Aug 27, 2006 14:54
Gracias al Dios Tlaloc y sus intentos de recuperar su avenida, me enferme de la garganta. Ok, también tiene algo que ver el que me de por andar descalza de vez en cuando.
¿Por qué de repente todo el mundo esta ansioso por escuchar mi opinión? Ayer apenas podía hablar. Y tuve que hacer unas llamadas al trabajo. Creo que la chica que me contesto ni me entendió. Al rato recibí la llamada de er Jefe. Tardamos horas en que captara el mensaje.
Er jefe: ¡Ah! Entonces estas enferma de la garganta y por eso no puedes abrir hoy.
Yo: Si...
Y todo el mundo preguntándome cosas. El colmo fueron mis abues. Tienen la costumbre de hacer veinte mil preguntas y ofenderse si no hay respuesta inmediata.
Abue: ¿Pero que estuviste haciendo? ¿No fuiste a trabajar? ¿Y lo del Servicio? ¿Ya te tomaste estas pastillas? Se llaman Graneodin. Acuérdate. ¿Cuáles son mejores, las verdes o las rojas? Acuérdate de cómo se llaman las pastillas y las pides en la farmacia. A ver dime ¿Qué pastillas te dije? ¿Ya ves? Anota por ahí. ¿No traes papel y lapiz?
Yo: ...