Familia y amigos
▪ Familia:
Gerry Benton (padre): Penelope siempre ha sido el ojito derecho de su padre, y ambos lo saben. Mantienen una estrecha relación y se entienden bastante bien. Antes de reñir a su hija, prefiere hablar con ella y arreglar las cosas de esa manera. Comparten gustos musicales y la vena artística de Penelope se debe a él. De joven pintaba, pero con el paso de los años (y mayores responsabilidades) lo dejó. Fue quien más animó a la chica a estudiar Bellas Artes. Él se gana la vida como arquitecto y tiene su propio estudio desde hace más de quince años. Durante el primer curso de Penelope en Yale, Gerry llevó a cabo el mayor cliché de la historia y tuvo un lío con su secretaria, lo que provocó la ruptura de su matrimonio. Aun así, Penelope consiguió perdonarle rápido y a día de hoy hablan con normalidad.
Olivia Burke (madre): la relación con ella es buena, pero no tanto como desearía su madre. Sus caracteres son bastante diferentes y chocan con frecuencia, les cuesta entenderse. A Olivia le gustaría que Penelope le contase más cosas, y a Penelope le gustaría que no se inmiscuyera tanto en su vida, que no opinara tanto sobre todo. Aun así, casi siempre acaba recurriendo a ella y buscando su ayuda. Ahora en New Haven, Olivia trabaja como enfermera en el hospital de la ciudad.
Summer Benton (hermana): Penelope actúa con Summer como una hermana mayor en toda regla. La cuida, le enseña todo lo que puede y se preocupa por ella más que por cualquier otra persona. Desde el primer día se ha sentido responsable de ella y prácticamente desde entonces la ha cuidado. Y claro, Summer la imita en todo, siempre quiere vestirse como su hermana mayor, e incluso a veces hace los mismos gestos y utiliza las mismas expresiones que esta.
Julia Rink (abuela): es una de esas señoras que considera que ha vivido lo suficiente como para hablar sin tapujos de cualquier cosa. Anima a sus nietas a ser más atrevidas, a hacer lo que quieren y a luchar por ello sin pensar en las consecuencias (o, al menos, no pensar en ellas demasiado). A arriesgarse, en definitiva, y a vivir en el presente. Suele tener bastantes discusiones con su hija Olivia por este motivo, ya que no suelen coincidir en el punto de vista al aconsejar a Penelope, sobre todo en el tema de chicos, relaciones y sexo (en su opinión, Olivia es bastante mojigata) (Penelope sale a la abuela). Fue una de esas hippies de los años sesenta que aún creen que la filosofía de haz el amor y no la guerra debería llevarse a cabo.
Molly Davies (prima): la relación con ella ha mejorado con los años; de pequeñas, Penelope apenas se preocupaba por la chica, no le prestaba atención. En realidad, era algo mutuo. No tenían nada en común y solo se veían en reuniones familiares. Con el paso de los años, eso cambió, y aprendieron a llevarse mejor. En muchas cosas son opuestas la una a la otra, pero a la vez se complementan y eso hace que ahora se lleven tan bien. Desde que Molly se mudó a New Haven su relación ha mejorado considerablemente. La considera su Pepito Grillo, su conciencia.
▪ Relaciones sentimentales:
Alec Butler: su relación con el chico se podría dividir en dos: la amistosa y la romántica. La primera comenzó cuando tenían cuatro años y ambos quisieron bajar a la vez por el mismo tobogán. Se tiraron de los pelos y se convirtieron en mejores amigos. Desde ese momento han estado siempre juntos, todo el día, todos los días. Unos meses antes de mudarse a New Haven, Penelope comprendió que estaba enamorada de él, y ya en Yale, cuando ambos se dieron cuenta de que sentían lo mismo el uno por el otro, comenzaron a salir. Ahí empezó su relación romántica y vivieron eso del primer amor. Pero no funcionó. Casi cinco meses después rompieron, las cosas se volvieron demasiado raras, dejaron de hablarse... y finalmente, casi un año después, lograron recuperar lo que tenían antes y que tanto echaban de menos: ser el mejor amigo del otro, que es lo que mejor se les da.
♥♥ Sean Trusell: lo suyo con el chico surgió cuando ambos menos lo esperaban, cuando menos lo buscaban, de la manera más tonta y casi sin darse cuenta. Vivieron juntos sus rupturas con Aurora y Alec y se hicieron muy buenos amigos; se llevaban de maravilla y, bueno, además se gustaban (y mucho). La química siempre había estado ahí, pero sus por entonces parejas también. Solucionada esa parte, llegaron a una especie de acuerdo: enrollarse siempre que les apetecía. Sin ningún tipo de compromiso, solo sexo. Y durante un par de meses les fue bastante bien, hasta que las cosas se complicaron y Penelope empezó a enamorarse (oooh). Una ruptura definitiva y la posibilidad de no volver a estar con Pe hicieron reaccionar a Sean, dándose cuenta de que estaba igual que ella. Ahora sí, ahora aquello iba en serio, aunque asustase. Porque sin darse cuenta se habían colgado como locos el uno del otro, cada día más seguros de que han encontrado esa cursilería que llaman el amor de su vida.
▪ Amigos:
Tara McPhelson: son muy parecidas, coinciden en un montón de cosas, y a la vez tienen opiniones bastante diferentes, por eso a Penelope le gusta tanto su amistad con Tara. No se limitan a decirse las cosas buenas, sino que, si se tienen que reñir la una a la otra, lo hacen, con toda la confianza del mundo. Estudian lo mismo y se ven a diario.
Emma Stackhouse: la conoció en su primer día en New Haven y ya supo que sería una amiga para toda la vida, así de claro, así de fácil. Puede contarle cualquier cosa y encontrar su apoyo siempre, para todo. Y al revés. Haría cualquier cosa por ella.
Austin Willox: su amistad llegó casi de rebote al trabar más relación con Sean. Al pasar más tiempo con él se dio cuenta de que Austin es de esas personas que todo el mundo quiere tener al lado porque sabes que nunca te va a fallar, que siempre va a estar ahí. Además, tienen un gusto muy similar en cuanto a libros y películas y a Penelope le encanta hablar de estas cosas con él.