenido que ver con alguna gira.
Así que observa con una mueca la cama vacía y pone música fuerte para llenar el silencio y levanta el teléfono dispuesto a sacarle a Nakano las razones que tiene su pequeño amante para ignorarlo.
Al final esta frente a la puerta del apartamento de Hiroshi, con una estúpida rosa roja en la mano, toca y espera, siente un temblorcito, cuando finalmente abren, encuentra los ojos violetas de su amante, tiene el cabello alborotado y apenas si contiene un bostezo y una sonrisilla se le escapa, muy a su pesar.
Hay un discurso en su cabeza lo ha ensayado todo el camino, se disculpará por cualquier estupidez que haya podido ofender a Shuichi, ofrecerá una ofrenda de paz, y entonces todo volverá a lo que el llama normalidad.
Escucha una carcajada suave, emitida sin duda alguna por el dueño de la casa antes de que la puerta le golpee la nariz por segunda vez en menos de una semana.
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Es lunes y esta solo, se sienta en la mesa, observa a su alrededor, suspira y saca un cigarrillo, lo enciende con parsimonia y alza la vista sin ver nada en especifico, es entonces cuando repara en el calendario que su amante tiene pegado al refrigerador, hay una fecha encerrada con muchos corazoncitos, en el caos de tinta rosa, se distingue una oración en letra diminuta, sabe que la anotación es obra de Shuichi y antes de leer la inscripción sabe también de que se trata.
Antes de salir de nuevo con mil excusas en la cabeza, el celular en una mano y las llaves del auto en la otra se pregunta, si una semana bajo la ley del hielo será castigo suficiente por haber olvidado su aniversario.