Sí, lo sé, el título es una caca pero no se me ocurria nada. Any way, aquí os traigo mi primer (¿este San Valentín es completamente novel?) fic de Verónica Mars. Era un regalo para
alwaysonstandby en la comu de
san_drabbletin , of course.
No pude evitar lo del final, ya lo siento.
Ah, sí, es una mezcla de Lily/Verónica (so... hay feemslash), Lily/Weebil (sobre estos dos pairings tenía que ir el fic). Pero también algo de Lily/Logan, y un pellizco de Duncan/Logan (slash). Vamos, drabble completito, porque sí, amores, es un drabble.
Hace tiempo que no hablan. Se ven el instituto, se saludan con un ligero movimiento de cabeza, y a veces cruzan un par de palabras. Tampoco es algo tan extraño, pues tampoco es que se hable con mucha gente. Sobre todo Verónica, que desde de la muerte de Lily es la marginada del instituto.
Con Weebil siguen hablando los cuatro amiguitos suyos de siempre. Y por él, perfecto, porque pasa de esa chusma de pijos que está por todas partes. Para él el instituto ya no mola tanto como antes.
No está muy claro el porqué, pero Verónica sospecha que no tiene sentido descubrirlo ni ponerse a discutir. Hay algunas veces que es mejor callarse y seguir adelante. Cumplir con un castigo que no te mereces que montar un alboroto absurdo. Así que ahí está, en el aula de castigo, compartiendo tres horas de una tarde soleada con los gamberros de siempre. Dick, Logan, Weebil, y algunos alumnos que no le suenan de nada. Pero, por supuesto, ella sí que le suena a ellos, porque su entrada levanta una oleada de comentarios.
Ignora deliberadamente las bravuconadas de Dick y las risas despectivas de Logan mientras se dirige al final del aula, cerca de Weebil, y se sienta ajena a todo lo demás.
Pasan los minutos, lentos, despacio, aburridos... Hasta que Logan se cansa de mantenerse callado y suelta alguna de sus estupideces. Entonces Weebil no lo puede evitar, (admitámoslo, tampoco necesitan mucho los dos para encenderse) y le salta algo. Algo parecido a no sé cómo Lily pudo acostarse contigo, o no sé cómo siquiera fijarse en ti. Y a Logan aquello le parece lo más aberrante del mundo, porque, joder, Lily era su novia, su novia, la de Logan, no la de ese subnormal que ahora le está gritando un montón de cosas sobre alguien que ni siquiera conoce.
Y según se levanta Logan, tirando la silla con su fuerza, lo hace también Verónica. Sabe en que suelen terminar esas conversaciones pero esta vez no tiene ganas de apartarse. Lily era tanto amiga suya como la de ellos. Es más, puede que esa diferencia entre la relación que ellos creen que tenían con Lily y la que tenían ambas no fuera tan diferente. Pero claro, de eso Logan no tiene ni idea (y si la tiene se lo calla muy bien).
Salen del aula varios minutos más tarde que el resto de sus compañeros, porque, por supuesto, no iba a ser Logan Echolls quien no tuviera deferencia alguna frente a dos chicos como Weebil y Verónica. Verónica resopla mientras caminan por los pasillos hacia la salida. Y a la puerta se detienen y se miran. Se miran y en lugar de verse a ellos mismos ven a otra persona. Lily.
Lily se cuela entre sus recuerdos y aparece en la figura del otro. Y sienten deseos de abrazarse (de abrazarla), de besarse (de besarla), de quererse (de quererla). Pero sólo se les ocurre un cosa, y con los ojos húmedos y las miradas perdidas en un punto lejano lo dicen. Un te quiero, o un te echo de menos. Quizás es un vuelve conmigo, y un no te olvidaré. Lo importante es que saben, que ahora son algo así como amigos, que se tienen el uno al otro. Porque por encima de todo, les une algo más que el desprecio hacia Neptune, y es el amor por Lily.
Cuando Verónica se sienta en el asiento de su coche y arranca el motor estalla en una carcajada. Una risa socarrona de un chiste malo que sabría que a Lily le hubiera encantado compartir. Se pregunta si, Logan y Duncan, que también adoraban a Lily harán lo mismo que casi han hecho Weebil y ella para ayudarse en la muerte de una amiga, de un amante.