Mar 10, 2012 18:10
La obra espiritual "De Mi parte viene esto" fue creada durante el auge de las represiones de Stalin y de las persecuciones contra la Iglesia. Es ampliamente conocida. Según la opinión de muchos, pertenece al reverendo Serafín Vyritsky, según otra opinión, el texto fue escrito por el metropolita Manuil (Lemeshévsky). No podemos ni confirmar, ni refutar estas opiniones.
Sabemos muy poco sobre la historia de esta obra
Se sabe sólo que el padre Serafín y el metropolita Manuil se entrevistaron en 1937 en el episcopado de San Petersburgo, conversaron mucho- Por eso, esta obra espiritual, posiblemente, fuera fruto de sus búsquedas comunes.
Nos parece que el tema de la autoría no resulta tan importante como el contenido de este texto debido a que fue este autor el único capaz de decirnos a nosotros semejantes palabras.
De los autores del sitio " Reverendo Serafín Vyritsky"
De Mi parte viene esto
¿Has pensado alguna vez
que todo lo que te toca a tí,
del mismo modo me toca a Mí?
Porque todo lo que te toca,
toca la pupila de Mi ojo.
Con Mis ojos te aprecio
en muchos aspectos,
Yo te he amado
y por eso para Mí
es un placer educarte.
Si te agreden tentaciones,
o invaden enemigos como un torrente,
quiero que sepas
que de Mi parte viene esto.
Que tu debilidad
necesita Mi poder
y que tu seguridad
consiste en el hecho que
Yo tengo la oportunidad
de luchar por tí.
O sea de encontrarte
en circunstancias difíciles
entre gente
que no te entiende,
que no te hace caso,
que te aparta -
has de saber
que de Mi parte viene esto.
Soy Señor que rige
todas las circunstancias.
Y no por casualidad
te encuentras en tu lugar,
este lugar preciso
lo he designado para tí.
¿Acaso no fuiste tú,
quien me pidió
que te enseñara la humildad?
Pues, mira:
Yo te he puesto
precisamente en ese entorno,
en esa escuela,
donde aprenden esa lección.
Tu entorno y todos
quienes viven contigo
solo cumplen Mi voluntad.
Y si tienes dificultades con el dinero,
si es difícil hacer planes,
de Mi parte viene esto.
Porque Yo poseo
los recursos de todos
y quiero que recurras a Mí
y que dependas de Mi.
No tienen fin Mis caudales.
Quiero que te convenzas
de Mi confianza
y de Mis promesas.
Y que nadie te tenga que decir
sobre tu pobreza:
“Y a pesar de todo, ustedes
no tuvieron confianza en el Señor”.
(La Segunda Ley 1:32).
¿Estás atravesando
una noche de dolor?
¿Estás apartado
de los seres más queridos?
De Mi parte viene esto.
Soy Señor de dolores
ducho en todas las enfermedades,
lo he permitido para que tú
te dirijas a Mí
y en Mí puedas encontrar
el consuelo eterno.
¿Has sido engañado
por un amigo tuyo,
por alguen, a quien habías abierto
tu corazón?
De Mi parte viene esto.
Yo he permitido a esta
desilusión que te toque,
para que te enteres:
tu mejor amigo
es el Creador.
Deseo que Me traigas
todo a Mí
y todo Me cuentes.
¿Te ha calumniado alguien?
Deja que Yo lo arregle
y estréchate contra Mí,
porque soy tu escondite
para que huyas
de “las lenguas pendencieras”.
“Hará brillar Tu justicia como el sol
y Tu derecho, como la luz del mediodía”.
(Salferio 36,6).
¿Acaso se han derrumbado tus planes
o ha decaído tu alma,
o estás cansado?
De Mi parte viene esto.
Te creaste tus planes
y Me los trajiste
para que los bendiga.
Pero quiero que confíes en Mí
que disponga de los asuntos
de tu vida, entonces
toda la responsabilidad
recaerá sobre Mí,
es que esto es demasiado
difícil para ti,
tú a solas
no puedes con ellos,
porque no eres protagonista
sino sólo un instrumento.
Te han invadido las penas,
como visitas inesperadas,
infundiendo tristeza
en tu corazón, has de saber
que de Mi parte viene esto.
Porque quisiera que tu corazón
y el alma tuya
siempre estén en llamas
delante de Mis ojos
y vencerán en Mi nombre
cualquier pobreza de espíritu.
Y si no recibes desde hace mucho
noticias de tus prójimos
y de más queridos seres,
si estás desesperado,
quejándote de tu propia
pusilanimidad, quiero que sepas:
de Mi parte viene esto.
Porque con este tormento
del espíritu tuyo
Yo pongo a prueba
la firmeza de tu fe
en la inflexibilidad
de lo promitido por Mí,
en la fuerza del rezo atrevido
por esos prójimos tuyos.
¿Acaso no fuiste tú,
quien los dejó bajo el Manto
de Mi Madre Purísima?
¿No fuiste tú, quien avocó
el amor Mío, sabio,
para que cuidara a ellos?
Y si te aflige una enfermedad
pesada, temporal o incurable,
si estás inmovilizado
en el lecho tuyo, has de saber
que de Mi parte viene esto.
Porque quiero que Me conozcas
profundamente,
que posees un cuerpo débil,
y que no protestes
contra esta prueba,
y que no intentes
entender Mis planes
de salvación de almas humanas
por diversos caminos,
sino inclines con humildad
la cabeza tuya
para la bendición Mía.
Acaso has soñado
hacer algúna cosa para Mí,
pero en vez de eso
tus fuerzas te abandonaron,
te enfermaste -
de Mi parte viene esto.
Si te hubieras hundido
en tus asuntos urgentes
y Yo no pudiera atraer
tus pensamientos,
querría enseñarte
mis ideas más hondas
y demostrarte que estás
a Mi servicio.
Querría enseñarte a saber
que tú eres nada sin Mi.
Porque los mejores
colaboradores Míos
son aquellos que están apartados
de la actitud cotidiana,
precisamente para aprender a
manejar esta arma
del rezo constante.
¿O te han llamado
para una misión
difícil y responsable?
Vete confiando en Mí.
Yo te entrego esas dificultades,
porque por ello
te bendice el Señor tuyo
en todos tus asuntos,
en todos los caminos tuyos,
en todo lo que haces
con tus manos.
Este día te doy
en tu mano un vaso
con óleo perfumado.
Úsalo a tus anchas,
hijo mío.
Cada obstáculo que surja,
cada palabra que te insulte,
cada impedimento en tu obra -
todo lo que podría
hacerte lastimar,
cada manifestación tuya
de debilidad y de incapacidad,
que sean untados
con este oleo.
Recuerda que cada obstáculo
es un sermón Divino.
Y cada filo se tupe,
si a Mí Me aprendas a ver
en todo lo que te toque.
Por eso pon en tu corazón
las palabras que hoy
te he anunciado:
de Mi parte viene esto.
Y todo lo enviado por Mí
es para que llegue a la perfección
el alma tuya -
de Mi parte viene esto.
un sermón,
lección espiritual