crossover: ace attorney/transformers 1/3

Sep 21, 2010 19:56

Titulo: Cuando todo era ausencia, esperé.
Fandom: Ace Attorney/Transformers.
Character/Pairing: Ema, Gilbert, Sky, Lana, Jake, Angel, Neil.
Notas: Dos días después de SL-9, los chicos visitan.

Dos días después, van a visitarlo.

Fue una operación contra el tiempo, ardua y complicada por la locación de la herida, pero de alguna forma se las arreglaron (la ciencia es maravillosa así). Respecto a cómo se desarrollará el paciente, no pueden estar seguros, ni hacer promesas (no hay desiluciones con ella, ¿ven?), pero en lo que respecta al cuerpo, no tienen que preocuparse, está (vivo, vivo, vivo) bien.

Sólo que no, no realmente.

Lana y Jake entran primero, la llamativa figura de una detective que recuerdan haber visto en una ocasión o dos junto a los hermanos un poco más alejada, pero igualmente presente en la habitación. Desde su lugar en el corredor, por lo que revelan las percianas a medio abrir, pueden ver a Jake sentado junto a la cama, la mano de Lana sobre su hombro, las curvas de su nariz, su mejilla. Se inclina, una expresión extraña en el rostro, y por todo lo curiosos que están los tres, no alcanzan a ver lo siguiente: la boca pintada de la otra mujer se curva en algo que no pasa del todo por una sonrisa al cruzarse, estirar una mano y terminar de bajar las percianas.

- No me agrada-, susurra Gilbert, más para él que para el resto. Sky sonríe un poco (trata, de verdad trata), pero por ésta vez no salta a la defensa de la extraña. Tiene unas ligeras ojeras marcadas, y si los mellizos no se las han reclamado, es sólo porque las propias no van mucho mejor.

(Las de Ema son derechamente horribles, y las de Lana un poco mejor, pero ella pone oh tanto cuidado en cubrirlas; los chicos de todas formas se enteran, por supuesto, pero están dispuestos a pasarlo-- Gilbert por resentirla, Sky por respetarla y Ema por esas cosas que pondrá tanto cuidado en callarse desde ahora.

Han sido unas largas, largas noches)

La espera se extiende por un considerable rato o, al menos, así les parece. Pasan el tiempo balanceando sus piernas una, jalando el borde de su falda (necesitas una más larga) el otro, mediando pleitos flojos el que resta (estamos en un hospital, Gil). Mayormente, se están sentados y quietos y callados, luchando contra el estupor que les deja el silencio en ésta ala del edificio (es demasiado silenciosa para él, no está bien, ¿no le molestará tanto silencio?).

En una ocasión o dos, Sky se ofrece a ir por bebidas, pero es siempre rechazado. Se queda en su lugar entonces, la mano de Ema pequeña y suave y algo ansiosa entre la suya, la presencia de Gilbert al otro lado impaciente en todo su sospechoso silencio.

('Sientate con ella' le ladra antes de salir de la casa, discreto y terminante. Ha dicho poco y hecho menos en estos últimos días, el contacto y y las verbalizaciones con su hermana escuetos y escasos desde esa noche en la que se durmió en sus brazos, y Sky entiende)

-¿Qué les está tomando tanto?-, resopla, enervado, sus botas resplandeciendo molestas a la luz artificial del pasillo.

(Así que habla por él y la toca por él y hace todas esas cosas que sabe cómo hacer sin cuestionarse, sin pensar, sin dudar ni estallar, todas esas cosas que la chica reclinándose contra su hombro necesita, todas las que su hermano no admitirá nunca desear darle)

El click de la puerta abriéndose les responde. La detective es la primera en salir, sus tacones repiqueteando ligeros contra el suelo, Lana coreándole discreta, las espuelas de Jake ausentes. Luce positivamente sombrío, demacrado casi, y su silencio y la ausencia de su chispa habitual asusta. Pero se ponen de pie y avanzan sin pensar mucho en estas cosas, Gil encabezando la marcha, Sky siguiendo, Ema sólo un poco arrastrada, sólo un tanto más concentrada en la visión de sus zapatos de lo que normalmente estaría.

-Pueden entrar juntos; cuiden de comportarse y pongan cuidado con los cables. Tienen veinte minutos-, instruye a Lana, con Sky como único oyente. Gilbert dejó de prestarle atención al 'juntos' y Ema tomó la partida de su mellizo como la propia.

-¿Regresarás a la estación?-

-Pasaré la noche en ella, cuidando ciertos asuntos-, y aquí tiene que esforzarse por no hacer de su preocupación algo demasiado evidente. Así que asiente, guarda con cuidado el dinero que le entregan, se despide con un 'ten cuidado' para ella y una reservada inclinación para la otra mujer.

-Pongan cuidado, Sky-, agrega Jake, y si la falta de su sonrisa y la presencia de su nombre le lastiman, se asegura de no hacerlo notar.

(Las cosas van a arreglarse, se recuerda. Las cosas van a arreglarse)

---

Esto está mal.

Gilbert entra y se detiene a cinco pasos de la cama; Ema nunca sale del umbral (gentil, gentilmente, Sky la lleva a avanzar, una mano en cada brazo). El bip de la maquina manteniendolo estable cae pesado en la estancia, la luz de afuera opacada por el gris y el blanco de las paredes, los muebles, las sábanas, la bata de hospital reemplazando la camisa y el vestón y el sombrero y las botas, las espuelas.

Está tan mal.

-Ridículo-, pasa de largo la cama, abre más las cortinas de la ventana dando a la calle; abre un poco el vidrio también, y el ruido de los ciclistas y los niños y uno o dos perros ladrando a la distancia espantan, un poco, la ensordecedora quietud paralizándoles.

(Ema ama a su hermano. No lo reconocerá nunca, no lo admitirá nunca. Pero ama a su hermano)

-Hey, Neil-, sienta con cuidado a la niña en la silla, se inclina a acomodar el siempre impecable cabello del fiscal. -El doctor dice que la operación salió bien-. Y si el temblor en su voz lo delata, nadie se molesta en señalarlo, -Jake tiene mejor aspecto, también-, o en desmentirlo.

Son quince minutos de Sky hablando, imaginando las respuestas que usualmente llenarían el silencio del hombre, Gil interviniendo de vez en cuando ('blanco con blanco y más blanco-- de todas las estupideces'), desordenando una que otra cosa por aquí (volviendo el lugar más habitable), dejando otras.

Ema guarda silencio.

No despega nunca los ojos de su rostro, no se mueve, no habla, no responde cuando Sky intenta hacerla participar en la conversación (una o dos veces, antes de dejarla ser). Le zumban los oídos, la ausencia de color la aturde, y el silencio y la palidez del hombre postrado en la cama frente a ella no terminan de computar con la ecuación de él en su cabeza.

(El doctor y tu ciencia salvan su cuerpo, te ahorran las falsas promesas, te dejan con esto, y si no has sido decepcionada, ¿por qué se siente como si lo hubieses sido, por qué te pesa el pecho como pesaría con una? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qu--)

-Lo siento-, susurra. Sky se detiene a media sentencia, Gil para sus paseos por la habitación. -Lo siento-, repite, algo más ahogada, algo más urgente, el labio tembloroso, los ojos grandes y súbitamente sorprendidos por su vida y su silencio y el sueño del que no despierta.

-Lo siento, lo siento, lo siento-, una y otra vez hasta que ya no puede hablar pero sí llorar y llorar se deja. Toma su mano y esconde el rosto en su brazo y llora y llora y llora por los largos, infinitos minutos restantes, por la extensión que la conmovida enfermera que nadie nota entrar les regala. Llora y se disculpa hasta empaparlo, hasta que Gilbert la aparta y la levanta, hasta que Sky limpia sus ojos con un pañuelo.

(Ama a su hermana. A sus hermanas. La rabia y la impotencia acumulándose en su pecho son testigos y oh, si de él dependiera sus amores recaerían sólo en su persona, y sus vidas serían perfectas y de sinsabores no tendrían idea)

-Volveremos pronto-, Sky promete, ojos empapados, secas las mejillas.

No encuentran a Jake al salir y tampoco lo buscan. Asumen que está con la detective de todas formas, y priorizar a una Ema llorosa es fácil. Así que se marchan, manos tomadas y brazos rozando y un antojo por comida thailandesa que llegarán a saciar con ganas.

(Sky simplemente los ama, y es todo lo que necesita, todo lo que importa a fin de cuentas)

-Parecen buenos chicos-, comenta dulce y sin darle mayor importancia cuando les ven salir y Jake está dispuesto a salir de su escondite. No le responde, ocupándose en regresar junto a su hermano, pero sus manos se detienen en las figuritas que ahora adornan la mesa, en los frascos con líquidos de colores, en la pulsera de Pink Princess que ajustaron en su muñeca.

Repara en la humedad de ésta, en la de las sábanas.

-Muy buenos chicos-, susurra, y el calor en sus ojos, y la curva de sus labios, Angel se los guarda.

fandom: ace attorney, personaje: gilbert (starscream), personaje: angel starr, personaje: lana skye, personaje: sky (skyfire), personaje: jake marshall, fandom: transformers, general: fanfiction, personaje: ema skye, general: crossover

Previous post Next post
Up