Ahora si no ha sido mi semana
No he podido ir a NINGUNA exposición de ofrendas de las que han puesto por todos lados. Estupida escuela. Y para acabarla, ya que tenía todo fríamente calculado para mañana, me salen con que tengo que ir a mis clases a huevo de lugar. Todo el condenado semestre diciendo “no me importa tanto la asistencia”, “no paso lista” y el único día en que planeo de verdad largarme a ver algo que me interesa, me salen con que siempre si. Adiós concurso de foto, gracias por participar… pero no participe.
Y hoy tuve una pelea a dos de tres caídas sin límite de tiempo con la impresora. De la nada, decidió que ya no quería imprimir y ya no quería imprimir. Seguimos en las mismas, habrá que darle mantenimiento.
No dejan trabajar al genio. Me avente un one shot en la biblioteca, que se sintio genialoso escribirlo, y cuando quise llegar a casa a pasarlo en la compu no me dejaron. Y todo por un problema de nada, pero que no puede esperar hasta mas tarde. Maldita sea, no me molesta hacer las cosas, lo que me molesta es que me griten y me interrumpan.
Por cierto que un imbecil intento asaltarme. Se me cerró con su bici cuando iba de camino a la escuela.
Imbecil: ¡No te quiero lastimar! ¡Dame tu celular!
Yo: No, no, ¡no!
El imbecil me sujeto de los codos. Eso fue lo que mas me molestó, no me gusta que me toquen sin mi permiso.
Imbecil: ¡El celular!
Lo empuje para tratar de quitármelo de encima. Llamo a este tipo “imbecil” porque hace falta serlo para asaltar a alguien en pleno día y sin armas. Sobre todo cuando ese alguien ha pasado por mucho stress y ya le han apuntado con pistolas antes.
Yo: ¡No! ¡Y ahí viene más gente!
El tipo volteo, me soltó, le di un empujón y emprendí la huida.
Mi madre me dijo que debí darle el aparatejo. Pero el problema es que el tipo creyó que mi mp3 era un celular. Por mi, el celular se lo hubiera regalado si me lo pide de buena manera, pero mi Leo es otra cosa. Aunque las compus ya no lo quieran leer.
Necesito ánimos. Creo que voy a buscar al imbecil para patearlo.
Y hoy tuve una pelea a dos de tres caídas sin límite de tiempo con la impresora. De la nada, decidió que ya no quería imprimir y ya no quería imprimir. Seguimos en las mismas, habrá que darle mantenimiento.
No dejan trabajar al genio. Me avente un one shot en la biblioteca, que se sintio genialoso escribirlo, y cuando quise llegar a casa a pasarlo en la compu no me dejaron. Y todo por un problema de nada, pero que no puede esperar hasta mas tarde. Maldita sea, no me molesta hacer las cosas, lo que me molesta es que me griten y me interrumpan.
Por cierto que un imbecil intento asaltarme. Se me cerró con su bici cuando iba de camino a la escuela.
Imbecil: ¡No te quiero lastimar! ¡Dame tu celular!
Yo: No, no, ¡no!
El imbecil me sujeto de los codos. Eso fue lo que mas me molestó, no me gusta que me toquen sin mi permiso.
Imbecil: ¡El celular!
Lo empuje para tratar de quitármelo de encima. Llamo a este tipo “imbecil” porque hace falta serlo para asaltar a alguien en pleno día y sin armas. Sobre todo cuando ese alguien ha pasado por mucho stress y ya le han apuntado con pistolas antes.
Yo: ¡No! ¡Y ahí viene más gente!
El tipo volteo, me soltó, le di un empujón y emprendí la huida.
Mi madre me dijo que debí darle el aparatejo. Pero el problema es que el tipo creyó que mi mp3 era un celular. Por mi, el celular se lo hubiera regalado si me lo pide de buena manera, pero mi Leo es otra cosa. Aunque las compus ya no lo quieran leer.
Necesito ánimos. Creo que voy a buscar al imbecil para patearlo.