Pues si me siguen en el twitter, se habrán dado cuenta que le ha bajado casi al 100% el ocio en estos días. La razón es que ya acabamos el satánico período de dictámenes y el “inter” de perdición en el despacho, por lo que toca desquitar el sueldo.
La semana pasada llegaron dos chicas nuevas al área:
*Gin, de 27 años. Trabajaba antes en recursos humanos de alguna empresa y era auxiliar de contador en una antes que ésa. Ignoro por qué cayó en nuestras garras.
*Lolipop, de 25, que estaba en el área de conta [bilidad]. Ella es la hija del socio que dirige al personal de auditoría (a quien llamaremos ‘Daddy’).
Y también llegó un gerente nuevo para nuestro departamento, que compartirá el crédito con Papá Pitufo. Este gerente es tan enajenado de la precisión y la puntualidad como Papá Pitufo, pero no es tan exhaustivo y quisquilloso en el trabajo realizado. A cambio, parece menos condescendiente como jefe (jojojo, menos aún). Se llama Humpty Dumpty (bueno, para efectos prácticos).
Tuvimos la semanita de actualizaciones y examencillos donde pusieron a prueba el nuevo sistema de trabajo, en el que ahora sí no podremos imprimir un solo papel, lo que es bueno por el lado de la ecología y el ahorro de tiempo, de espacio y renta del almacén. Hasta ahora, con lo estudiado, el sistema parece práctico y sencillo (si sabes usar Microsoft Excel intermedio y aprendes a ser ordenado). Nos han reducido los alcances y nos han limitado horrores con el tiempo de trabajo, así que tendremos que trabajar duro para conseguir estar dentro del presupuesto.
Como sea, Íbamos a la parada del bus Teddy, El Chulo y yo, mientras comentábamos con él sobre las asignaciones y calendarios de auditorías, que se entregaron hoy. Teddy trabaja conmigo en auditoría y El Chulo es básicamente… su amante o algo así, no lo suelta. Él trabaja en conta y detesta a Lolipop. Creemos que las pensaron exhaustivamente, realmente me parece que pensaron en cómo funcionamos todos para armar equipos que se complementaran bien.
El equipo 1 tiene como jefa a Patito. Sus auxiliares son Meme y Gin. Patito es una de esas jefas que trabaja, trabaja, trabaja, trabaja… y acaba sus empresas súper rápido (lo que es bueno, porque ella es la que se quedó con más empresas). El defecto es que es impaciente para explicarte cosas y no le gusta hablar con los clientes, así que Papá Pitufo tiene que venir a su rescate. Meme es una persona bien responsable, ordenada, educada y muy eficiente (quizás porque es ya un hombre de familia y así, aunque es menor que yo por un mes de edad). Gin es alguien que aunque no tiene experiencia en auditoría, sí la tiene en otras áreas de administración y contabilidad y además, es muy parlanchina, será buena mensajera.
El equipo 2 tiene como jefe al Señor Pan. Pan es amor, es bien atento, sabe mucho más de lo que él piensa y es muy responsable con su trabajo. Este es su segundo año como encargado y le han echado encima casi todas las empresas de Mona, así que se nota nervioso (aunque las empresas de Mona eran chiquitas y más o menos sencillas). Su equipo son Teddy y Happosai (Men power… jajajaja). Les irá bien. Pan es medio obsesivo, pero Happo es bien hábil y rápido (un poquitín corrupto, pero con que se le vigile, basta) y Teddy se las ingenia para solucionar las cosas sin hacerse rollos.
El equipo 3 es para morir de diabetes. Vuelvo a las garras de mi amada/odiada Candy. Las empresas más difíciles, excepto por la australiana que se quedó con Pan. Candy es un poco vaga y deja que los auxiliares hagan casi todo el trabajo, aunque debo reconocer que te explica las cosas y aprendes en el camino (a palos, pero aprendes). Y pues nomás quedamos Lolipop y Pastel. Lolipop vive con una oreja pegada al móvil y la consciencia entre canciones de RBD, así que pienso que esto fue netamente estratégico para que yo no pudiera hablar con nadie mientras trabajo a morir su parte y la parte de Candy. En fin, aún así no me desanima (mucho). Soy la única, aparte de Pan, que le aguanta el ritmo a esta jefecita.
Pasado mañana voy a mi primera asignación 2009, a la empresa donde preparan huevo líquido (en serio, así dice su escritura constitutiva) para hacer pasteles, galletas y otros alimentos. Ya había ido con Señor Pan el año pasado, para la revisión previa, y había sido tan fácil obtener información porque ahí trabajan puras “chicas” de entre treinta y cuarenta años. Señor Pan, con sus radiantes 27, casi 28 (ah, ya va a ser su cumple) y sus ojos de gato, las seducía sin saber. Y yo me aprovechaba. Este año tendré que buscarme otra manera.