Hermione, santurrona, inteligente y aburrida, Sirius, bromista, divertido e inmaduro, juntos son como agua y aceite, nunca se los podrá mezclar, pero los dos tienen cosas en común son líquidos, y en el caso de ellos los dos son valientes, leales tanto que podrían dar la vida por las personas que quieren.
Y por eso, por sus amigos, hicieron un pacto él no la molestaba por estudiar sin descanso, ella no lo regañaría más por sus bromas ni por su mala relación con Kreacher. Y de un día para otro se encontraron hablando de la vida, riendo juntos, pensando en lo bien que lo pasaban con el otro, sintiendo que podrían estar toda su vida hablando y no se cansarían.
Luego cuando empezaron a sentir algo más se asustaron, pero los dos eran Gryffindor, y siguieron con sus reuniones a media tarde, con una taza de café entre las manos y una manta cubriendo su cuerpo, el siguiente paso nunca sabrían con seguridad quien lo dio, pero se besaron largamente, no sabiendo que los dos estaban sintiendo una satisfacción que hasta ahora no conocían, porque ahora ambos entendieron los beneficios de una negociación.