Érase una vez tres chicas que se conocieron por internet...

Jun 28, 2012 09:33

Hace casi una semana que las chicas de GDL y yo despedimos a Sonia, ocasión muy emotiva que me ha hecho pensar en lo que son las amistades dentro del fandom y cuán lejos pueden llegar. Les contaré nuestra historia…

Hace bastantes añitos (casi 6), yo conocí a Sonia a través de un foro Harry/Hermione donde yo publicaba un fic que ella leía y me comentaba. Un día, me di cuenta de que era su cumpleaños y le mandé un mensajito de felicitación (porque apreciaba muchísimo los comentarios que me obsequiaba). Por esa razón, comenzamos a charlar y ella me contó que ese año se venía a cierto pueblo que está cerca de mi ciudad a estudiar Medicina.

Esa noticia me emocionó y me aterrorizó a partes iguales. En ese entonces yo tenía apenas unos pocos meses dentro del fandom de HP; todo eso era un mundo nuevo para mí. Me sentía muy vieja para ello, pues la mayoría de gente que había conocido eran, cuando muy mayores, de veintitantos y no treintones como yo. Sonia todavía peor: era una nena de apenas 18 años. Total, el punto es que me cohibía totalmente conocer EN PERSONA a alguien del fandom. Ya saben, toda esa inseguridad que te asalta: ¿Y si piensa que soy fea/gorda/vieja/tonta/no simpática? ¿Si se decepciona porque tal vez, por mis fics y entradas, ella cree que soy más cool de lo que jamás llegaré a ser? Y un largo etcétera.

Pero Sonia, a diferencia de mí, siempre ha sido valiente en extremo y no dudó ni tantito en ponerse en webcam y exigirme lo mismo para conocernos la cara. Y después de eso, la conocí aquí, en GDL, cuando ella pasó rumbo al pueblo donde está el campus donde iba a estudiar.

Fue genial. Sonia es inteligente, especial, de charla fácil y agradable. Incluso David, mi hijo menor, se prendó de ella.

Tengo que decirles que venir de un lugar tan lejano a estudiar una carrera (que de por sí es difícil) a un pueblo aburrido y feo donde no conocía a nadie, fue una experiencia muy dura para nuestra Sonia. Enfrentó montones de problemas y, lamentablemente, yo me encontraba lejos para poder ayudarla. Yo solamente tenía el gusto de verla en persona cuando pasaba por GDL a tomar su avión de regreso a La Paz (su ciudad natal).

Lo que quiero decir con lo anterior es que, no conforme con ser la chica más valiente que he conocido, también es la más persistente, la más luchadora, inteligente, capaz y buena gente. Cualquier otra (como yo) se hubiese rendido cuando las cosas se le pusieron adversas. Ella no. No puedo explicarles el don que ha sido para mí poder contar con su amistad a lo largo de estos años, y lo mucho que me duele no haberle podido ser de más ayuda a ella cuando vivió esos años tan duros en Ciudad Guzmán.

Afortunadamente, como a la mitad de su carrera, pudo cambiarse de universidad y se vino a vivir a GDL, donde yo ya podía verla con más frecuencia. La cosa es que en ese momento de la vida de Sonia, ella ya había recibido tantos golpes y tantos reveses que no necesitaba ya de mi ayuda. Es una chica increíblemente independiente y emprendedora que, incluso, me daba (y me sigue dando) lecciones de vida a mí.

Tengo mala memoria (todos los que me conocen lo saben ^^), así que las fechas y los eventos se me cruzan, pero en un momento dado en todo ese proceso, resultó que nos dimos cuenta de que teníamos una amiga en común por internet que también vivía en esta ciudad: Ara. Y fue Sonia, con toda esa valentía y arrojo que la caracteriza, quien concertó una salida a tomar café para podernos conocer las tres.

De nuevo, fue genial. ¡Ahora éramos tres amigas! Tres amigas unidas por el amor a HP pero que, grandiosamente, pudimos cultivar una amistad que va muchísimo más allá de ese interés primario. Creo que esa es la clave de la amistad en los fandoms: te puede unir X, pero lo que hace perdurar las cosas tiene que ser muchísimo más que eso.

Me quedo corta de palabras para decirles a ustedes lo que para mí ha significado encontrar a Sonia y a Ara; lo aceptada y querida que me siento a su lado, lo especiales que son para mí. Por primera vez tuve dos personas (en vivo) con quien hablar de cosas frikis, de fandoms, de fics y un largo etcétera sin sentirme bicho raro. Y lo que jamás terminaré de agradecerles a ellas dos (y ellas lo saben) es que jamás les importó que yo fuera una señora de mucho más edad y ellas unas jovencitas. Me sentí aceptada a nivel máximo.

Sonia y Ara se convirtieron en mis compañeras imperdibles para ir al cine, al café, a la plaza. Ha sido tan genial este tiempo pasado con ellas, que de verdad, me sabe a poco y hubiese querido más. Con el tiempo, Cindy se unió al club, y Alma, y luego Ana (hermana de Sonia) y finalmente, Sandy, quien, como Sonia, también estudia medicina. Y estoy hablando solamente de las que viven aquí, pero si de amigas se trata, puedo decir que a Lore también la tengo en un lugar MUY especial en mi corazón y que lamento muchísimo que no viva aquí con nosotras.

Pero sin afán de despreciar a las demás, tengo que confesar que la amistad que inicialmente cultivé con Sonia y Ara ha sido lo más especial que me ha ocurrido en la vida. Porque fueron las primeras, tal vez. Las mejores, sin duda. Porque no sólo fue que tuvimos cosas en común (el fandom) y que la vida nos concedió la fortuna de coincidir en el mismo punto geográfico de este ancho mundo, sino porque ellas son buenas personas y unas amigas magníficas, que han estado a mi lado en las buenas y últimamente, en las malas. Eso es algo que jamás podré olvidar o terminar de agradecerles.

Nuestra amistad creció a tal grado que he tenido el honor de ir a la casa de Sonia en La Paz y conocer a su familia (la cual, dios, es grandiosa). Su mamá es punto y aparte. Yo me dejaría adoptar de mil amores de una señora así. Y es así que entiendo por qué Sonia es tan genialosa como es.

Obviamente, Sonia no iba a quedarse a vivir aquí teniendo su familia y un hogar precioso en La Paz. Eso es algo que Ara y yo hemos sabido todo este tiempo pero, que de alguna forma, no queríamos recordar. Para mí Sonia ya era parte integral de Guadalajara. Y ahora que el tiempo se ha terminado y Sonia se ha ido, tengo que decir que la estoy extrañando de una forma tal que me está doliendo en el alma. Sé que no es un adiós definitivo, que ella puede volver, que yo puedo ir, pero… ustedes me entienden, ¿no? Ya no vive aquí y jamás volverá a ser igual.

También tengo que decir que esta entrada ha sido, a mi incapaz y torpe manera, una suerte de homenaje a una chica cuya pasión por la Medicina la arrancó de un hogar lleno de comodidades y amor para venir a tierras extrañas a sufrir con ganas en pos de alcanzar su sueño. No cualquiera es capaz de eso. Y yo quiero decirle que estoy orgullosa (con el alma) de haberla conocido, de contarme entre sus amigas, de ser merecedora de su cariño y que es para mí una satisfacción enorme verla partir de esta ciudad convertida en una mujer hecha y derecha cuando hace seis años la vi llegar como una niña.

Jamás vi a alguien cambiar tanto para bien.

Sonia querida, Guadalajara siempre será tu casa. Muchas felicidades por ser la grandiosa persona que eres y, de todo corazón, te deseo el éxito y la prosperidad que te mereces y por la que tanto has luchado. Eres GRANDE, mujer. Te lo digo con el corazón en la mano. Voy a extrañarte, carajo.

(Sírvase esta entrada como un ejemplo para aquellas personas que todavía dudan que las amistades del fandom no son reales. Ojalá se dieran cuenta de que, como cualquier amistad, se tiene que cultivar y fortalecer con muestras de cariño y con sinceridad.)

!el fandom me hace feliz, real life: mi vida

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