¿A qué no sabéis qué me encontré dando vueltas por la pc?
Sí, mis queridas f-list. La viñeta de Katie y Oliver que tuve que deshechar para el reto de Weird Sister de Estaciones porque leí mal lo que se pedía y no puse drama.
Pero aquí os traigo esa viñeta alternativa. Por si os dejó con mal sabor de boca. Conmigo fue así, así que acabé escribiendo otra viñeta que hacía referencia a la misma Final de la Copa de Quidditch. (La viñeta 30 de la Tabla de 30 vicios de los gemelos)
Acá os dejo la versión alternativa
Primavera
Han ganado. Lo sabe, lo saben. Se nota en el aire. Los gritos de los Gryffindor ensordecen el estadio; los abrazos de Alicia, Angelina y Harry, cuyos labios esbozan grandes sonrisas; los choques de los bates de los gemelos, que aún siguen sobre sus escobas; y las lágrimas de Oliver, que surcan su rostro en una marea de emoción.
Se acercan al director, que les alcanza la copa. No lo pueden creer, ni ella, ni ellos, ni él. Ni Katie, ni el equipo, ni Wood. Pero es cierto, ahí está, bañada en oro con cientos de esmeraldas: la copa de Quidditch.
Tantos entrenamientos, tantas luchas internas, tantas desesperaciones. Al final todo ha tenido sentido: han ganado. Y Katie no puede evitar gritar, orgullosa, el himno de su equipo:
Leones.
Dumbledore le pasa la copa a McGonagall quien, llorando, se la entrega a Oliver. Éste mira a sus compañeros y algo dentro de él se agita por la ilusión de haber ganado, de haber conseguido su objetivo. Este es su último año en Hogwarts y por fin lo ha hecho: La copa vuelve a ser de Gryffindor.
Le entrega la copa a Harry, el buscador. Quizás su alegría sea incontable, pero desde el luego es comparable con la que sienten sus jugadores. Desea abrazarles, achucharles, llenarlos de besos. Pero bien sabe Merlín que él no es así. Los gemelos se lo han dicho, que es un aguafiestas; y tanto Angelina como Alicia están de acuerdo: es un cabrón. Bendito sea Harry, que nunca abre la boca, excepto para mandarle a la mierda cuando Wood se pone muy pesado. Y Katie… bueno, Katie es Bell. Y ella nunca le echa en cara nada.
Se da la vuelta y le mira. Sus ojos claros se encuentran con los suyos.
-Felicidades -exclama ella -Al final todo ha merecido la pena.
Él sonríe, quiere decirle tantas cosas. Pero le basta con ver su rostro para saber que no será capaz, que sus palabras se han perdido en alguna parte, que si abre la boca volverá a meter la pata. Entonces decide que no quiere ser un hombre de promesas o frases bonitas, sino de acción. Se acerca a Katie y la besa.
Y no sabe si es por la emoción, por la alegría de ganar, por la ilusión de ver la copa a su alcance o porqué, pero en este momento Oliver se siente mejor, incluso, que la primera vez que montó sobre una escoba. O ¿quién sabe? Quizás sea por eso que los demás llaman amor.
Y aquí el link a la historia ^^
Última oportunidad Besos, Shio
P.D. Sé que me odiabáis por lo que hice... si es que, no poner el beso de Katie y Oliver... al final me pareceré a Jotaká xDD *tiembla*