Ok. Hoy en “Dos millones de cosas que NO me gustaron”, el final de la sexta temporada de Supernatural.
En serio, el penúltimo capítulo estuvo bueno. ¿Y el anterior? Conmovedor, en serio. Entonces ¿por qué, oh Chuck, por qué semejante final?
¿Por qué le hacen ESO a Castiel? Es un gran personaje con un gran actor a cargo. Amo al ángel, amo a Misha Collins. Me preocupe cuando dijeron que podría ya no aparecer. Chillábamos para que saliera dos minutos para demostrar lo bien que se ve junto a Dean Winchester (Jensen Ackles), y que le diera un pequeñísimo motivo para pensar que no toda la gente en esta tierra le va a dar la espalda, y ahora no habrá ni eso. Su inocencia, su seriedad, su interacción con los demás personajes, su manera de entender a la humanidad, su compasión, su fe… todo eso ¡por la borda en el ultimo capitulo!
¡Por favor! La razón por la que tenía que quedarse en el programa era para seguir al lado de los Winchester. Ser su amigo, su aliado, dar pie a muchas situaciones que han ido de desternillantes a conmovedoras, y ¿ahora? Porque esa magia juntos que tienen los tres, Jensen, Jared, y Misha, solo se ha podido dar en Supernatural, con Dean, Sam y Castiel, y con la mano en la cintura la borran. Es más, se cargaron dos personajes por el precio de uno, gracias (Balthy T_T).
Por el momento, voy a fundar mi nueva religión, con juegos de azar… para lo que se ofrezca, ya que. Así que hicieron eso con Castiel, pues vamos a aprovecharlo.
Otra. Hay que apoyar el regreso de Sebastian Roche, y si se puede, de Richard Speight Jr. Si nos hacen fregaderas de estas, al menos que compensen de alguna manera.
Siempre tendremos Roma T_T.
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