Título: Ya’aburnee:
Fandom: Kingdom Hearts
Pareja: Akusai
Summary: Morir y dejar de existir son dos cosas distintas.
Ya’aburnee:
Literalmente significa 'Tu me entierras', es el desear que la persona amada viva más que tú para así ahorrarte el dolor de vivir después que aquella persona.
---
La voluntad humana es algo tan inquebrantable como impredecible.
Axel decide irse en un último estallido de gloria, no con un suspiro pero sí con una explosión. Una gran oda final a lo que fue su vida -primera, segunda ¿cuál de todas?- se va haciendo bromas malas y protegiendo. La sala enmudece cuando habla, dramático, casi cinematográfico. Las imágenes fantasmagóricas proyectadas frente a los ojos de quienes quedan. La voluntad humana es de hecho, el factor sorpresa, porque nadie jamás habría podido adivinar lo fuerte que era el fantasma de su corazón, el impulso hirviéndole en la sangre como fuego, como lava.
Excepto--
Axel dice 'Quería ver a Roxas' y 'El me hacía sentir como si tuviera un corazón' y luego nada.
Lo increíble aquí es que decide. Lo increíble aquí es que al final acaba como quería acabar. Lo increíble es que en realidad no es increíble, tiene sentido si lo conoces desde siempre
¿Cuando se transforma en siempre? ¿Diez años? ¿Una vida? ¿Dos?
---
Saïx piensa que esa fue su manera de salirse con la suya. La última gran discusión. Cuando se inmola arde con la misma fuerza que antes y recuerda que sus labios también quemaban en la piel, que en realidad siempre estuvo hecho de fuego. Lo ve morir por primera vez--lo ve desaparecer. De esa forma le torció la mano al destino; imprudente, impulsivo, débil.
Débil, repite con una rabia que cree falsa.
Débil y ya no lo tiene en frente para gritárselo.
---
Lea dice 'Cuando muera no quiero un minuto de silencio, quiero un minuto de puro ruido'
Isa responde '¿Qué? ¿Acaso quieres un homenaje?'
'No, solo que me recuerdes'
Isa no dice.
Nunca voy a olvidarte idiota, nunca vas a morir. No mientras yo viva, vamos a vivir por siempre o morir jóvenes pero va a ser juntos, en todas nuestras vidas.
---
La solemnidad no significa nada si no tienes corazón y el silencio es interrumpido por los aplausos cargados de ironía de Xigbar. 'Que enternecedor' y sabe, sabe perfectamente cuando usa su único ojo para mirar a Saïx. Siempre orgulloso, poderoso Saïx en su trono transitorio. Siempre la cabeza en alta, intimidante pero vacío Saïx, ahora encogido sobre su silla que ya no es trono y parece caerse. Pero es un cambio sutil al ojo poco entrenado, casi imperceptible y sin embargo si les hubieras visto años antes entenderías.
La voz de Xemnas resuena en toda la habitación, el eco golpeando las paredes de la caja torácica atrofiada por la carencia de corazón, es el anuncio oficial. La repentina realización de que ya no, nunca más.
'Axel dejó de existir'
Pero Saïx ya no escucha.
---
Morir y dejar de existir son dos cosas distintas.
Isa sabía que algo debía de ocurrir en su pecho cuando él lo mirase con los ojos verdes demasiado brillantes para alguien sin corazón. Por un tiempo recordó como se sentía el sol de verano sobre su piel cada vez que él sonreía
(y lo hacía con tanta frecuencia que tal vez toda su vida antes de ese maldito momento fue verano junto a él).
Ahora por el contrario sabe con certeza que nada debe ocurrir, que su extinción no significa más que la afirmación de su debilidad. Saïx no es Isa pero--
Este es el final que querías ¿No?
---
Saix nunca dice.
Siempre te estaba mirando, nunca te diste cuenta pero siempre te miraba. Idiota, jamas lo notaste y nunca vas a saber que también te vi desaparecer. De la misma forma que siempre te miraba de reojo cuando te reías.
---
Cuando se retira a su habitación inevitablemente pasa frente a la de Axel (Primera mentira: era evitable, podría haber usado un portal.)
Se detiene frente a su puerta, por primera vez sin llegar y entrar como si le perteneciese. Los Nobodies no mueren, desaparecen y no queda prueba de que alguna vez existieron. Por eso no tiene sentido que cuando mira por el rabillo del ojo le parezca ver un destello verde brillante, un sombra alargada, un relámpago rojo. Aún así sisea con rabia y sin voltear.
Imbécil, solo tú perdiste.
(Segunda mentira: solo él perdió.)