Carte pour toi..

Jul 21, 2006 03:49

El sonido de las olas de fondo, falta una media hora para el anochecer. Y no aparecía, se desquiciaba. Pataleaba en la arena nervioso, sin saber qué es lo que pasaba, y se apoderaba de él una sensación, mezcla de desasosiego y desesperanza, un sudor frío que atacaba su alma como una estaca. Miraba a todos lados, una y otra vez, esperando que aparezca. Y así ocurrió, iluminando su cara con una sonrisa de tontorrón. Al fondo la vió aparecer, el cabello se mecía suavemente con la brisa, y el vestido negro que llevaba, ese vestido que siempre le había encantado, se agitaba a su vez. Con las manos en su rostro, andando, lentamente, como sin rumbo. Empezó a gritar, con alegría pero preocupación: -¿Éstas son horas de llegar? Hey! ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? - y no obtuvo respuesta alguna. Anduvo al lado de la chica hasta que aquella se sentó, muy cerca del agua, y el la acompañó. :-¿Qué pasó? ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? ¡No me preocupes! - Y no obtenía respuesta. La chica lloraba, cada vez más fuerte, y el agua hacía esfuerzos en vano de acariciar los zapatos de la joven. Empezó a tratar de animarla con sus palabras, con sus caricias, y no obtenía respuesta. Ella empezó a temblar, y él ofreció su camisa, una de sus favoritas, para ponérsela sobre sus hombros, a lo que la dama reaccionó con un leve suspiro, pausa entre lágrimas. Quería animarla, quería hacerla sentir bien, hacerla sentir feliz por una vez. :- Vamos, tonta, con las ganas que tenía de verte, ¿vas y lloras? ¡Venga!..Ibamos a bailar, ¿no?..Vamos... - No obtuvo respuesta, pero no se rindió, pues el amor era más fuerte que la indiferencia. :- Ah, esas tenemos, ¿no? Bien, pues empezaré a bailar yo solo, ¡como los locos! -. Así pues, el chico se metió en el mar, y empezó a bailar algo similar a un Waltzs, y pese a que el agua le impedía moverse con libertad, sus movimientos eran sueltos y fluídos, mientras miraba, de reojo, si su amada se levantaba para acompañarle, y así fue. La chica se levantó, se metió en el agua, justo a su lado, y empezó a bailar, entre lágrimas, entre sollozos. No sabía por qué hacía eso, no sabía por qué tenía los brazos en esa posición, sólo sintió como de su bolsillo se escapaba una hoja de papel, que voló muy lejos, hasta caer en el agua. Y mientras ella y él bailaban como locos en la orilla del océano, aquella hoja cayó sobre el mar, y antes de que la tinta se disolviera, se podía leer perfectamente escrito, con un puño tembloroso y una letra triste...

Quiero que, si algún día me pasa algo, y no puedo protegerte en vida, vayas a la playa, cerca del mar, porque allí te esperaré antes de irme, y bailaré contigo aquel baile que acordamos. Es..una promesa...
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