Corte central
Ayer mientras escribía en mi cuarto, con un boli bic azul presidiendo la mano derecha (nunca llegué a ser zurda) y cigarro traído de la frontera torpemente consumiéndose en la otra, un pedazo de cerebro se precipitó en el papel...nosé si parte el cerebelo, o del hipótomalo..evidentemente nunca llegué a ser médico, ni inteligente tampoco.El trozo había resbalado y caído tal que así proveniente de la oreja izquierda,sin aviso previo ni cita pertinente,ni siquiera pequeño goteo preocupante...Ahora de pronto se encontraba callado frente a mi mirada perpleja. Esa maldita porción viscosa se escurría con vida propia entre los cuadraditos blancos de rayas azules del bloc de anillas y parecía incluso divertirse el muy cabrón. Imposible atraparlo entre los dedos,dioS sumado a la génetica materna me habían concedido unas extremidades bastantes rechonchas.Era evidente,debía perseguirlo con la punta del bolígrafo...diez minutos de rigor hasta conseguir ensartarlo.Un poco de líquido pegajoso esparcido azarosamente entre mis mejillas,nada que no pueda arreglarse con un pañuelo de esos verdes que son tan baratos.Ay,otro pedazo más a la basura.Tendré que comer más fibra..que cabezita...