Londres
No tengo ninguna justificación para chutarme la inauguración de las olimpiadas, jah.
Como ya sabía que iba a estar el Sir, nada más me importaba si John Barrowman iba a aparecer. O sea, apareció Mister Bean… ¡Mister Bean! Y Mary Poppins enfrentó a Lord Voldemort, no les costaba nada que la Tardis bajara del cielo, caray. El Doctor debió encender esa antorcha.
Me he chutado los primeros capítulos de “Hermandad en la Trinchera”. Veo a Richard Speigth Jr. (el arcángel Gabriel), y me doy cuenta de que no es el más chaparrito de la compañía. Concluyo que los J2M hubieran ganado solitos la Segunda Guerra Mundial.
Confirmo que no me agradan los perros, gracias a una especie de mostrilio que vive en casa de mi papá, y es tonta de remate.