Abecedario. De la H a la K
Horas
Han sido nueve horas desde que el elevador decidiera adueñarse de nuestra noche. Hemos platicado de todo y de nada, de mucho y de poco. De Tony y su nueva conquista, de cómo es seguro que a Gibbs le circula café por las venas y de lo difícil que es estudiar para convertirse en ciudadano americano. Es tan fácil platicar con ella que por poco le confieso mi verdadera historia con Abby y el ataúd.
Y mientras las palabras fluyen no puedo evitar notar lo hermosa que se ve a pesar de haber pasado mas de nueve horas en un elevador. Su sonrisa perfecta, sus lindos ojos de chocolate que brillan incluso en la escasa luz, su boca, su cabello, sus manos… Suficiente McGee, suficiente, deja de divagar Ziva no es ni será para ti, así que has algo para parar esto, para evitar que todo sea perfecto. Así que comienzo a quejarme para dejar de soñar. Han sido 9 horas y 29 minutos, porque les ha tomado tanto tiempo?
Intermedio.
Me lo han dicho esta mañana y he llorado de alegría. Acaricio suavemente el pequeño bulto en mi vientre y sonrío, mas sinceramente que nunca. Jamás pensé que un día así llegaría. Y en el intermedio entre tu vida y la mía te prometo mi amor que te voy a cuidar como ha nada, te prometo que tu vida nunca será como la mía, que en lugar de armas y guerra solo veras sonrisas eternas, que en lugar de dolor y tristeza solo tendrás bellas promesas. Te voy a proteger contra la maldad del mundo en el que me toco crecer.
Tomare tu mano mientras crezcas y guiare tus pasos, pero siempre tendrás la libertad de ser quien tú quieras ser sin importar mi pasado. Y en el intermedio entre tu vida y la mía siempre te voy a querer. Tu ima Ziva.
Juegos.
Ya lo dijo Gibbs, la verdad no se cuando voy a aprender. Tony lo hizo de nuevo y aquí estoy vaciando un frasco de acetona para separar mis dedos del teclado. Por lo menos no fue mi cara esta vez, supongo que tengo que agradecerle a Tony el gesto. La verdad otros pensarían que debi haber renunciado hace mucho tiempo, que nadie tiene porque soportar semejante trato. Pero siendo sincero y ya pasado el momento la verdad es que no estoy molesto.
Todas las bromas y los apodos son solo juegos. Creo que son su manera de decirme que me aprecia, que me considera el hermano menor que nunca tuvo. Asi que el que se lleva se aguanta y es que a todo hermano mayor corresponde un pequeño tormento. Y el de Tony sere yo.
Kilos.
Me miro al espejo y apenas reconozco al que está reflejado en el. Atrás quedo el rellenito agente novato que llego de Norfolk lleno de sueños y tartamudeos. Atrás quedaron las inseguridades y miedos. Ahora solo hay destreza y acierto. No solo mi cuerpo ha cambiado con el tiempo, también mis ideas. Ahora mi voz se escucha y no se ignora, ahora sé que soy más que unos y ceros, ahora sé que soy más que algo técnico.
No sé si perder todo este peso ha sido un acierto, para bien o para mal personas que antes me ignoraban ahora me notan, asi es el ser humano y no hay nada que hacer. Sin embargo en mi interior yo sigo pesando lo mismo, es como si cada kilo de masa perdido se hubiera reemplazado por un kilo de sabiduría y experiencia.
Han sido nueve horas desde que el elevador decidiera adueñarse de nuestra noche. Hemos platicado de todo y de nada, de mucho y de poco. De Tony y su nueva conquista, de cómo es seguro que a Gibbs le circula café por las venas y de lo difícil que es estudiar para convertirse en ciudadano americano. Es tan fácil platicar con ella que por poco le confieso mi verdadera historia con Abby y el ataúd.
Y mientras las palabras fluyen no puedo evitar notar lo hermosa que se ve a pesar de haber pasado mas de nueve horas en un elevador. Su sonrisa perfecta, sus lindos ojos de chocolate que brillan incluso en la escasa luz, su boca, su cabello, sus manos… Suficiente McGee, suficiente, deja de divagar Ziva no es ni será para ti, así que has algo para parar esto, para evitar que todo sea perfecto. Así que comienzo a quejarme para dejar de soñar. Han sido 9 horas y 29 minutos, porque les ha tomado tanto tiempo?
Intermedio.
Me lo han dicho esta mañana y he llorado de alegría. Acaricio suavemente el pequeño bulto en mi vientre y sonrío, mas sinceramente que nunca. Jamás pensé que un día así llegaría. Y en el intermedio entre tu vida y la mía te prometo mi amor que te voy a cuidar como ha nada, te prometo que tu vida nunca será como la mía, que en lugar de armas y guerra solo veras sonrisas eternas, que en lugar de dolor y tristeza solo tendrás bellas promesas. Te voy a proteger contra la maldad del mundo en el que me toco crecer.
Tomare tu mano mientras crezcas y guiare tus pasos, pero siempre tendrás la libertad de ser quien tú quieras ser sin importar mi pasado. Y en el intermedio entre tu vida y la mía siempre te voy a querer. Tu ima Ziva.
Juegos.
Ya lo dijo Gibbs, la verdad no se cuando voy a aprender. Tony lo hizo de nuevo y aquí estoy vaciando un frasco de acetona para separar mis dedos del teclado. Por lo menos no fue mi cara esta vez, supongo que tengo que agradecerle a Tony el gesto. La verdad otros pensarían que debi haber renunciado hace mucho tiempo, que nadie tiene porque soportar semejante trato. Pero siendo sincero y ya pasado el momento la verdad es que no estoy molesto.
Todas las bromas y los apodos son solo juegos. Creo que son su manera de decirme que me aprecia, que me considera el hermano menor que nunca tuvo. Asi que el que se lleva se aguanta y es que a todo hermano mayor corresponde un pequeño tormento. Y el de Tony sere yo.
Kilos.
Me miro al espejo y apenas reconozco al que está reflejado en el. Atrás quedo el rellenito agente novato que llego de Norfolk lleno de sueños y tartamudeos. Atrás quedaron las inseguridades y miedos. Ahora solo hay destreza y acierto. No solo mi cuerpo ha cambiado con el tiempo, también mis ideas. Ahora mi voz se escucha y no se ignora, ahora sé que soy más que unos y ceros, ahora sé que soy más que algo técnico.
No sé si perder todo este peso ha sido un acierto, para bien o para mal personas que antes me ignoraban ahora me notan, asi es el ser humano y no hay nada que hacer. Sin embargo en mi interior yo sigo pesando lo mismo, es como si cada kilo de masa perdido se hubiera reemplazado por un kilo de sabiduría y experiencia.