Mordred [Arthurian Legend]
Título: Mordred
Fandom: Leyenda artúrica/original
Desafío: #03. Cazador
Rating: PG
Palabras: 209
Tabla: Reto Halloween 20
Mirar a Arturo es observar el crepúsculo, la calma que precede a la tormenta, es escuchar el canto alegre de los pájaros esperando, con temor y tristeza, la nota discordante. Es el bello instante anterior al grito de la banshee.
Mirar a Arturo, cuidar de él, hacerle partícipe de sus ideas sobre la justicia y la equidad, la democracia y la libertad de todos los hombres, es jugar a que no existe la muerte, a que están a salvo de las inclemencias del destino.
Cuando Arturo grita, con el puño en alto, el cuerpo apoyado en los otros cazadores, y sus pies ebrios tropezando un improvisado baile, que ¡abajo la monarquía! Mordred sabe que desafiar al fuego nunca acaba bien.
Le gustaría parar el tiempo, convertir su presente en una talla de madera, de colores vivos que inmortalicen y guarden la pacífica anarquía de los desterrados. Pero sus manos no olvidan el frío tacto de Igraine cuando le confío al pequeño Arturo, dormido bajo la manta, en una esquina del bote de la reina.
-Morgana no va a volver -dijo al despedirse.
Y Mordred entendió que la época de las Damas estaba llegando a su fin.
Y si ellas ya no se sientan en el trono, nadie debe hacerlo.
Fandom: Leyenda artúrica/original
Desafío: #03. Cazador
Rating: PG
Palabras: 209
Tabla: Reto Halloween 20
Mirar a Arturo es observar el crepúsculo, la calma que precede a la tormenta, es escuchar el canto alegre de los pájaros esperando, con temor y tristeza, la nota discordante. Es el bello instante anterior al grito de la banshee.
Mirar a Arturo, cuidar de él, hacerle partícipe de sus ideas sobre la justicia y la equidad, la democracia y la libertad de todos los hombres, es jugar a que no existe la muerte, a que están a salvo de las inclemencias del destino.
Cuando Arturo grita, con el puño en alto, el cuerpo apoyado en los otros cazadores, y sus pies ebrios tropezando un improvisado baile, que ¡abajo la monarquía! Mordred sabe que desafiar al fuego nunca acaba bien.
Le gustaría parar el tiempo, convertir su presente en una talla de madera, de colores vivos que inmortalicen y guarden la pacífica anarquía de los desterrados. Pero sus manos no olvidan el frío tacto de Igraine cuando le confío al pequeño Arturo, dormido bajo la manta, en una esquina del bote de la reina.
-Morgana no va a volver -dijo al despedirse.
Y Mordred entendió que la época de las Damas estaba llegando a su fin.
Y si ellas ya no se sientan en el trono, nadie debe hacerlo.