Black and Dark Capitulo IV

May 10, 2008 17:06

• Honrarás a tu padre y a tu madre.

"Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta les roban los elfos."

Adaptación de Oscar Wilde.

Habían pasado tres meses y muchas cosas, casi tantas como segundos desfilado tras el cristal del reloj de pared del estudio de la mansión Black. Regulus no sabía si ya no lo soportaba o si se estaba resignando; se sentía francamente agobiado por la vida. Ahora estaba sentado en el estudio de su padre, revisando unos libros con finanzas. En realidad, solamente había abierto el libro sobre la mesa en una página cualquiera, sin mirarlo. Corrió el cabello que siempre le caía sobre los ojos y terminó por perderse en sus pensamientos. Su mente se escapaba a recuerdos no gratos de lo que había ocurrido en esos últimos tres meses: sangre manchando sus manos, gritos, humillación y sufrimiento. Información que no terminaba de procesar en su tan corrompida ingenuidad.

«Siempre puro». El lema de la familia comenzaba a parecerle una cruel ironía.

La puerta se abrió y su madre, Walburga, entró sin necesidad de tocar. Era una mujer hermosa e imponente, y en cierta forma, Bellatrix guardaba parecido con ella.

-Regulus, ¿terminaste de revisar los pergaminos que te pedí?

-Sí, madre. -Fingiendo estar prestando atención al libro, pasó de página. De haber levantado la mirada, habría podido apreciar la preocupación que nubló por unos segundos la expresión de la persona que le dio la vida.

Walburga dejó pasar uno poco de tiempo antes de volver a preguntar. -¿Y le respondiste la lechuza a los Weingarten sobre la invitación al cumpleaños de Flaminia?

-Sí, madre. -Regulus pasó otra página más, deseando que su madre se fuera. No quería tener a nadie cerca en ese momento. La quería, pero no era la compañía adecuada.

-Me alegro -dijo la mujer y se giró para retirarse, pero antes de hacerlo se detuvo en la puerta, volviendo a hablarle al único hijo que le quedaba-. Ah, Regulus, una cosita más -Walburga hizo una pausa aún siendo ignorada-. ¿Notaste que estás leyendo ese libro al revés?

-Sí, madre... -La respuesta automática de su hijo no se hizo esperar.

-Me lo suponía. -Suspiró la mujer. Una parte de ella quería forzar a su hijo a reaccionar; la otra respetaba su introspección.

Estaba por salir, pero antes de hacerlo llamó a su hijo, y por el tono que usó, éste se vio obligado a levantar la vista y encontrarse con la segura mirada de quien, años antes que él, había sido el pilar para la familia y ahora quería cederle el puesto.

-Era simplemente una sucia muggle, Regulus -dijo Walburga, sonando despreocupada y tajante a la vez-. Deja de sentirte culpable. La libraste de una limitada existencia, deberías estar orgulloso de lo que estás haciendo; tu padre y yo lo estamos. -No era cierto, su hijo menor jamás llenaría el puesto dejado por el mayor, pero tras fracasar con Sirius, Walburga había aprendido cuando era mejor un incentivo positivo que un regaño.

Regulus la observó sin expresión, callándose gritos y berrinches. Aún era un niño para el lugar que se suponía que debía ocupar.

«Un niño solo», pensó su madre, lamentando nuevamente que la otra parte de su sangre fuera un despreciable traidor sin lealtades.

-Sí, madre… lo haré -dijo el menor de una familia destinada a extinguirse, regresando la mirada al libro y girándolo para ponerlo al derecho-. Deja de preocuparte.

«Orgullo», repitió mentalmente Regulus. Era una palabra acuñada pocas o nulas veces por su madre para referirse a él. Desde que Sirius había huido, Walburga había marcado una distancia emocional con su otro hijo. Pero Regulus no era como Sirius, el mayor había escapado de todo aquello depositando su carga de primogénito en su hermano. Regulus respetaba las ideologías familiares y era fiel a su sangre, solo que se desagradaba a sí mismo desde que había sido forzado a participar en la causa.  Pasó la página en el libro deseando que en la vida fuera igual de fácil, y trató de concentrarse, sin ningún interés, en los números de un imperio en decadencia.

Los ideales eran tan hermosos cuando no implicaban manchas de sangre en las manos ni lágrimas descendiendo por las mejillas.

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actividad: concurso de fics, -planeando planes perversos, fandom: harry potter, género: slash, personaje: voldemort, personaje: bellatrix black, -feliz como una perdiz, personaje: black family, fanfic: black and dark, -fangirl mode: on, !fandom, personaje: regulus a. black, I ♥ harry potter, //mis fics//, //mis trabajos gráficos//, I ♥ my fandom, personaje: mortífagos

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