Ya sé que si tienen aunque sea una persona de Argentina en su f-list esto ya lo deben haber visto, y si tienen más de una lo deben haber visto hasta el hartazgo. Pero considerando que hace más de un mes que todo el mundo y su madre me viene spammeando con el bendito Mundial, creo que sabrán entender que quiera compartir con ustedes algo que me alegró todo el día. Así que sí, voy a repetirlo una vez más: hoy, en Argentina, podemos decir que dimos un paso más para que aquel verso del Himno Nacional ¡Oíd el ruido de rotas cadenas: ved del trono a la noble Igualdad! no sea sólo una canción, sino que sea una realidad. Y hoy es Argentina, pero espero encarecidamente que mañana escuchemos la noticia de otro lugar, y otro y otro, hasta que paso a paso, eso de que todos los seres humanos somos iguales no sea sólo una idea bonita.
HOY, EL MATRIMONIO ES PARA TODOS Y TODAS
La veta patriótica no me sale muy a menudo y le tengo algo de desconfianza, pero hoy me alegró de que, en medio de todos los desastres varios que tiene Argentina, todavía haya gente con algo de sentido común, y que esa gente haya logrado ayudar al cambio. No es una cuestión meramente de política, porque si bien me imagino que cada partido político tendría sus intenciones, muchos de los que hablaron a favor no compartían afiliación política (y yo no las compartía con ellos), pero eso no quitó que hablasen con sensatez y dignidad. Muchos no compartían la misma religión tampoco o, mejor dicho, la misma visión de ella. Porque afortunadamente, a pesar de las atrocidades que dijo Bergoglio, a pesar de la Marcha Naranja y los argumentos retrógrados, todavía queda gente capaz de decir que sí, que es católica pero que no por eso ve razón para coartarles los derechos a otras personas (ahora no puedo encontrar la cita de lo que dijo exactamente). Que los derechos y las libertades de uno no tienen porqué ser una traba para los derechos y las libertades de otros. Que la diferencia no es algo nefasto, que los cambios pueden aceptarse sin que se produzcan cataclismos.
Y para los que saltan siempre (como mis abuelos, por poner un ejemplo) con que la sociedad va a discriminar a los matrimonios gays y a sus hijos: ¿no es responsabilidad de la misma ley protegerlos, entonces? ¿No se puede acaso cambiar las mentalidades más arraigadas? ¿O vamos a seguir prohibiendo los matrimonios entre distintas razas, apedreando a las mujeres que denuncian una violación, acusando a los indígenas de no tener alma? Soy realista, y sé que la ley por sí sola no puede hacer que desaparezca la discriminación. Pero es un paso, y uno importante, creo yo, para que empiecen a aceptarse las diferencias.
Hablando de diferencias y ya que volví a ver Toy Story 3 con mi madre (volví a llorar, sí) les dejo el corto de Pixar:
http://www.youtube.com/watch?v=UUSjXWJ7p00 Porque lo diferente a mí no es automáticamente malo, y sería hora que todos empecemos a reconocerlo.
Y cito descaradmente los posts sobre el tema de
desperatesmirks,
lynethe,
justcyanide,
emedemeli,
vrydeus y
arteinfernal, porque me encantaron y expresaron muy bien todo lo que yo quería decir.