Jamás le perdonaré que el patronus de Harry no haya sido un ciervo. Y que me haya quitado esta escena de la película:
El patronus dio media vuelta. Volvía hacia Harry a medio galope, cruzando la calma superficie del agua. No era un caballo. Tampoco un unicornio. Era un ciervo. Brillaba tanto como la luna... Regresaba hacia él
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Así que en realidad, las autoras que prefieren al Harry tontito tienen canon al que aferrarse; supongo que le darán más importancia a esas escenas en las que Harry queda fatal antes que a las otras en las que demuestra que es bastante inteligente.
Yo también lo prefiero un poco espabilado, y desde luego, lo que está claro es que no es ningún felpudo y no aguanta tonterías de nadie.
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